noviembre 28, 2022

«La elaboración de respuestas eficaces depende no solo del desarrollo de la habilidad de redactar escritos»

Elvira Narvaja de Arnoux, Mariana di Stefano y María Cecilia Pereira
«Las escrituras profesionales: Dispositivos argumentativos y estrategias retóricas»

Signos, vol. 49, supl. 1, octubre de 2016

Signos. Estudios de Lingüística | Pontificia Universidad Católica de Valparaíso | Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje (@ILCLPUCV) | Viña del Mar | CHILE


Extracto de páginas 79-81 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original.

Archivo PDF disponible solo en Scielo, ya que el archivo de la revista de sus números publicados comienza en su web a partir de agosto de 2017, con el n.º 94.



«La elaboración de respuestas eficaces depende no solo del desarrollo de la habilidad de redactar escritos, sino también del dominio de los modos de razonar que cada profesión ha ido consolidando».


«Las discursividades propias de los diferentes ámbitos profesionales implican modos peculiares de conceptualizar los datos, de relacionar lo particular con lo general, es decir con el universo de saberes y normas constituidos en ese marco, y de responder a lo que interpela al experto. Podemos pensar esas operaciones intelectuales como previas a la puesta en discurso pero que se articulan en dispositivos argumentativos que orientan y limitan la producción de los textos, aunque las estrategias retóricas varíen según los géneros. En este trabajo buscamos definir el concepto de dispositivo argumentativo, e ilustrar su funcionamiento a partir de ejemplos propios de cuatro prácticas profesionales con el objetivo de destacar su importancia para una pedagogía de la escritura en la formación profesional. En un mundo de mutaciones rápidas, en el que los géneros varían por exigencia de nuevas prácticas y soportes, consideramos importante abordar en la reflexión áulica no solo los funcionamientos genéricos, sino también las operaciones cognitivas y los dispositivos dominantes en cada área, más estables, en los que aquellos se afirman.

»Las profesiones a las que hemos atendido en este trabajo se caracterizan por ejercerse centralmente a través de la producción discursiva: son las asumidas por psicoanalistas, sacerdotes, periodistas y abogados. En el caso de los psicoanalistas y abogados, la escritura está fundamentalmente destinada a sus pares. En sacerdotes y periodistas se piensa en un público más amplio y, en general, heterogéneo.

»Partimos de considerar distintos tipos de actividades que realizan los profesionales: mientras algunas son respuestas a los desafíos cotidianos propios de su profesión (como dictar sentencia para un juez, o responder el abogado a una consultoría jurídica o presentar el periodista la noticia que va a publicar un diario, o exponer el psicoanalista un material clínico, o escribir el sacerdote una homilía destinada a una celebración litúrgica), otras actividades pueden surgir de requerimientos institucionales (como elaborar un código para el jurista o, en el caso del periodista, establecer una normativa para la presentación de notas en el medio en que actúa). Por otro lado, hay actividades que no son exclusivas de un campo profesional específico, pero pueden ser realizadas por los profesionales como un modo de acompañar en determinadas situaciones la práctica profesional (como participar en una conferencia de prensa o redactar como experto una nota periodística).

»En este trabajo nos hemos centrado en el primer tipo de actividades que señalamos más arriba, es decir, dentro del “conjunto de géneros” (Bazerman, 2009), las que constituyen respuestas a desafíos cotidianos propios de la profesión y que la definen. Pero al identificar el dispositivo argumentativo veremos en un ejemplo, el del discurso sacerdotal, cómo también incide en las producciones que incluiríamos en los otros grupos, en este caso en el tercero.

»Debemos señalar que los procedimientos a los que se apela no son individuales, sino que resultan de lo que la profesión ha ido naturalizando por considerarlos más eficaces para abordar los problemas que habitualmente se presentan en relación con la función que los expertos de ese campo deben cumplir. Estos modos de conceptualizar, que definen los dispositivos argumentativos, es decir, los modos de entrelazar lo particular y convocar lo general para llegar a determinadas conclusiones, pueden encarnarse en variados géneros pero hay siempre uno o algunos que funcionan como modelos porque son centrales en la práctica y exhiben los dispositivos argumentativos dominantes (en los ejemplos que vamos a abordar: el relato clínico; la homilía; la noticia; y la sentencia). Esto quiere decir que algunos géneros tienen una función destacada porque ponen en juego las exigencias y los recursos de la profesión para intervenir satisfactoriamente en las prácticas. Incluso, pueden llegar a hacer aportes que incidan en el avance del conocimiento en ese campo o en ámbitos sociales más amplios.

»Así, un relato clínico puede interrogar el saber psicoanalítico mostrando sus límites; una homilía puede proponer una actualización del mensaje que interpele a los fieles y a la institución generando cambios significativos; una noticia puede dar la información de tal manera que influya en la percepción que una comunidad tiene de determinados fenómenos sociales; y una sentencia puede sentar jurisprudencia. Pero el aspecto que busca resaltar este trabajo es que, más allá de las exigencias del género discursivo, a lo que se dedican numerosos estudios a partir de metodologías cuantitativas o cualitativas, es necesario reconocer las operaciones intelectuales a las que recurren los miembros de una determinada profesión para atender a las demandas del campo.

»A continuación, establecemos, en primer lugar, una relación entre la noción de “dispositivo argumentativo” que estamos proponiendo y reflexiones actuales acerca de “lo prediscursivo”, que sirven para elaborar el marco teórico. En segundo lugar, nos referiremos a los textos normativos que regulan las discursividades profesionales y su anclaje en tradiciones específicas, ya que es importante atender a ellas cuando las respectivas profesiones lo hacen y al hacerlo exponen la representación que tienen de su práctica. Nos detendremos, finalmente, en los dispositivos argumentativos dominantes en cada profesión: el caso, la analogía, el razonamiento entimemático y la ilustración con hechos probados de la sujeción o transgresión a la norma.

»Las observaciones que realizamos surgen de un contacto asiduo con los profesionales y con sus producciones (en situación de asesoramiento o de seminarios de formación) y del análisis de los manuales que regulan las respectivas discursividades (en el marco de los estudios que realizamos sobre las expresiones actuales de la tradición retórica). No provienen de pruebas realizadas con el objetivo de obtener datos ni del acopio exhaustivo y el análisis cuantitativo de los discursos producidos por los profesionales. Adoptamos metodológicamente un enfoque cualitativo e ilustramos a partir de textos seleccionados por su representatividad. Lo que proponemos es inferir (y, en gran medida, conjeturar) los modos de pensar de los profesionales o, en términos generales, los modos de vincular los datos con los saberes y valoraciones del propio campo para poder suministrar una resolución adecuada a una situación problemática.

»Queremos destacar la necesidad de pensar en la formación de profesionales innovadores, para lo cual las generalizaciones provenientes de corpus extensos y el carácter muchas veces prescriptivo que les asignamos en relación con los géneros, si bien facilitan la tarea redaccional, pueden funcionar como un obstáculo en la reflexión (creativa) sobre la respuesta al problema o la situación planteada».





noviembre 21, 2022

«La epistemología dominante de la ceguera es lo que ha llevado al particular proceso histórico en el que el conocimiento como regulador ha llegado a dominar al conocimiento como emancipador»



Thomas Tufte
«Más allá de perspectivas miopes en el estudio de las audiencias. Investigaciones etnográficas de audiencias no-occidentales en la era digital: el caso africano»

Disertaciones, vol. 11, n.º 1 (2018), traducción de María T. Soto-Sanfiel del original escrito en inglés.
[Por caída del portal de revistas de la Universidad del Rosario, enlazamos con la publicación del artículo en Researchgate].

Disertaciones (Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social) | Universidad del Rosario - Universidad de Los Andes - Universidad Complutense de Madrid | Bogotá | COLOMBIA


Extracto de apartados en páginas 29-32 y 36-38 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original.


Ilustración de Dan Jazzia.



«Investigación de las audiencias globales: entre el eurocentrismo y la descolonización

»Con la edición de su obra conjunta Everyday Media Culture in África (Cultura mediática diaria en África), Wendy Willems y Winston Mano han reunido ocho capítulos que muestran distintas perspectivas acerca de cómo las audiencias en diferentes países africanos hacen uso de los medios. La obra abarca desde el uso de la radio, la televisión generalista, los diarios, las redes sociales como Twitter, hasta el uso de los teléfonos móviles (Willems y Mano, 2017).

»Al tiempo que ofrece enriquecedores datos empíricos de muy diferentes países, un aspecto clave del libro es su énfasis sobre de la necesidad de descolonizar y provincializar tanto en los estudios de audiencia como los de Internet. Con ello, los investigadores revitalizan debates y preocupaciones de larga data y se esfuerzan por retar las dominantes tradiciones anglosajonas dentro de la investigación de audiencias. Willems y Mano argumentan que, para hacer justicia a las audiencias alrededor del globo, no solamente en África, es necesaria dicha descolonización y provincialización de la investigación de audiencias. No se trata solo de una cuestión de celebrar y documentar la diversidad dentro de la investigación de audiencias global, sino también de localizar los estudios en términos geográficos, situándolos en contextos socioeconómicos, culturales y políticos; moviéndose más allá de los reclamos de universalidad.

»Al discutir sus ideas acerca de descolonizar y provincializar los estudios de audiencias, Willems y Mano destacan la necesidad de tomar en cuenta la historia colonial, la historia propia de las audiencias, las experiencias de los usuarios, además de la posibilidad de intervención de las mismas audiencias (Willems y Mano, 2017). Los investigadores se mueven más allá de la repetición del ya clásico y viejo reclamo del eurocentrismo, para hacernos conscientes de la necesidad de estar atentos a la aplicación de conceptos occidentales fuera de contexto, y nos invita a que, con nuestra exposición a series de casos africanos, ofrezcamos patrones analíticos que seguir.

»Estos debates sobre el etnocentrismo en la investigación en Ciencias Sociales, y dentro de la investigación de audiencias más específicamente, se refieren a estudios donde las percepciones específicas de socialización, tiempo, espacio y de otras características sociológicas constitutivas de la sociedad, son dadas por sentado. Estas preocupaciones ya vienen desde tiempo atrás. Por ejemplo, he cuestionado previamente las nociones de Roger Silverstone acerca de lo que es una casa, un hogar y lo que constituye una familia que aparecen en su libro Television and Everyday Life(Televisión y vida diaria; Silverstone, 1994; Tufte, 1997). Basándome en mis experiencias provenientes de mis estudios empíricos de audiencias en emplazamientos urbanos de bajos ingresos de América Latina, reté las fuertes distinciones entre esferas públicas y privadas y defendí la existencia de lo que llamé esferas híbridas de significación. Entonces, consideré que lo público y lo privado están entrelazados y son imposibles de disociar (Tufte, 1996). Además, reté a David Morley y Roger Silverstone en su teoría de la domesticación y su percepción de la televisión como una tecnología esencialmente doméstica (Tufte, 1996). Se trataba esta de una percepción generalizada en la investigación de las audiencias de las décadas de los años ochenta y noventa, pero reflejaba únicamente una forma particular de uso de la televisión por las audiencias. Mi investigación en esos momentos en Paraguay y, en especial, en Brasil mostraba usos de la televisión en esferas mucho menos privadas y más públicas (Tufte, 2000). Aunque los contextos mediáticos podrían haber cambiado, matices similares son pertinentes en la investigación de audiencias hoy día.

»Sin embargo, hoy, con el advenimiento de los medios móviles, la naturaleza doméstica de la tecnología ha sido fundamentalmente cuestionada en África, Latinoamérica o en emplazamientos anglosajones específicos. La llamada de Seija Ridell a moverse fuera de casa y en la ciudad para explorar las relaciones de los medios en espacios urbanos triplemente articulados es una crítica significativa al énfasis tradicional sobre el espacio doméstico como el espacio en el que la gente se relaciona con los medios. Sus percepciones de la ciudad implican, no obstante, una realidad generalizable acerca de cómo es la vida de la ciudad. En la cita del principio de este ensayo, Ridell postula la necesidad de considerar los programas de sostenimiento de las ciudades como condición básica cuando se estudia la manera en que las audiencias usan los medios y la tecnología. A pesar de ello, aunque la existencia de programas de sostenimiento de las ciudades podría darse en algunas metrópolis del norte global, e incluso en vecindarios selectos del sur global, no son ciertamente una realidad que pueda considerarse punto de inicio en pueblos más provinciales del sur global. Más tarde en este texto daré un ejemplo que ilustrará esta diversidad en realidades y prácticas sociales.

»Haciendo texto del contexto Para entender completamente lo que la gente hace con los medios en su cotidianidad, en África, Latinoamérica o en cualquier otro lugar, la vida diaria debería ser contemplada no como contexto sino como texto clave o texto primario, parafraseando la vieja distinción de John Fiske entre textos primarios, secundarios y terciarios (Fiske, 1987).

»Las prácticas sociales de las gentes incluyen formarse sentidos de los medios. Más que reiterar lo que ya hace tiempo atrás fue definido como un “contextualismo radical en los estudios cualitativos de los medios” (Ang, 1996), este ensayo se inscribe en la llamada a reformular el objetivo epistemológico de los proyectos de investigación sobre audiencias orientados a las prácticas. Esto lo he argumentado previamente para contextos latinoamericanos (Tufte, 2000, 2001) y aquí ofrezco un argumento similar basado en la investigación etnográfica de las audiencias africanas en la era digital actual.

»En lugar de orientarse hacia agendas de investigación centradas en los medios, propongo agendas sociocentradas en grupos sociales, y sus prácticas sociales y culturales como objeto de estudio. Mientras Willems y Mano hacen un llamado a la descolonización y provincialización de los estudios africanos de audiencias, yo defiendo que debería haber una llamada general a desoccidentalizar las investigaciones de audiencias. Esto obviamente se refiere a discusiones que hemos visto desarrollarse por años alrededor de los estudios de las audiencias no mediacéntricos (Couldry 2006; Morley 2007; Moores 2012). Sin embargo, aquí argumento que el campo debería tomar una perspectiva más fuertemente global. Si acordamos que el uso de los medios es considerado una acción social que trasciende a la estrecha relación texto-audiencias, también deberíamos considerarlo un elemento integrador de las prácticas sociales de las gentes. Debido a que esto ocurre en cualquier lugar, aunque incrementalmente en África, un continente de desarrollos mediáticos intensos, se justifica la necesidad de una aproximación más fuertemente global. Simplemente, las prácticas sociales son diferentes en las también diferentes partes del mundo. Como Daniel Dayan predijo hacia 1996, después de 10-15 años de creciente orientación etnográfica de los estudios mediáticos, aunque antes de que los antropólogos se hubieran interesado en los medios como objeto integral de estudio: “la etnografía no puede soportar más el ignorar la investigación de los medios. Al contrario, los estudios en medios y grupos podrían convertirse en un nuevo campo etnográfico (Dayan, 1996, p. 42).

»Resulta que hoy, cerca de veinte años más tarde, la predicción de Dayan se ha convertido en verdad por el fuerte crecimiento del interés antropológico en los medios (Ginsburg et al., 2002; Murphy y Kraidy, 2003; Juris, 2012; Postill, 2014; Vidali y Tufte, 2014). No obstante, lo que todavía necesita más desarrollo para verse consolidado es un campo realmente globalizado de la investigación en audiencias mediante la producción de más estudios en todo el mundo. Aunque el estudio cualitativo de los usos de los medios y sus apropiaciones se ha convertido en un campo bien definido de investigación dentro de la antropología, todavía debe aspirar a obtener un mayor interés de los antropólogos, además de una orientación global. Sin embargo, entre los académicos de los medios y de la comunicación, aunque existen repetidas llamadas a contextualizar los estudios, vemos un muy limitado número de estudios etnográficos de audiencias, y menos sobre África. A continuación, presentaré algunas de las más recientes y crecientes experiencias de la investigación de audiencias africanas.



»La investigación emergente de las audiencias africanas

»La invitación a contextualizar tiene amplias implicaciones en la llamada hecha por Willems y Mano, enlazada tanto con la provincialización como con la descolonización de la investigación de audiencias. Estos investigadores reivindican la necesidad de moverse más allá de las tendencias para focalizarse en los centros urbanos, primariamente en el norte global. Su libro, que contiene estudios de casos provenientes de una serie de distintos emplazamientos africanos, es un intento de respuesta en este sentido. Sin embargo, como ellos mismos señalan, las características de los estudios tempranos y actuales de las audiencias en contextos africanos llevan a definirlos como estrechos, administrativos y mayormente cuantitativos. Consecuentemente, los autores señalan que, aunque la fuerte tendencia a la investigación administrativa limita los estudios de audiencias que se producen en África, es ciertamente clave. Típicamente, la investigación africana gira en torno a campañas vinculadas con problemas serios de desarrollo.

»Dentro de la investigación en medios y comunicación africana, el interés en las audiencias se ha producido básicamente desde dos sectores: el comercial y el de los proyectos de desarrollo de la cooperación internacional para el desarrollo. En la práctica, esto ha resultado en una fuerte tendencia a los estudios de audiencia cuantitativos dirigidos por instituciones de investigación de mercado, mayormente en forma de servicios para el sector comercial o la cooperación internacional para el desarrollo. Una experiencia interesante e innovadora fue la de la compañía de telefonía móvil Nokia, cuando entre 2007 y 2010, emplearon a un antropólogo para liderar su único centro de investigación en el sur global, situado en Nairobi. Estos investigadores desarrollaron innovadores métodos para comprender el emergente mercado de los medios móviles. Sin embargo, las investigaciones eran análisis de mercado para sostener la inserción de la compañía en el rápidamente creciente mercado africano de la telefonía móvil.

»Los intereses del sector de los medios han sido asumidos por la UNESCO, que es la agencia de las Naciones Unidas encargada de los medios y la comunicación y que, por lo tanto, financia muchas iniciativas alrededor del continente relacionadas con la libertad de prensa, el entrenamiento de periodistas, la producción mediática, la legislación de medios, etc. Su investigación en audiencias emergió en forma de surveys, considerados instrumentos que ayudaban a establecer alguna comprensión de los alcances o las evaluaciones de las nuevas y emergentes instituciones mediáticas. Dentro de la cooperación internacional para el desarrollo ha habido, además de los proyectos de desarrollo de los medios, sustancial investigación de las audiencias en comunicación y salud. En algunos grados, también ha habido investigación en comunicación rural y en otros subcampos de la comunicación para el desarrollo y el cambio social.

»Sin embargo, la que ha permanecido muy limitada ha sido la investigación de audiencias lideradas por las universidades. Ello habla de las condiciones generales de la investigación en Ciencias Sociales de las universidades africanas y, especialmente, de la débil posición de los estudios, particularmente cualitativos, de los medios y la comunicación. Sólo recientemente los estudios de audiencia han comenzado a desarrollarse más ampliamente.

»Antes, la mayoría de la investigación de audiencias en el continente ha estado ligada a compañías de investigación de mercado, más que a las universidades, ha sido de orientación cuantitativa, ha estado dirigido a clientes y ha sido típicamente requerido por compañías o grandes oficinas públicas. Porque los presupuestos de la investigación en Ciencias Sociales en muchas universidades africanas han sido generalmente muy escasos, el espacio para la evolución de la investigación cualitativa de las audiencias ha sido consecuentemente restringido.

»Lo que vemos ahora es, no obstante, un creciente número de proyectos de investigación enfocados en explorar las culturas mediáticas cotidianas en un amplio abanico de países africanos, frecuentemente en colaboración con universidades del norte global. Algunos de estos proyectos son mayormente publicaciones colectivas que aglutinan el trabajo de investigadores individuales, como la colección editada por Willems y Mano [Willems y Mano, (eds.), 2017]. Otros son grandes investigaciones integradas por colaboraciones que vinculan los estudios de audiencias con temas antes no estudiados como la telefonía móvil y el género [Tenhunen (ed.), 2013], el rol de los nuevos medios en los procesos de cambio social (Helle Valle et al., véase www.mediafrica.no, 2014-2018) y el vínculo entre la convivencia y los sentidos de pertenencia (De Bruijn, Brinkman y Nyamjoh, 2013). A continuación, presentaré brevemente un ejemplo de investigación de colaboración nórdico-africana, que se inscribe a sí misma dentro del campo emergente de las investigaciones de audiencias enfocadas en África que ha evolucionado de las colaboraciones Norte-Sur.


[...]


»Conclusión: De los riesgos de miopía hacia una epistemología del ver

»Cada uno a su manera, Carpentier et al. (2014) y Ridell (2015) pusieron su atención en los riesgos de miopía que tiene la investigación de audiencias. Sin embargo, Carpentier y sus colegas se refieren a la (tardía) modernidad como contexto al reflexionar críticamente sobre el cambio social y lo hacen sin conectar con los movimientos de desarrollo o matizando la noción de modernidad (como por ejemplo en la discusión acerca de otras modernidades).

»Al mismo tiempo Ridell, cuando hace su fuerte defensa de la miopía en el foco espacial de los estudios de audiencia, al presentar su argumento sobre miopía espacial, da por sentado “el creciente programa de sostenimiento de las ciudades” (Ridell, 2015, p. 237) y defiende que debemos tomar las transformaciones radicales de la espacialidad urbana en los años recientes como un punto de análisis crítico en la investigación de audiencias. No obstante, esta mirada no cuenta con lo lejos que esos programas de sostenimiento de las ciudades han llegado y, por lo tanto, si este es un argumento analítico para todas las partes del mundo. Obviamente, Ridell toca un tema oportuno en el desarrollo urbano del mundo, pero la realidad y el que situemos nuestro foco analítico en las realidades, provocaría que esos reclamos fuesen menos fuertes y más matizados.

»Preferiblemente, para reafirmar el llamado a realizar una investigación de audiencias que sea sensible al contexto, que haga visible y que escuche la experiencia de audiencias remotas, con frecuencia de grupos marginados en la sociedad, como esos de la provincia de Uasin Gishu en Kenia, quisiera proponer conectar esta agenda de investigación con lo que el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos ha llamado epistemología del sur (Santos, 2014). Santos incrusta su aproximación epistemológica dentro de un claro análisis crítico de los procesos actuales de desarrollo. Argumenta que la actual crisis de desarrollo y de comunicación es fundamentalmente una crisis de participación e inclusión. Un gran problema son las experiencias profundamente sentidas de no tener ninguna influencia en las decisiones que afectan la propia vida. Los conflictos irresueltos y los retos para el desarrollo hablan de deficiencias fundamentales en los modelos dominantes orientados hacia el crecimiento económico dirigidos por el mercado. En consecuencia, se trata esencialmente de una crisis de participación e inclusión, sí, pero también de una crisis de comunicación. Además, lo más relevante en el contexto de este artículo, es que implica una particular forma de investigación.

»Cuando Santos formula lo que llama una epistemología del sur, se refiere a un proyecto de Ciencias Sociales que critica el discurso dominante en la ciencia moderna y sugiere un camino de alternativas epistemológicas.

»Las ideas de Santos están enraizadas en una llamada a la justicia cognitiva global dentro de la que él enmarca un cosmopolitanismo subalterno insurgente (Santos, 2014). Este último le responde directamente a, por ejemplo, la invitación de Willems y Mano a provincializar y descolonizar los estudios de audiencia. Cuando elabora las bases epistemológicas de lo subalterno, Santos desarrolla una epistemología del ver, contrastándola con la que él llama la epistemología de la ceguera dominante. Esta última remite a una ceguera a todas las ausencias, necesidades e injusticias de los grupos marginalizados en sociedad. La epistemología dominante de la ceguera es lo que ha llevado al particular proceso histórico en el que el conocimiento como regulador ha llegado a dominar al conocimiento como emancipador. La proposición de Santos que defiende un conocimiento como emancipación entraña una comprensión de la emancipación en términos de un proyecto de sentido común que es “construido para ser apropiado de una manera privilegiada por los grupos sociales oprimidos, marginalizados o excluidos y fortalecidos actualmente por las prácticas emancipatorias” (Santos, 2014, p. 159). Llegados a este punto, nos encontramos situados en el corazón de la proposición epistemológica de Santos. Esta propuesta, defenderé, ofrece bases conceptuales muy prometedoras al ser una forma de investigación de audiencias en la que los ciudadanos son escuchados, participan en la producción de conocimiento y donde las ideas se obtienen a partir de las novedosas experiencias mediáticas de la vida diaria. Escuchando a jóvenes como cuando escuchamos a Colin más arriba, nos inscribimos en esta orientación de investigación.

»Un aspecto central de la aproximación de Santos es reconocer otras formas de conocimiento, tales como los conocimientos laico, popular, urbano, indígena, campesino, de las mujeres o religioso. Sin embargo, permitir que estas formas de conocimiento se desarrollen requiere el derecho a comunicar, a expresarse y a ser escuchado. Las crisis de desarrollo no pueden ser reducidas a cuestiones técnicas acerca de cómo es mejor crear intervenciones comunicativas. Los gobiernos, agendas transnacionales, ONGs y movimientos sociales están todos hoy día enfrentando los retos de revertir las espirales negativas del cambio social. Ello ha impuesto una tensión sobre el tipo de estudios que se persiguen y financian y les ha empujado más hacia una investigación administrativa, como la que ha dominado el estudio de las audiencias africanas. Por lo tanto, si queremos defender una epistemología del ver reflejada en la investigación de audiencias, debemos considerar dos principios de dicho reclamo:

»Primero, el énfasis debe hacerse en una agenda no centrada en los medios, que esté orientada a entender las prácticas comunicativas en la vida diaria, lo que debe ser complementado por un análisis de los determinantes estructurales que influyen en las políticas y prácticas; un modelo de comunicación no-representacional que vea la comunicación como una práctica social. La relación entre comunicación y cambio social es menos acerca de las representaciones de los medios y más acerca de acciones sociales. Orienta el foco de la investigación de audiencias hacia las prácticas sociales y las acciones sociales que son articuladas en los procesos de uso de los medios.

»El segundo principio es ver los usos de los medios y sus apropiaciones como un proceso activo de formación de sentidos. Aunque la actividad de formación de sentidos no está siempre relacionada con la movilización ciudadana, una aproximación activa a ella puede mejorar el derecho de todos a comunicarse. Esto se refiere a observar los procesos de cambio social conducidos por el ciudadano que emerjan del desarrollo de bases de conocimiento, sistemas de información y prácticas de comunicación localizadas. Estudiar mediante aproximaciones etnográficas las audiencias, como por ejemplo el caso de Colin, no se trata únicamente de un proyecto que reclame un espacio para los estudios sobre las audiencias africanas en la era digital. Es también un proyecto de inclusión y participación en la investigación y desarrollo, que comprende la transformación de nuestra sociedad mediante la contextualización de los estudios de audiencias».





noviembre 14, 2022

«El genio creador, la inspiración, la originalidad... han quedado a un lado. En el contexto contemporáneo, las artes están pensadas desde un cruce de disciplinas y conocimientos técnicos, manejo de software y hardware»



Juan M. Zafra (@prensa14): «Mónica Nepote (@neponita): “La tecnología permite expandir las prácticas artísticas”»

Entrevista en TELOS (Revista de Pensamiento, Sociedad y Tecnología) (@revistatelos), n.º 112 (diciembre de 2019), número temático: «Humanidades en un mundo STEM».


«“Me resulta muy complicado discernir lo virtual y lo real”, reconoce Mónica Nepote durante la conversación. Su labor consiste en promover la literatura electrónica, nuevos formatos y soportes para el libro. Afirma que llegó a la tecnología de la mano de la escritura, actividad por la que ha conseguido varios reconocimientos, y de la edición. Le preocupan los sesgos que introducen los algoritmos y la inteligencia artificial y subraya la necesidad de que los pensadores y los artistas abandonen la zona de confort y se zambullan en el aprendizaje de las herramientas tecnológicas para que el progreso nos conduzca hacia un mundo más humano».



Foto de Andrea Tejeda Korkowski (@chispitabrown).


«Escritora, editora, guionista, pensadora. Mónica Nepote nació en Guadalajara (Jalisco, México). Habita en Ciudad de México, la cuarta ciudad más poblada del planeta, donde dirige el proyecto E-Literatura del Centro de Cultura Digital. Es un claro exponente de artista que reconoce, estudia y emplea la tecnología para expandir la creatividad humana. Estudiosa y formadora, es consciente de las oportunidades que genera la colaboración entre el humano y la máquina y también de la necesidad de poner en marcha modelos educativos y creativos en los que la formación sea “un cruce de habilidades técnicas, conocimientos científicos y artísticos”».


»¿Cree posible la creatividad de las máquinas, una creatividad artificial?

»Pienso en esa creatividad en las máquinas como el sueño ancestral del ser humano de inventar esa máquina que por sí misma genere lenguaje, escritura o arte y me remito a distintos momentos de la historia: las ideas de Georg Philipp Harsdörffer en el siglo XVII para generar palabras nuevas o a los autómatas de Jaquet-Droz en el XVIII, que eran capaces de escribir, dibujar y tocar el piano; pienso en eso como aproximaciones a lo que vemos ahora, como esa obsesión por desarrollar inteligencias independientes a lo humano y también pienso que eso es lo que vemos en distintos artistas y escritores-programadores permeados por una idea: la colaboración entre humanos y máquinas.


»¿Habrá siempre un ser humano a los mandos?

»Si bien existe software que escribe o genera información, objetos artísticos, esto no es posible sin la cabeza humana que las diseña y las alimenta (con bases de datos, por ejemplo) y en ese diseño vemos cómo está atravesado por ideología, por posturas políticas, por cuestiones de género y de visión del mundo.

»Hace poco revisaba un libro impreso con los relatos generados por un software de escritura, un sistema de inteligencia artificial, que generó una serie de historias a partir de los datos con que fue alimentado y con un complejo sistema de asociación de datos. Había en él líneas profundamente patriarcales, las acciones narrativas generadas en el caso de los personajes masculinos subrayaban valentía, enemistad, batallas...; los adjudicados al personaje femenino eran de corte romántico, un ser que buscaba ser tratado de cierta forma y que era objetivo de seducción.

»¿De quiénes son estas ideas sino de la cultura? ¿De dónde provienen si no de la forma de entender el mundo de su creador? La tecnología es ese espacio en el que extendemos nuestra visión de mundo, las tecnologías tienen todavía la agencia humana, o la no agencia, o la agencia del patriarcado, que es aún peor. No hay tecnología inocente, ni una que no refleje a quien la programa.


»Ese es un aspecto clave. Se ha impuesto una visión catastrofista del futuro que parece determinado por la tecnología o por el miedo a los cambios que trae consigo. Como si no fuéramos los humanos quienes construimos las máquinas y las dotamos de un propósito.

»En otra línea tendríamos que hablar de cómo los algoritmos están preparados para mecanizarnos, pero este proceso tiene que ver con nuestra ignorancia respecto al uso de las herramientas o a su programación, o la poca injerencia que tenemos en estas, si cedemos nuestra relación al enfoque corporativo y mercantilista.

»El mundo proyectado por nosotros a través de esas tecnologías se parece demasiado al mundo capitalista; esas tecnologías “creadoras” están marcadas por la inequidad y tienen un corte profundamente consumista y con fines políticos de vigilancia y control. Habría que fantasear entonces con máquinas que hagan otros mundos, pero empezando por nuestra propia agencia, por nuestra propia construcción de otras posibilidades de mundo antes de soñar con tecnologías distópicas.


»¿Es ese el espacio que le queda al pensamiento, a las artes, a la literatura, a la filosofía, a las Humanidades en un momento como el que vivimos, dominado por las disciplinas STEM —las ciencias, las telecomunicaciones, las ingenierías y las matemáticas—?

»Pienso que el espacio que queda es el que queramos que ocupen. Por un lado, hay diversas iniciativas, proyectos y obras que desde hace años entretejen arte y tecnología. Me parece que las artes como las pensamos desde el romanticismo -el genio creador, la inspiración, la originalidad- han quedado a un lado. La forma en que concebimos el arte, la filosofía o la literatura están pensadas en el contexto contemporáneo desde un cruce de disciplinas y de conocimientos técnicos, manejo de software y hardware.

»Es algo que no nos preguntamos con relación a la música o al cine, donde difícilmente podríamos imaginarnos su existencia sin tecnología, de alguna forma sin ingeniería, y todo lo que está detrás de las formas en que se producen y se trabajan. El asunto es que, en el mundo académico, las disciplinas siguen manteniendo categorías basadas en las distancias y la distribución jerárquica de las ciencias, por un lado, y de las artes, por otro. Sin embargo, en otros espacios no académicos, esos encuentros suceden».


.../... Continuar leyendo en TELOS (Revista de Pensamiento, Sociedad y Tecnología).



noviembre 07, 2022

«Los medios de comunicación sitúan el principal foco de debate en la fabricación digital, y principalmente en la impresión 3d, sobre cómo la replicabilidad de los objetos va a generar una nueva problemática con los derechos de propiedad intelectual»



José María Sánchez-Laulhé Sánchez de Cos, Belén Barrigón Ferrero, Juan José Olmo Bordallo, David Moreno Rangel, David Lugo Muñoz y Manuel Fernández Expósito
«El territorio de la fabricación digital»

Teknokultura, vol. 11, n.º 1, 2014

Teknokultura | Universidad Complutense de Madrid | Facultad de Ciencias Políticas y Sociología | Departamento de Métodos de Investigación Social, Comunicación y Cultura. Sociología IV | Madrid | ESPAÑA


Extracto de apartados en páginas 15-16, 19-20, 23 y 35-36 del artículo en PDF. Véanse las referencias en la publicación original.




«Resumen

»La fabricación digital como campo de conocimiento y producción se reivindica en muchos textos recientes como un territorio de emancipación respecto al monopolio de los grandes sistemas de producción multinacionales. Desde ciertos sectores de la fabricación digital aún minoritarios se plantea que estas técnicas pueden trascender la relación entre la persona y el objeto, la segmentación disciplinaria ―al menos en lo relativo al diseño industrial―, o que van a construir infraestructuras con códigos de información de los objetos físicos en torno a nuevas comunidades.

»En este artículo vamos a contrastar estas potencialidades con los conflictos y limitaciones más terrenales que implica el emprendizaje en materias relacionadas con esta área en el momento actual. Para ello vamos a exponer nuestro proyecto Ehcofab, un laboratorio de fabricación digital autónomo situado en una de las zonas de tradición artesanal del casco histórico de Sevilla. Este texto también nos permite desnudar el alma de nuestro proyecto para convertirlo en un diálogo abierto en el que nuestros debates están aún inacabados. Sabemos que nuestra andadura nos marcará un rumbo que para nosotros es todavía bastante incierto, y en el que aparecerán nuevos conflictos. El punto de partida es el mes de abril de 2013, por lo que nuestra perspectiva sobre algunas desventuras y trastornos aquí reflejados han tomado cuerpo o se han desfigurado durante el trayecto.



»Introducción

»El presente texto trata de enfrentar la emergencia de la fabricación digital y las distintas cápsulas que están apareciendo bajo formato de emprendizaje socio-tecnológico, con los diferentes dispositivos ante los que ha de posicionarse y que tienen que ver con heterogeneidades tales como el mercado, el marco legal o el contexto sociocultural.

»Para situar este ensayo ponemos como referencia nuestro proyecto Ehcofab, un taller de fabricación digital autónomo situado en el casco histórico de Sevilla, que nos ha permitido comprobar en nuestras carnes los conflictos y limitaciones que se derivan de este posicionamiento. No vamos a detenernos en debates especializados sobre la arquitectura biopolítica que lleva implícito el uso de Internet, que además ya han sido leídos muy acertadamente por Alex Galloway (Galloway, 2004) y otros, o la compleja disputa enunciativa entre la industria y los usuarios de la red sobre la propiedad intelectual en nuestra era. Son debates de los que somos parte y a los que damos respuesta parcialmente con nuestras acciones, pero distorsionan el tema de este artículo: el papel de la fabricación digital en la producción digital y/o material de objetos físicos como territorio de construcción de nuestro ser. Siguiendo una lógica foucaultiana, trataremos de hacer visible parte de las relaciones de poder que conforman un dispositivo en torno a la producción material en la cual la fabricación digital trata de integrarse (Foucault, 1974: 94).

»Los medios de comunicación sitúan el principal foco de debate en la fabricación digital, y principalmente en la impresión 3d, sobre cómo la replicabilidad de los objetos va a generar una nueva problemática con los derechos de propiedad intelectual. Es un debate provocado e impuesto por la industria, que limita las posibilidades de la acción de la fabricación digital a los objetos que ella misma proporciona, sin valorar nuestra capacidad creativa. La interpelación continua que sufrimos genera un deseo que sólo ha ser satisfecho a través del consumo, impidiendo actitudes más proactivas. Siguiendo esa lógica, respuestas más activas, como la alteración o la adecuación, entran en el campo de lo penable en el discurso generado sobre cómo las máquinas de fabricación digital corrompen el sistema. Para nosotras, un conflicto que simplemente encierra e impulsa los intereses de unos pocos aprovechando la aparición de las tecnologías de fabricación digital en cada vez más espacios.

»La fabricación digital en cualquier caso vive una etapa eufórica, últimamente muy respaldada por los medios generalistas que le prestan atención como un polo de desarrollo con una capacidad de trasgresión importante ―aunque muy ligada a una imagen de consumo―. Esta euforia también se nota en la continua aparición de centros dedicados a la fabricación digital, especialmente los vinculados a la Fab Lab Network; en el interés a nivel particular que está surgiendo por estas máquinas; y en la multiplicación de actividades que tienen como objeto la fabricación. Sobre esta potencia hay notables narraciones y textos científicos, partiendo de “FAB: the coming revolution on your desktop” (Gershenfeld, 2005) hasta “Makers, the new industrial revolution” (Anderson, 2012). Pero la euforia implica también un abandono al gozo y al disfrute del momento, sumergiendo ciertos peligros e intereses que le acechan. Nuestra perspectiva es inevitablemente optimista, pero hemos tratado de hacer un ejercicio de consciencia para señalar algunas cuestiones que se han de tener en cuenta cuando pensamos generar un proyecto en torno a la fabricación. La principal cuestión deriva de que nuestra irrupción implica a una serie de dispositivos con una forma muy determinada y con los que en diferentes etapas vamos a colisionar.

»Para realizar este análisis, hemos hecho una segmentación de la fabricación digital por capas o líneas que sólo son comprensibles desde su superposición y contaminación. Las hemos trazado desde lo global a lo concreto pero sin perder la referencia de Ehcofab, teniendo en común que todas ellas implican un posicionamiento que deviene en nuestro ser productivo, no sólo afectando a la empresa sino constituyendo un algo más que tiene que ver con nosotras y nuestras vidas, con las personas que participan de la fabricación digital, y la convivencias con las otras formas (instituciones, regulaciones...) que engranan y dotan de significado a la fabricación digital.



»El contexto social e institucional

»Este proceso de auto-representación que hemos de acometer, y que en el caso de la fabricación digital entendemos que genera la identidad de lo que se va a conocer como fabricación digital, es una cuestión integral. Esto quiere decir que nuestra acción no se limita al campo de la fabricación digital sino que intervienen otros campos más o menos periféricos y la manera en la que nos vinculamos a ellos: el uso de software y hardware libre en lo posible, el hacernos presentes como uno más de los polos de autoproducción que se están resignificando bajo técnicas contemporáneas, la participación y la generación de plataformas y lenguajes que permitan las transacciones Peer-to-Peer ―P2P―.

»Aparte hemos de cuidar cómo nos hacemos visibles en otros foros que potencian la autonomía del campo social respecto al sistema. Nos enunciamos en femenino por una lógica de apoyos y relaciones con lo que para nosotras significa el imaginario femenino y, sobre todo, por la libertad que creemos que existe en el simple hecho de enunciarnos ―que se hace mucho más patente con el uso del femenino plural―. El desarrollo de las Creative Commons y el acompañamiento a los colectivos que las impulsan, las colaboraciones con iniciativas de formación no reglada, y otros proyectos que promueven la autonomía y la defensa del retorno colectivo, en el fondo es también la adquisición de un posicionamiento y la defensa de la continuidad de nuestro proyecto en tanto valor procomún y que, por tanto, “procomuniza” (Zemos98, 2012).

»La búsqueda de un perfil autonomista o el hecho de ser un proyecto que trata de desvincularse de la subordinación respecto a las grandes instituciones puede conducir a la autolimitación. Hay que ser capaces también de comunicarnos con otras esferas sin que ello signifique someternos a sus formas. Especialmente importante es cómo se comunica un espacio autónomo respecto a la institución pública, ya que los sistemas no son estancos y existen interferencias inevitables. Las corporaciones industriales se han apoyado y se apoyan de diferentes maneras en ellas, ¿cuál es la razón para el rechazo completo de esta unión? ¿qué parte de la función de lo público hemos de intentar rescatar y respaldar (Martínez, 2012)? Rebajar el papel de lo público en esta labor parece a la vez una sobreestimación de nuestras capacidades. Venimos defendiendo que nuestra labor excede la producción directa para Ehcofab, pero aún no hemos trabajado los protocolos para que este valor extra sea efectivo para el entorno ni para que el modelo sea extrapolable a otras situaciones que puedan necesitarlo. El agenciamiento con lo público parece inevitable para conseguir que un emprendizaje que tiene mucho de piloto pueda ser una respuesta a las necesidades de la sociedad.


»Conclusiones

»Para estudiar el fenómeno de la fabricación digital y los territorios a los que afecta el nuevo que se crea, pero también los preexistentes que transforma, es inevitable poner un caso concreto y empezar a desgranar de forma multiescalar los conflictos que se le cruzan y los agentes que están implicados. El campo de la producción material de bienes no puede entenderse como neutro respecto a la sociedad: condiciona nuestro entorno, nuestras limitaciones productivas y reproductivas, y nuestros modelos de comunicación e información.

»Desde Ehcofab estamos tratando de dar una primera respuesta parcial a todas esas cuestiones que se nos cruzan, pero somos conscientes de nuestras limitaciones. Este texto tiene que entenderse como una apertura de nuestras reflexiones internas situadas para el impulso de un debate por ahora minoritario. La construcción de este territorio, por ahora movedizo e informe bajo un modelo alternativo, es vital para poder reproducir este tipo de proyectos donde podamos constituir realmente un sistema de producción más justo y sostenible. Hasta el momento la producción material no ha sido el eje sobre el que se ha desarrollado una mayor producción tecnopolítica desde los movimientos sociales o culturales, y este foro es un importante paso para explicitarlo. Podemos imaginar alguna deriva nefasta que conlleve un difícil mantenimiento de este tipo de iniciativas, así que por un lado hemos querido mostrar la posibilidad de avanzar de un modo autónomo como hemos hecho hasta el momento, pero también las amenazas a las que nos enfrentaremos en futuros próximos donde no todo sea de color de rosa para la fabricación digital».