marzo 20, 2023

Verbalización del conocimiento del texto español científico-técnico

Taisia G. Popova
«Verbalización del conocimiento del texto español científico-técnico»
Journal of Siberian Federal University. Humanities & Social Sciences, n.º 1 (2017)


Journal of Siberian Federal University. Humanities & Social Sciences | Siberian Federal University | Department of Culture Studies | Krasnoyarsk | RUSSIA


Extracto de apartados en páginas 90 y 91 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original.




Introducción

El término ‘intertextualidad’ apareció en el siglo pasado, en las décadas 60-70 del siglo XX. El punto de partida para el desarrollo de la teoría de intertextualidad fueron las ideas de M. M. Bakhtin sobre «las voces ajenas» y el «loguismo» y su concepción de la «novela polifónica», donde se revela el fenómeno del diálogo del texto con otros textos anteriores y paralelos en el tiempo (Bakhtin, 1979, p. 434).

Sobre la base de estas ideas, la investigadora de Semiótica J. Kristeva introdujo por primera vez en 1967 el término ‘intertextualité’ en francés. J. Kristeva en el ensayo titulado «Le mot, le dialogue et le roman», consagrado a Bakhtin, expresa que cualquier texto se construye como un mosaico de citas y tiene inclusiones y transformaciones de otro texto (Kristeva, 1967). Barthes aclara que todo texto ya es un intertexto.

Cada texto representa un tejido nuevo insertado en las citas viejas, los fragmentos de los códigos culturales, las fórmulas, etc. (Barthes, 1989). Las variedades de los términos afines eran la polifonía, el polilogismo, el dialogismo, la trasposición, la transtexualidad, etc. Pero solo el término ‘intertextualidad’ se hizo «favorito» en el ámbito universal, aunque hasta ahora la acepción de este término es variable.

Actualmente el término ‘intertextualidad’ es fundamental tanto en el punto de vista literario como en el punto de vista linguístico. Vamos a definir la categoría de la intertextualidad como una relación multidimensional del texto con pretextos, por medio del contenido, de las particularidades genéricas, de la estructuración y de la expresión formal (Popova, 2003, p. 115).

La intertextualidad se considera como una propiedad categorial importante del texto científico que realiza la «deshermetización», la «apertura» del texto y la capacidad de hacer contactos con los textos anteriores (pretextos, prototextos), así como una estrategia especial de la contrucción del texto en distintas áreas de la comunicación.

Para interpretar un texto, el lector necesita un conocimiento previo que se refiere a diferentes aspectos: los códigos lingüísticos, el uso del lenguaje con relación a distintas prácticas sociales, la situación social en la que el acto discursivo se produce, el mundo exterior.



Situación intertextual en el texto científico-técnico

Sumergido en la situación de comunicación, cualquier caso del «préstamo» del texto ajeno se convierte en una situación intertextual que puede ser presentada como un modelo tridimensional.

Sus tres componentes del modelo son:
1) el sujeto (autor) que incorpora en su propio texto con préstamo;
2) el texto con un fragmento prestado;
3) el destinatario con el texto del fragmento prestado.

Cada uno de los tres componentes de esta situación intertextual se puede analizar en diferentes direcciones.

En definitiva, la situación intertextual de la citación de los fragmentos ajenos hace intervenir por lo menos tres participantes: el autor del texto original, el destinatario (lector) y el autor de la citación y referencia. El autor y el destinatario permiten revelar tres aspectos de investigación que son:
1) la fuente del préstamo textual o referencia;
2) el objeto del préstamo textual o de la referencia;
3) el modo de la realización del préstamo textual o de la referencia.

Los fragmentos prestados o las referencias insertadas en el espacio del texto portador representan el «diálogo» entre el conocimiento nuevo, el conocimiento viejo y el conocimiento precedente.

La idea de que en el texto científico hay solo un autor o autores (sujetos) es poco probable, puesto que en el discurso científico hay además muchos autores citadores, referenciadores, conceptuadores precedentes. La autorización en la comunicación científica se puede definir como un componente conceptual dialógico. La autorización tiene un carácter de integración distante debido a la aparición de la autorización «ajena».

La autorización del discurso se puede analizar como un fenómeno unidimensional (sujeto), bidimensional (sujeto+destinatario) y tridimensional (sujeto+citador+destinatario) y multidimensional. Gran cantidad de citas, referencias y menciones de «otros» autores en el discurso científico indican que la cantidad de sus dimensiones en este sentido puede aumentar y la autorización puede obtener un carácter multidimensional (Dolzhich, 2012, p. 94).

Podemos sacar la conclusión de que el espacio autoral del texto científico es multidimensional y tiene una configuración muy compleja y en definitiva, manifiesta su carácter intertextual.

Vamos a analizar el contenido del «continuum» científico.

El contenido del conocimiento científico forma el núcleo cognitivo de la concepción del investigador. Este núcleo incluye dos componentes importantes del «continuum» de la ciencia, o sea, el conocimiento nuevo del autor (sujeto) y el conocimiento viejo de los sujetos viejos (autores, citadores y referenciadores) en su enlace intertextual dialéctico.

En el discurso científico este continuum se divide en el subtexto (fragmento del subtexto) del conocimiento nuevo, el subtexto del conocimiento viejo y dentro del mismo el subtexto del conocimiento precedente.

El subtexto se comprende como una unidad textual bilateral que verbaliza en la superficie textual distintos conceptos (cognitivos, axiológicos, pragmáticos, etc.) de la estructura conceptual del texto científico (Popova, 2003, p. 115). Estos subtextos están relacionados con los principales parámetros extralingüísticos de la actividad congnitiva y manifiestan el contenido típico del texto científico y su verbalización.

El subtexto del conocimiento nuevo comprende la concepción del autor, el planteamiento del problema, las conclusiones y el resumen. El subtexto del conocimiento viejo y el subtexto precedente forman parte de la estructura conceptual del texto científico y representan la continuidad, carácter dialógico e intertextualidad.





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