junio 13, 2022

El silencio no es lo mismo que mutismo o quietud (ausencias de habla que no comunican), pues el silencio nunca es un elemento vacío



Beatriz Méndez Guerrero
«Silencio, género e identidad: actitudes de los jóvenes españoles ante los actos silenciosos en la conversación»

Revista de Filología, n.º 35 (2017)

Revista de Filología | Universidad de La Laguna (@ULL) | Facultad de Humanidades | Sección de Filología | San Cristóbal de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) | ESPAÑA


Extracto de páginas 207 y 224-225 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original del texto.




«Resumen

»Desde la sociolingüística se considera que las actitudes lingüísticas tienen un papel clave en el uso de la lengua y permiten conocer las identidades sociales de quienes las realizan. A pesar de ello, todavía son insuficientes los estudios que miden las percepciones de los hablantes respecto a los signos no verbales de la interacción. El silencio ha sido interpretado entre algunos grupos de jóvenes españoles como un recurso comunicativo frecuente con amigos que (1) los identifica socialmente, (2) les permite crear afiliaciones y estrechar vínculos con su grupo y (3) los diferencia de otras comunidades de práctica. En este trabajo, se aporta información sociopragmática (sobre lo que los jóvenes consideran socialmente válido según sus creencias y visión del mundo) y pragmalingüística (sobre cómo creen que usan el silencio en sus encuentros diarios) a través de un test de hábitos sociales, distribuido a 100 jóvenes universitarios españoles (50 mujeres y 50 hombres) de distintas procedencias.

»Palabras clave: silencio, actitudes lingüísticas, género, identidad grupal.


»Conclusiones

»A través de un estudio de actitudes lingüísticas se ha intentado determinar aquí si las jóvenes y los jóvenes españoles tienen una forma concreta y diferente de recurrir o valorar los actos silenciosos en la conversación —la cual no tiene por qué coincidir con otros grupos de hablantes (por ejemplo, los adultos)— y si estos usos forman parte de los rasgos comunicativos de los miembros del grupo, esto es, si pertenecen a su identidad social y grupal y si los usan para estrechar lazos entre sí.

»Tras el estudio puede concluirse que los actos silenciosos son elementos admitidos entre los jóvenes españoles encuestados, puesto que forman parte de un conjunto de prácticas sociales colectivas y habituales entre ellos. Y como parte de este conjunto de prácticas, son para los jóvenes actuaciones normativas que irán encaminadas a favorecer la comunicación dentro de su grupo y que, al mismo tiempo, definirán e identificarán al grupo socialmente y que lo alejarán de otros. Esta idea coincide con lo que ya hemos descrito en otros trabajos sobre la no asignación por parte de los jóvenes españoles de valores de descortesía al silencio y sobre el uso de estos signos no verbales, dentro de su grupo de práctica, como estrategias interactivas que los identifican y los unen y que están muy cercanas a la anticortesía (Méndez Guerrero: 2013, 2014).

»Además, también se ha podido determinar que, entre los jóvenes universitarios españoles, el silencio cumple varias funciones pragmáticas que están condicionadas por el contexto, el sexo de los hablantes, la relación social que existe entre ellos y el papel que ocupan los hablantes en la conversación (emisor o receptor). El valor social que se les asigna a los silencios también estará determinado por todos estos factores. Concretamente, a través de la información metapragmática recogida del análisis de los 100 cuestionarios o test de hábitos sociales, se han podido plantear hipótesis sobre distintas consideraciones sociopragmáticas y pragmalingüísticas del grupo de jóvenes encuestado hacia el silencio en los intercambios comunicativos:

»(1) Consideraciones sociopragmáticas: los actos silenciosos suelen parecerles a los jóvenes más molestos en los contextos en los que actúan como receptores que en aquellos en los que su papel es el de emisor. Cuando los silencios se dan entre amigos se observa, además, una tendencia a la anticortesía o al uso antinormativo de los silencios.

»(2) Consideraciones pragmalingüísticas: existen diferencias al recurrir al silencio en la interacción, ya que los encuestados los usan con distintas funciones pragmáticas o intenciones comunicativas en contextos formales o informales y dependiendo de la relación social que tengan con sus interlocutores.


»Esta información servirá como material de base en las futuras investigaciones en las que se analicen los actos silenciosos en conversaciones reales. Siguiendo la idea de Poyatos (1994) sobre la «triple estructura básica del lenguaje» que explica que las palabras, la quinésica y el paralenguaje comunican en conjunto, en trabajos venideros, será también muy necesario analizar la relación que existe entre el silencio y el resto de elementos verbales y no verbales que aparecen en la interacción.»





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