junio 05, 2023

Modelo de oralidad PERPET: Preparación, Energía, Respiración, Público, Espacio y Técnica (Aplicado en las aulas de la Universidad ICESI)



Óscar Ortega García, James Rodríguez Calle y Maritza Montaño
«Aspectos generales de un modelo de oralidad en la Universidad Icesi»

Revista CS, n.º 18 (2016)

Revista CS | Universidad ICESI (Instituto Colombiano de Estudios Superiores de INCOLDA (Instituto Colombiano de Administración)) | Facultad de Derecho & Ciencias Sociales y Editorial de la Universidad ICESI | Cali | COLOMBIA


Extracto de páginas 194 a 197 del artículo en PDF. Véanse notas y referencias en la publicación original. Licencia Creative Commons.




El modelo PERPET

La sigla PERPET corresponde a Preparación, Energía, Respiración, Público, Espacio y Técnica. Se trata de un modelo (pedagógico, no mediático aún) que sintetiza los hallazgos metodológicos del profesor Delgado, y algunos profesores que lo hemos acompañado, para lograr una puesta en escena prestigiosa, efectiva y eficiente. Esta metodología de trabajo constituye la base del Modelo de Oralidad propuesto a la Universidad ICESI [MOI]. Representa el punto diferenciador a la hora de asumir la oralidad en la academia, puesto que no atiende los aspectos propios de la comunicación como algo meramente técnico sino como fundamentales al momento de compartir conocimiento.

Una vez los estudiantes escriben el documento tipo ensayístico (y cumplen con la primera parte del MOI [Modelo de Oralidad ICESI], el inventio), deben concentrar la atención en la puesta en escena de la sustentación oral de este trabajo. Así, los procesos de comunicación de los que debe ocuparse el orador son:


1. Preparación

Corresponde en primer lugar a la disposición (dispositio) de la puesta en escena, bajo la estructura de un plan de oralidad. Aquí se recurre a la estructura clásica en cuatro momentos: exordio, narratio, demonstratio y epílogo.

En el exordio, el orador estructura su saludo, la presentación del tema y de su idea central, además de esgrimir un gancho con el que pretende captar la atención del público (puede ser con una pregunta retórica, una cifra impactante o una anécdota personal). La creatividad se pone en juego, además de la sensibilidad del estudiante, porque deberá lograr que los datos alcanzados en la investigación realizada para la elaboración del texto escrito se fusionen de una manera cálida con los asistentes a la exposición. Un buen gancho, que no debe superar los cuarenta segundos, garantiza la atención en lo que se dirá en el siguiente paso, la narratio.

Llega el momento de la exposición de los argumentos: la distribución clara y concreta de los datos (cifras, voces, frases, anécdotas, etc.) debe ir en concordancia con la idea central ya expresada. Se evita caer en repeticiones innecesarias o argumentos poco sólidos. El tiempo estimado para este momento oscila entre los dos y los cuatro minutos.

El tercer momento es la demonstratio, en el que se expone la conclusión del tema. Aunque pueda parecer extraño, algunos oradores concluyen con una idea diferente a la expuesta en el exordio, lo cual crea confusión entre el público. Nuestra recomendación es que se sinteticen las ideas secundarias dispuestas en la narratio y reiteren la idea central; de esta manera, los espectadores podrán recordar fácilmente la idea que está sustentando el orador. Entre veinte y cuarenta segundos es el tiempo estimado para una conclusión sintética.

Por último, está el epílogo, que no es igual a la conclusión. El orador debe dejar a su auditorio con una reflexión emanada de una pregunta o con el cierre de la anécdota con la que inició su discurso.

La preparación también incluye el ensayo de la estructura dispuesta en el plan de oralidad. En el modelo de oralidad de la Universidad ICESI se contempla las técnicas del espejo, del tape and ape (con una grabadora de voz), el uso del video o la exposición ante un grupo. Para los integrantes del Seminario de Oralidad, la técnica más apropiada es la del video, pues permite observar y oír aspectos que a simple vista no se perciben. En términos didácticos, cada estudiante que asiste al curso de Comunicación Oral y Escrita II recibe un diagnóstico de sus presentaciones con base en una rejilla de evaluación de cuatro aspectos: estructura de la presentación, lenguaje, lenguaje no verbal y material de soporte (diapositivas u objetos).


2. Energía

Para el momento de la puesta en escena (actio), el orador se ocupa del control de su contacto visual, usando una mirada que genere una interacción adecuada con el auditorio (las miradas se clasifican en una taxonomía). Sin caer en la instrumentalización de la comunicación, el contacto visual del orador con el auditorio podría representar, en algunos casos, ganancia o pérdida de la credibilidad, algo fundamental para la defensa de una idea.

De igual manera, se inscribe en el ámbito de la energía el contacto gestual: los asentimientos, deícticos, gestos básicos (principalmente con las manos y brazos) y los ilustradores de subrayado forman parte del carácter argumentativo de la presentación.

En promedio, las sustentaciones realizadas en el curso de Comunicación Oral y Escrita II oscilan entre los tres y los cinco minutos.

El tiempo se calcula con base en el número de palabras escritas para el exordio. Por supuesto, se adecúa de acuerdo al tiempo disponible para toda la presentación.

Reconocer cómo se mira y qué gestos se utilizan durante una exposición constituye una verdadera revelación para los estudiantes, pues pocas veces algún profesor se detiene en estos aspectos, quizás porque los considera irrelevantes dado que privilegia «el contenido». El modelo de oralidad propuesto enfoca su atención a la estructura de la presentación, pero también a los ítems del lenguaje no verbal.


3. Respiración

El cuerpo se controla a través de la respiración. La toma de conciencia del acto de respirar determina el flujo de las palabras y, con esta, la claridad en la sustentación de una idea central. La respiración suele ser el signo evidente del famoso pánico escénico, una característica casi común a todos los estudiantes. Con algunos ejercicios de toma, contención y expulsión del oxígeno, se busca lograr la respiración diafragmática, que logra la capacidad total de los pulmones. Por supuesto, no es fácil, pero la concienciación del acto de respirar puede traducirse en una puesta en escena contundente y clara, esto es, un discurso libre de muletillas y con pausas significativas.


4. Público

Una puesta en escena contempla un público. Durante los ensayos y ejercicios dispuestos en el curso de Comunicación Oral y Escrita II se hace una constante reflexión sobre el objetivo de la presentación, que no lo alcanza el orador, sino el auditorio. Por ejemplo, tratándose de una sustentación argumentativa, el objetivo podría estar en términos de convencer o persuadir al público de la idea central, bien sea que la logre incorporar como propia o cambie su parecer respecto al tema tratado en la exposición.

Durante el tiempo dedicado a la oralidad, los estudiantes refinan este aspecto con base en respuestas a preguntas del tipo ¿a quién se habla? o, ¿quiénes conforman el auditorio? También, a partir de técnicas para interactuar adecuadamente, como inspirar confianza al auditorio en los primeros minutos, detectar los posibles focos de distracción y la preparación de las preguntas, que pueden aparecer durante la exposición o al final de la misma.


5. Espacio

El orador también prepara los tipos de espacio, de tal suerte que sepa moverse en el auditorio o detenerse en un punto para concentrar la atención. La disposición del espacio puede representar tropiezos en la estructura, ya que el orador podría ubicarse en un punto donde su voz pierde proyección o la manera como se encuentra ubicado el público resulta incómoda para comprender el mensaje. Así, pues, durante el curso logramos conocer que existen escenarios a la italiana (clásico y con calles, como un salón de clases tradicional), en círculo, en U, en forma de espina de pescado (típico de los laboratorios de ICESI), en anfiteatro (como algunos auditorios) y la mesa de trabajo.


6. Técnica

En este último aspecto del modelo PERPET se ajustan los componentes propios de las tecnologías de la palabra, como la proyección de la voz, la resonancia, la articulación, la dicción, el tono, la tonalidad y la entonación. Algunos ejercicios propuestos a los estudiantes están ligados a la imitación de voces, la lectura en voz alta y representación con visos de teatralidad de una escena de alguna seria televisiva. La técnica es el último eslabón de la cadena y, sin duda, de mayor complejidad debido a la cantidad de componentes que alberga. Además, de la conexión natural con los demás aspectos, tal como lo hemos mencionado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario