abril 27, 2021

Telefónica rescata su logo de 1984 en su nueva identidad visual | IPMARK



IPMARK (@IPMARK)


«El rebranding ha sido un trabajo colaborativo entre el equipo interno de la marca y la consultora Lambie Nairn. En este proceso, también han participado Kantar y WPP, Pons IP, Picnic, Somos-EDT, El Ruso de Rocky y Havas Media».




«Telefónica se une a la ola de rebranding de estos últimos meses, presentando su nueva identidad visual corporativa que rescata el logotipo creado en 1984 y lo moderniza para adaptarlo al futuro. Este cambio de imagen es el quinto de la marca desde su nacimiento en 1924.

»La nueva identidad visual, que ya está presente en todos los países en los que opera, está compuesta por cinco círculos que, como en el caso de su predecesor, configuran la letra ‘T’, característica de la marca. Ahora, el logotipo tiene un diseño más estilizado y moderno, sin olvidar sus raíces. Su imagen se extenderá a las áreas de Tech, Empresas o Fundación Telefónica.

»El emblema se trata de cinco esferas simbólicas para la marca, porque es el quinto logo en la historia de la empresa, así como también recoge los cinco pilares del nuevo plan de acción de la compañía y porque cada esfera representa sus señas de identidad: telecomunicaciones, tecnología, transformación, talento y trascendencia.

»Este rebranding ha sido desarrollado por el equipo de marca de Telefónica, con el apoyo de la Lambie Nairn, consultora de branding de WPP, que ha participado en las actualizaciones de O2, Movistar y Vivo en los últimos años. Después de varios trabajos en grupo y presentar distintas alternativas, se decidió “retomar la imagen de Telefónica para modernizarla y proyectarla a futuro”, han declarado en un comunicado.





»Esfuerzo colaborativo

»Una vez definida la identidad corporativa, varias agencias han colaborado en el lanzamiento. Kantar y WPP fueron las encargadas de sondear las percepciones de los distintos grupos de interés sobre las propuestas del nuevo logo; Pons IP, el despacho de abogados responsable de la estrategia de registro y protección jurídica de la marca y su propiedad intelectual; Picnic ha apoyado la conexión con el posicionamiento estratégico de marca; Somos-EDT se ha encargado de su presentación en la Junta General de Accionistas y las primeras acciones de rebranding de edificios y engagement con empleados; y El Ruso de Rocky y Havas Media han sido las agencias encargadas de la creatividad de la campaña de publicidad y su plan de medios. El equipo interno de Telefónica ha desarrollado el resto de adaptaciones de materiales, como el vídeo de misión de marca o los elementos de comunicación.



»Color azul y nueva tipografía

»Para representar el logo, se ha elegido el color azul (Pantone 2386) que expresa “modernidad y tecnología. Se trata de un color que parte de los entornos digitales con expresividad”, han indicado. También se ha generado nueva tipografía, la Telefónica Sans, pensada para optimizar el ecosistema digital.

»“La nueva marca busca reflejar la importante transformación de Telefónica, marcada por las redes de ultra banda ancha y los nuevos servicios tecnológicos. Lejos de crear algo nuevo, hemos recuperado uno de nuestros símbolos históricos, sobre el que creamos una identidad flexible, digital, sencilla y relevante”, indica Rafael Fernández de Alarcón, director de marca, patrocinios y medios de Telefónica».






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abril 20, 2021

Negative Space



Corto escrito y dirigido por Max Porter y Ru Kuwahata. FilmAffinity (@Filmaffinity)


Los tipógrafos y la tipografía a menudo dicen que el espacio en blanco no es tipográfico, manifiestan una especie de horror vacui. Este cortometraje muestra otro tipo de percepción del vacío, también por creatividad y construcción (o espíritu constructivo). Multipremiado en importantes festivales cinematográficos.




Corto de animación basado en un poema de Ron Koertge (@ronkoertge)
Mediapose. Blog de cine y animación


«My dad taught me to pack: lay out everything. Put back half. Roll things that roll. Wrinkle-prone things on top of cotton things. Then pants, waist- to-hem. Nooks and crannies for socks. Belts around the sides like snakes. Plastic over that. Add shoes. Wear heavy stuff on the plane.

»We started when I was little. I’d roll up socks. Then he’d pretend to put me in the suitcase, and we’d laugh. Some guys bond with their dads shooting hoops or talking about Chevrolets. We did it over luggage.

»By the time I was twelve, if he was busy, I’d pack for him. Mom tried but didn’t have the knack. He’d get somewhere, open his suitcase and text me— “Perfect.” That one word from him meant a lot.

»The funeral was terrible—him laid out in that big carton and me crying and thinking, Look at all that wasted space.»

“Negative Space” by Ron Koertge, from Sex World. © Red Hen Press, 2014.


Tres entrevistas que los autores del corto hicieron a Ron Koertge.








abril 14, 2021

«En el diseño lo importante no es la herramienta, lo importante no es el medio, sino las ideas, la fuerza y la coherencia de la forma»



Paloma Abad (@palomaabad), «Íñigo Jerez (@EstudioExtra, @extratypedesign) detalla la anatomía de Chamberí, la tipografía exclusiva de Vogue España (@VogueSpain), en todas sus variaciones», Vogue España (@VogueSpain)

Este reportaje se publicó en Vogue núm. 389 (agosto 2020).


«El diseñador y tipógrafo mallorquín Íñigo Jerez, fundador del estudio Extra y creador de la tipografía con la que se escriben los titulares y textos de Vogue España desde septiembre de 2018, explica la evolución de la misma, que ahora estrena la versión Eugenia, más estilizada y sofisticada».




«Uno de los secretos de una buena tipografía es ser capaz de pasar totalmente desapercibida y adaptarse al entorno. Al menos, eso cree Íñigo Jerez (Palma de Mallorca, 1972), director creativo en Extra Estudio y uno de los diseñadores y tipógrafos más demandados del planeta.

»El mallorquín comenzó a interesarse por la construcción de letras en los noventa, cuando entró en el ciclo de diseño gráfico de la escuela Massana (Barcelona). “Tuve la suerte de entrar directamente al tercer curso, pero llegué con miedo, porque no tenía ninguna noción de tipografía, y eso hizo que para ponerme al día me pusiese a estudiar por mi cuenta. Me enganchó”, cuenta desde las oficinas de su estudio. Su memoria de final de curso fue, por supuesto, una tipografía. Y curiosamente terminó usándose la célebre revista musical barcelonesa aBarna en el año 2000. “Ver por la calle a gente leyendo la revista a través de mis letras me motivó para seguir profundizando”, dice.

»Era solo el comienzo de una longeva relación con la tipografía. Tan apasionada, que Jerez llegó a editar su propia revista durante cuatro años (entre 2000 y 2004). En ese proyecto combinaba la dirección de arte, el diseño editorial y el diseño tipográfico. Cada número tenía una tipografía diferente, fruto de su imaginación. “Fue la experiencia más compleja, completa e intensa que pueda haber vivido. Eso me ha dado una visión muy abierta de mi profesión”, recuerda.

»De entre sus trabajos, quizá la tipografía más premiada es la Quixote, que realizó inspirándose en la primera edición de El Quijote y en los estándares barrocos del siglo XVII. Pero acaso pueden resultar más familiares para el gran público las que realizó para el F. C. Barcelona (F. C. Barcelona Typeface), Wallapop (Wallie) o Vogue España (Chamberí). “Es igual de emocionante ver tus letras en la espalda de Messi, en el chat de Wallapop, o en los textos de Vogue”, concede.

»Chamberí, la tipografía que realizó para Vogue España, se estrenó en el número de septiembre de 2018. “En el fondo, es una tipografía muy ‘vulgar’. Está construida sobre la misma estructura que comparten todas las tipografías para prensa. Digamos que es un estándar, un arquetipo, una tipografía práctica que funciona muy bien y pasa desapercibida en el texto. Pero la característica que la hace especial es que a medida que la ampliamos y la empezamos a mirar de cerca y a emplear en tamaños grandes y en titulares se va estilizando. Cuanto más grande, más elegante se revela. Hemos intentado llevar ese contraste al límite y trabajar los detalles para que tenga una personalidad única, adaptada a la revista”, describe, cargado de precisión y cariño hacia su oficio. “Creo que el concepto de Chamberí tiene mucho que ver con la moda, con cómo podemos modular una voz, una identidad, en función de cómo la vistamos”, concede.

»Al igual que había hecho con las letras de la revista Suite, Chamberí se “viste” con variaciones en función de los temas principales de cada número de Vogue. “Nostalgia [que apareció en portada del número de diciembre de 2019, protagonizado por la modelo Karlie Kloss], es una interpretación déco que nos traslada a una estética muy concreta. Ausencia [que debutó en febrero de 2020, de la mano de Miriam Sánchez, Marina Pérez e Inés Sastre, en un número que recorría España] habla del vacío de manera explícita pero muy elegante. Tosca [que vio la luz en mayo de 2020, en pleno confinamiento, al abrigo de la primera portada ilustrada de Vogue España] es un interpretación dura de los detalles de Chamberí a través de la geometría más inocente. Y la última, Eugenia [estrenada en el número de agosto de 2020], es la sublimación de la elegancia y la sofisticación, mezclada con un toque muy sutil de ironía”, enumera.

»Estos pequeños matices pueden pasar desapercibidos (ya hemos quedado en que eso estaba entre los secretos de una buena tipografía), pero son necesarios para presentarse ante el lector con una personalidad única. “Como cualquier revista, Vogue es un binomio entre texto e imagen y, en ese sentido, la tipografía tiene un peso esencial. Que una revista tenga una voz propia, reconocible y adaptada a su personalidad es más que esencial. Es algo que resulta inevitable”.

»Asegura Jerez que una de las mejores cosas que le podían haber pasado fue comenzar a trabajar en la era analógica, dibujando y bocetando a mano. “Hoy en día muchos estudiantes de diseño gráfico le tienen pánico a sus propios bocetos, es un contrasentido. Las nuevas generaciones son más digitales, sin duda, pero en el diseño lo importante no es la herramienta, lo importante no es el medio, sino las ideas, la fuerza y la coherencia de la forma. Sigo pensando que el dibujo analógico es la herramienta más rápida y potente para proyectar, y también para formalizar”. Y, por supuesto, defiende sumergirse en los textos del pasado con vocación de análisis e investigación.

»“El conocimiento de la historia es imprescindible, no tanto para memorizar fechas y nombres, sino para entender cómo y por qué ha evolucionado la tipografía. Ese conocimiento nos da todas las herramientas para seguir creando”, cuenta. “Para mí, la historia es la gran fuente de inspiración. Si tuviese que escoger un periodo, elegiría el Renacimiento, sin duda, en esa época ocurrieron cosas mágicas en Venecia que dieron forma a la tipografía tal como la leemos en la actualidad. Han pasado más de cinco siglos y lo esencial no ha cambiado”.

»Por fortuna, parte de ese conocimiento que Íñigo Jerez ha ido acumulando y atesorando a lo largo de los años, quedará para los anales de la historia: está preparando su primer manual de diseño tipográfico, junto a la editorial malagueña Jardín de Monos. “El volumen tiene un enfoque muy personal. En él explicaré cómo se ha diseñado la tipografía a través de la cual se lee el propio libro. Así, trataré de demostrar que diseño gráfico y tipográfico son ámbitos íntimamente relacionados”, resume. Eso sí, no planea su publicación hasta comienzos de 2021.

»Mientras tanto, está perfilando la entrega de nuevas tipografías para Adolfo Domínguez, el Club de Creativos y ESADE. Cada una tendrá su propia personalidad. Pero todas, a buen seguro, seguirán una misma premisa: ser capaces de pasar desapercibidas y adaptarse al entorno».


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«La tipografía es el artefacto gráfico más importante que ha inventado la humanidad»


Pablo Delgado (@pa_dg)

«Entrevista a Iñigo Jerez, diseñador. El diseñador gráfico palmesano está considerado como uno de los tipógrafos más destacados de nuestro país»

Fahrenheit 451 (@abc_blogs)




«Desde 1995, Iñigo Jerez (Palma de Mallorca, 1972) diseñador gráfico y tipógrafo, a través de su estudio especializado en tipografías Extratype (@extratypedesign), inunda el mercado de buenas letras a través de publicaciones, identidades corporativas y envases a los que viste y da una voz especial en un mercado saturado de impactos visuales.

»En el año 2006 crea además junto a José Bellés Extra Estudio (@EstudioExtra), un estudio de branding y comunicación visual, generando así sinergias significativas entre proyectos, a los que dota de un mensaje claro y diferenciador mediante tipografías para medios analógicos o digitales, en los que destacan por su calidad, a través del detalle y la elegancia en el trazo, para que cada familia tipográfica creada cumpla la función necesaria para la que ha sido pensada, generando así proyectos únicos y sofisticados.

»Muchas empresas e instituciones han puesto su confianza en él, con los que ha realizado proyectos de identidad visual y diseñado una amplia variedad de proyectos editoriales y de comunicación. Además, lo certifican —que estamos ante un diseñador/tipógrafo de calidad— los numerosos premios que ha recibido a lo largo de su carrera, entre los que destacan los certificados de excelencia tipográfica concedidos por ATypI y el Type Directors Club de Nueva York.

»Cursó estudios de Ilustración en la escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca, diseño gráfico en el Centre d’Art i Disseny Escola Massana de Barcelona y también tipografía en Parsons School of Design (Nueva York).


»¿Qué le llevó a interesarse por el diseño? ¿Por qué se decidió por la tipografía?

»Desde pequeño me gustaba hacer cosas con las manos, modelar, dibujar, empecé estudiando ilustración, y me apasionaba el mar, el windsurf, quería navegar con mis propias tablas, así que empecé a investigar y acabé diseñando y fabricando mis propias tablas. Cuando empecé a estudiar diseño gráfico y entendí lo importante que era la tipografía dentro de esa profesión, me pasó algo parecido, quería diseñar con mis propias tipografías. Empecé de manera autodidacta, investigando, probando, equivocándome e invirtiendo una gran cantidad de tiempo, primero eran autoencargos, la tipografía me atrapó, y poco a poco fueron llegando algunos encargos que me animaron a seguir aprendiendo, y hasta el día de hoy.


»El diseño tipográfico sirve para...

»El diseño tipográfico, crea, diseña y produce tipografías, eso permite que tengamos a nuestro alcance una gran diversidad de posibilidades para trasmitir información a través de las letras, las palabras, y el texto.

»La tipografía es el artefacto gráfico más importante que ha inventado la humanidad. La tipografía cambió la historia y permitió una divulgación del conocimiento y la cultura sin precedentes. A día de hoy, y ya sumergidos de lleno en la digitalización, sigue siendo una herramienta y un vehículo imprescindible para el lenguaje, para comunicarnos.


»¿Qué requisitos considera necesarios para ser un buen diseñador?

»Pasión, tesón, interés por la cultura visual y por la cultura en general, sensibilidad por la forma, empatía para poder entender y comunicarte con un cliente. Creo que no hay una sola forma de acercarse al diseño. En mi caso, mi herramienta esencial es el dibujo, definir y pensar a través de él, pero, ahora mismo, el diseño es una palabra que abarca muchos campos y hay múltiples formas de acercarse a esta disciplina. Incluso dentro del diseño gráfico, hay enfoques cercanos a la ilustración y diseñadores que trabajan con programación y matemáticas.


»¿Qué diseñadores o personas han podido marcar su trayectoria profesional?

»Respecto al diseño tipográfico, Adrian Frutiger. Hay muchísimos tipógrafos y diseñadores a los que admiro y la lista seria muy larga, pero a pesar de que nunca tuve la oportunidad de conocerle, Frutiger me enseñó mucho, analizaba hasta el más mínimo detalle de su trabajo, lo media, lo destripaba. La gran calidad y diversidad de su trabajo me enseñó mucho.


»¿Desde que comenzó su carrera, cómo ha evolucionado usted y el diseño tipográfico hasta hoy?

»Pues ha sido un largo proceso de aprendizaje en el que sigo sumergido. Empecé justo con la explosión de la tecnología digital y he vivido una mejora constante de las herramientas de producción. Ahora todo es más nítido, más fácil y accesible.

»En la actualidad, podemos llegar más lejos en menos tiempo, pero la esencia en cuanto al diseño y producción de una tipografía es muy similar. Sigo trabajando combinando el lápiz y el papel con el ordenador. Me siento afortunado por haber estudiado ilustración analógica antes de sumergirme en el diseño gráfico y el ordenador.


»¿Qué es lo que le resulta más estimulante de su profesión?

»Al principio diseñar con mis propias tipografías, antes que tipógrafo soy diseñador gráfico, y el hecho se hacer mis propias tipografías para mis proyectos me enseñó mucho. Soy de la opinión que tipografía y diseño gráfico no se pueden separar, y mezclar con intensidad las dos disciplinas es muy enriquecedor. A día de hoy me siguen estimulando los autoencargos, pero también disfruto y aprendo viendo cómo mis clientes utilizan mis tipografías.


»El diseño gráfico actual, se define en gran medida por la tecnología ¿cree que se ha perdido toda vinculación con lo artesanal? ¿El ordenador ha pasado a ser una herramienta esencial para la toma de decisiones?

»La tecnología digital ha cambiado radicalmente nuestra profesión, es una herramienta muy potente que ha permitido integrar todos los ingredientes del diseño gráfico como nunca antes se había hecho: tipografía, fotografía, movimiento, sonido… pero la esencia de un buen proyecto, la idea, la capacidad organización y la sensibilidad en la formalización todavía están en nuestras manos.


»Ha diseñado muchas tipografías. De todas ellas, ¿hay alguna que le ha producido mayor satisfacción? ¿Por qué?

»He aprendido de todas, de todos los proyectos, pequeños o grandes, siempre he sacado algo positivo. Tengo un especial recuerdo de Quixote, la tipografía que diseñé para el cuarto centenario de la publicación de la obra maestra de Cervantes, a pesar de que la tipografía se perdió en los cajones de la burocracia institucional, a mí me permitió acceder a otro nivel y me acercó intensamente a la historia de la tipografía y a los clásicos, que a día de hoy son mi gran fuente de inspiración.

»También aprendí mucho del sistema tipográfico que diseñé para el FC Barcelona junto con la agencia Summa, un proyecto muy complejo donde la metodología, la organización y el trabajo en equipo funcionó muy bien. Más recientemente, disfruto mucho viendo como Oscar Germade utiliza maravillosamente Chamberí, una familia tipografía compleja y sofisticada diseñada para la revista Vogue.


»¿A través del diseño de una tipografía se puede expresar el espíritu de una época determinada?

»Todas las tipografías que se han convertido en arquetipos expresan de manera más o menos sutil el espíritu de la época en que fueron creadas. Por ejemplo, la tipografía Caslon, expresa en su forma elementos del barroco, o la Bodoni sobre el Romanticismo. Un arquetipo como Helvética se ha convertido en símbolo universal del movimiento moderno, ya no es solo un arquetipo, se ha convertido en un estereotipo, todo tiene que ver con nuestra memoria y las asociaciones que se generan al ver una tipografía insistentemente en un determinado contexto. En la actualidad vivimos una época donde conviven todos estos arquetipos y donde además jugamos a mezclarlos y descontextualizarlos.


»¿Qué aporta la tipografía a la sociedad, a la cultura o a las marcas?

»Para la sociedad, la tipografía pasa totalmente desapercibida y eso es bueno, porque significa que funciona y está totalmente integrada.

»A pesar del cambio que ha supuesto la digitalización, la tipografía sigue siendo una herramienta visual imprescindible para el lenguaje y para comunicarnos, la vemos en un rotulo, la leemos en la televisión, seguimos leyendo libros y periódicos, sea en papel o en pantalla, la utilizamos a diario para las redes sociales. Y para las marcas la tipografía es una voz, su voz, inevitablemente cuando una marca o una institución elige una tipografía está definiendo su tono, su personalidad, su claridad y sus posibilidades de expresión para hacer llegar sus mensajes y contenidos a su público.


»¿Queda algo por descubrir en tipografía?

»Lo que descubriremos tendrá que ver con la tecnología, nuevos usos, nuevos formatos, mejores herramientas. Pero la esencia de la tipografía es su “convencionalidad”, y en ese terreno apenas habrá cambios. Muchos siglos después del Renacimiento seguimos utilizando el mismo esquema, las mismas estructuras, lo esencial no ha cambiado. Los tipógrafos trabajamos con nuevas maneras de organizar una familia tipográfica, trabajamos con el estilo y con la infinidad de matices que permiten que una tipografía sea especial y diferente a las demás, pero no inventamos nada nuevo.


»¿Cómo y por qué los diseñadores eligen una tipografía?

»Pues deberían de hacerlo según el contexto de uso y las necesidades del proyecto. Cuando eliges una tipografía hay dos grandes campos de decisión, el funcional, ¿dónde y para que la voy a utilizar?, y esto afecta a una serie de decisiones más estructurales, y el expresivo, o de estilo, que define lo que debe transmitir y cómo se adapta estéticamente a la personalidad del encargo.


»¿Qué nos cuentan las tipografías y cómo pueden cobrar un papel esencial en una publicación como instrumento expresivo?

»Volvemos a la metáfora de la voz visual. Para una publicación esa voz, esa tipografía es esencial, porque es el vehículo a través del cual transmite no solo el contenido, sino también el tono y el estilo. ¿Por qué todas las tipografías de los periódicos se parecen tanto? Porque la idea es que la información sea lo más transparente neutra y clara posible. A partir de esa neutralidad hay muchos matices, y sobre todo, hay que definir o escoger una o varias familias tipográficas que se adapten a las necesidades específicas de la publicación: negritas, condensadas, cursivas etc.


»¿Hay diferencia cuando diseña una tipografía para texto o para ser utilizada en carteles? ¿Por qué?

»Totalmente. A mí me fascinan las letras para texto, precisamente por la textura, esa mezcla casi mágica de lo abstracto de una textura homogénea en la cual a medida que te acercas vas descubriendo palabras y de la cual te olvidas totalmente cuando te sumerges en la lectura. Cuando diseñamos una letra de texto estamos muy limitados, debe responder a una convención, el lector debe sentirse cómodo. Es un terreno muy sutil, pero a mí me resulta fascinante, en cualquier caso, siempre hay margen, no es lo mismo una tipografía para leer literatura que una tipografía para componer los textos de una revista de deportes. No hay espacio para la innovación, pero sí mucho para los matices, y a veces de eso trata el diseño, de los matices.

»Cuando diseñamos una tipografía para un cartel, ya no hay convenciones, todo depende de cómo queramos relacionar el concepto o el mensaje del cartel con la forma tipográfica. El público deberá reconocer las letras y las palabras con más o menos dificultad, pero podemos trabajar con total libertad las posibilidades expresivas.


»¿Un diseño se puede convertir en arte? ¿Podemos encontrar la belleza en la letra?

»Pienso que solo los amantes de la tipografía, los diseñadores gráficos y los “letraheridos”, pueden llegar a encontrar belleza en la tipografía, y lo entiendo, porque es un territorio muy especializado, creo que pasa más o menos lo mismo en muchas profesiones. Sobre el diseño y el arte, compartimos herramientas e incluso lenguajes, pero el diseño responde siempre a un encargo, el diseñador debe situarse detrás del cliente, el que comunica es el cliente, los diseñadores gráficos somos intermediarios, en el arte el artista está delante de su audiencia.


»¿Qué no soporta ver en un diseño o en una tipografía?

»Soporto con gran interés todas las tipografías, me gusta demasiado la letra, me atrae todo, el grafiti, las tipografías vernáculas, la rotulación naíf, o incluso el garabato de un niño, puedes encontrar magia en cualquier sitio. Lo único que no soporto es una buena tipografía maltratada, mal compuesta o mal espaciada.


»¿Cómo debe ser una tipografía para que sea fascinante, atrape, no pase por indiferente y perdure en el tiempo?

»Para que una tipografía perdure en el tiempo debe convertirse en un arquetipo, en un modelo, de esos ejemplos tenemos una secuencia muy clara a lo largo de la historia, Jenson, Garamond, Caslon, Baskerville, Bodoni, etc. son modelos mil y una veces reinterpretados con diferentes matices que responden a estructuras muy fuertes.

»Otro tema es la fascinación, la atracción, ahí podríamos entrar en el terreno de la moda. Las tipografías se ponen de moda igual que lo hace la ropa o la música, creo que es un tema de mímesis e influencers. Si diseñadores de referencia usan mucho un tipo de letra esta se expandirá como la espuma. Solo con el tiempo podremos comprobar si algo de lo que estamos haciendo ahora, en esta época tan caótica, perdurará en el tiempo.


»Ha diseñado y rediseñado logotipos de marcas reconocidas. ¿Qué debe transmitir la tipografía en una marca? ¿Cómo debe ser ese vínculo con el consumidor al que se dirige?

»Una marca es muchísimo más que un logotipo, una marca es una manera de hacer las cosas, una historia, un estilo, el logotipo es solo una pequeña parte de su valor, pero es importante porque es el distintivo visual con el que el público identifica al instante esa marca y todos sus atributos, leemos Coca-Cola o vemos la manzana de Apple e inevitablemente nuestra mente se llena de referencias, y eso no depende tanto del logotipo sino de nuestras experiencias y percepciones de esa marca. Lo importante de un logotipo es que sea formalmente consistente y consecuente con la historia y el relato de la marca.


»¿España es país para diseñadores de tipos? ¿Se valora realmente al que ejerce esta profesión?

»Cada día se valora más. En España no tenemos la tradición tipográfica que hay en Inglaterra, Estados Unidos o Alemania. Nuestra historia industrial, y la tipografía ha sido una industria, ha sido muy diferente. En cualquier caso, aunque todavía hay diferencias, sobre todo ante el valor que la sociedad da al diseño, pienso que se van diluyendo las fronteras.


»Usted transmite sus conocimientos a los jóvenes que se están formando, ¿qué valor tiene la formación en un diseñador? ¿Cree que en España se da el valor necesario a la formación de diseñadores?

»Durante quince años he impartido clases y me parece que es un ejercicio de responsabilidad muy importante. La formación para un diseñador es esencial, pero hay que tener en cuenta que no hablamos de ciencias exactas, no hay una fórmula, no hay una receta. Es un terreno difuso donde intervienen factores tan subjetivos como la creatividad y la sensibilidad, elementos claves de una profesión que no podemos enseñar a través de una única fórmula.

»Siempre pensé que mi misión cuando impartía clases era transmitir mi experiencia, mostrar con mucha relatividad algo de mi metodología y, sobre todo, motivar al alumno a pensar y aprender por sí mismo y a descubrir su propio camino.


»Para terminar. Hay más libros y artículos sobre el diseño de tipografía de lo que la gente piensa, ¿qué tres libros recomendaría a todo diseñador?

»Counterpunch: Making Type in the Century, Designing Typefaces Now. Fred Smeijers.

»The Elements of Typographic Style. Robert Bringhurst.

»Adrian Frutiger–Typefaces: The Complete Works. Heidrun Osterer»



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abril 08, 2021

Alberto Binder: «Neopopulismo y retórica ineficaz»



Artículo publicado en Página 12 (@pagina12) en respuesta a una nota de Jorge Alemán.

El autor es presidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) (@INECIP) y del Centro de Políticas Públicas para el Socialismo (CEPPAS) (@CEPPAS).


«Los sectores populares han definido con mucha claridad sus intereses objetivos y los expresan con mucha fuerza bajo los lemas de “Tierra, Techo, Trabajo” y de fin del patriarcado como extensa práctica social que oprime a grandes sectores sociales, en particular los más vulnerables».


«¿Por qué cargarle al sector popular, que tiene claro lo que quiere, los dobleces y tibiezas de la dirigencia política que dice hablar en su nombre y subordina todos los programas a un inmediatismo permanente?».


«Hace tiempo —mucho antes del actual gobierno— que está en marcha una profunda distorsión y malversación de un proyecto nacional y popular concreto y no discursivo, que los sectores populares tienen mucho más claro que sus dirigentes».



Imagen en Página 12.


«Neopopulismo y retórica ineficaz»

«En primer lugar, pido disculpas: no me agrada opinar públicamente por fuera de mis áreas de competencia profesional (justicia, seguridad y afines), pero los interrogantes que plantea la nota de Jorge Alemán (“Populismo revisitado”, 27 de marzo) significaron una tentación irresistible.

»Mucho se ha escrito desde hace más de cincuenta años sobre el populismo, sus significados, ambigüedades y límites. Un tema plagado de debates internos en los que Arico y otros gastaron sus plumas. Por eso me circunscribo a los interrogantes que propone alemán, porque me parecen equivocados para pensar los problemas actuales del “populismo”. Quiero discutir su pertinencia.

»Nos propone, en primer lugar, 1) “¿Cómo puede ser sustentable un proyecto transformador cuando los sectores populares no siempre defienden necesariamente sus ‘intereses objetivos’?; 2) ¿De qué modo una voluntad colectiva, heterogénea, compuesta por distintos segmentos subalternos: trabajadores, feministas, excluidos, logran articularse en un sujeto histórico que no borre las diferencias desde donde surge, pero que a su vez anude a los sectores explotados y oprimidos; y 3) ¿Cómo se radicaliza un proyecto democrático cuando el capitalismo neoliberal no sólo se ha adueñado de la realidad sino que presenta dispositivos ideológicos que capturan a la subjetividad hasta el punto de ir contra sus propios intereses vitales”.

»Es decir, las preguntas plantean la falta de claridad sobre cómo defender sus intereses en los propios sectores populares, falta de prácticas “articuladoras”, y ausencia de una red de comunicación propia de los sectores populares. No creo que debamos volver a esos debates. Propongo reformular las preguntas del modo siguiente.

»Primera: Los sectores populares han definido con mucha claridad sus intereses objetivos y los expresan con mucha fuerza bajo los lemas de “Tierra, Techo, Trabajo” y de fin del patriarcado como extensa práctica social que oprime a grandes sectores sociales, en particular los más vulnerables. Además, un sector organizado de esos sectores populares lo ha convertido en un Plan de Desarrollo Humano Integral, que se ha presentado como propuesta de gobierno.

»¿Cómo debemos calificar a la política que responde con extractivismo, resguardo de la financiarización de la economía, el subsidio individual como única herramienta disponible, incapaz de diseñar una política de redistribución de la tierra y el equilibrio demográfico del país, y alienta los desarrollos inmobiliarios, hasta el punto de desalojar por la fuerza a quienes trataron de construir sus pobres casas? ¿O no toman cabal conciencia de la profundidad y extensión que el feminismo moderno plantea como base de una reorientación completa de la economía, la política y la vida social? Todo ello en nombre de los sectores populares cuyos intereses dicen representar.

»¿Por qué cargarle al sector popular, que tiene claro lo que quiere, los dobleces y tibiezas de la dirigencia política que dice hablar en su nombre y subordina todos los programas a un inmediatismo permanente? Nunca está claro el límite impuesto por las condiciones sociales objetivas y el autolímite impuesto para la lógica de las concesiones y la incapacidad de afrontar las peleas propias de las luchas de intereses, sin las cuales no se comprende el sistema democrático.

»Segunda: La unidad en el nivel de las bases de los sectores populares es mucho más fácil de conseguir —y se consigue en base a una decidida labor de los dirigentes sociales—, sin la permanente política de fragmentación que se promueve desde ciertos sectores de la dirigencia política, sindical y cultural.

»Dada la complejidad de la sociedad contemporánea es indispensable una nueva política, que ayude a tejer y sostener los acuerdos sociales, frente a la tendencia a la disgregación: ¿Hace esto la dirigencia política del campo nacional y popular? O la política de fragmentación se ha convertido en una buena manera de evitar el peso de la representación, para gerenciar otros intereses de la mano del financiamiento ilegal de la política (núcleo de la corrupción que es, en todo caso, una profunda traición a los intereses populares, porque siempre implica la alianza con empresarios prebendarios).

»Tercera: Cualquier política de transformación necesita una fuerte política de democratización de los medios de comunicación. ¿Cómo hacemos para construir una red democrática de comunicación, cuando se ha abandonado el fortalecimiento de radios, páginas web, noticieros alternativos, etc., que sucumben ante las dificultades prácticas, y se sigue repartiendo el negocio de la pauta oficial entre los diarios que tienen suficiente sustento económico y luego son reconocidos como “hegemónicos? ¿No es esto “populismo perverso”?

»No lo puedo decir con toda seguridad y espero que el autor me disculpe, pero subyace la idea de que los que no entienden los postulados del “populismo revisitado” son quienes sostienen políticas neoliberales —a quienes las preguntas de Alemán no les interesan en lo más mínimo— y algunos ingenuos que le harían el juego a la derecha (la vieja y peligrosa idea de los “tontos útiles” o las “almas bellas”).

»A mi juicio nada más alejado de la realidad; hace tiempo —mucho antes del actual gobierno— que está en marcha una profunda distorsión y malversación de un proyecto nacional y popular concreto y no discursivo, que los sectores populares tienen mucho más claro que sus dirigentes.

»“La hipótesis populista se construye y se deconstruye en el accionar de su praxis y se elabora con la trama histórica en la que se desenvuelve” nos dice el autor que nos interroga. Yo pondría otra hipótesis: una buena porción de nuestros dirigentes “populistas”, han encontrado el modo de malversar los urgentes intereses populares, y convertir al Estado (instrumento insoslayable y esencial para esos intereses “objetivos” de los sectores populares) en una red amorfa de quioscos y quiosquitos. Un Estado del que se ha apropiado la clase media y sirve ineficazmente al objetivo de construir las bases de la igualdad social. Mantener a un Estado ineficiente es la gran malversación de este nuevo “populismo” coyuntural y ventajero. Me parece mucho más útil hablar de este populismo antes que recrear los debates teóricos del pasado».


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