febrero 28, 2022

Figuras de presencia y figuras de comunión (A propósito de la «Representación retórica de Shakespeare en la prensa canaria del siglo XIX»)


Margarita Esther Sánchez Cuervo
«Representación retórica de Shakespeare en la prensa canaria del siglo XIX»


Tonos digital, n.º 28 (2015).

Tonos digital. Revista electrónica de estudios filológicos | Universidad de Murcia | Murcia | ESPAÑA.

Extracto de la publicación en PDF.
Enlace HTML. Publicado con licencia Creative Commons.


«Figuras de presencia

»Perelman y Olbrechts-Tyteca (1969: 115-120) se refieren a la presencia como la elección deliberada de un objeto sobre otro con el objetivo de afectar al auditorio. Estos estudiosos incluyen la amplificación como figura de presencia, aparte de otras como la onomatopeya, la repetición, la sinonimia, la interpretación, y una forma imaginaria de estilo directo. También hacen referencia a figuras relacionadas con el cambio brusco de tiempos verbales, como la hipotiposis, que refleja una descripción vívida de algo o alguien apelando al sentido de la vista; y la enálage de tiempo, que puede igualmente producir una sensación de presencia muy real al producirse un cambio brusco de tiempos verbales en la misma secuencia. Los antecedentes de la presencia se encuentran en Aristóteles (1909: III.11) quien, en su Retórica, distingue entre metáforas con enárgeia, que pueden revivir un objeto inanimado, y metáforas sin enárgeia.

»La noción de presencia se concibe en la actualidad como un principio retórico en sí mismo. Gross y Dearin (2003: 135-136) se refieren a la presencia como un concepto superior que desempeña un papel importante a la hora de incrementar o disminuir la admiración del auditorio. También es una consecuencia surgida de la necesidad del autor de seleccionar de entre una cantidad de material aquella que finalmente aparece ante su público. Por este motivo, el empleo de recursos que favorecen la presencia de algo o alguien involucra al auditorio de una manera activa, y facilita el reconocimiento requerido para la aceptación de un argumento (Tindale, 2004: 68). En el corpus que se ha investigado, la amplificación es el mecanismo más notable. [...]


»La amplificación

»Amplificar un elemento significa otorgarle una prominencia estilística de tal manera que este adquiere una importancia conceptual en el discurso y en la mente del auditorio. En concreto, el término amplificado puede ser desde una palabra hasta una imagen o un concepto abstracto, una línea individual dentro de la argumentación, o un rasgo estructural del discurso. En el octavo libro de Institutio Oratoria, Quintiliano recomienda cinco estrategias para lograr la amplificación (Fahnestock, 2011: 391-395).

»1. La primera se relaciona con el empleo de palabras estratégicas que puedan ensalzar a determinado personaje, como sucede en el caso que nos ocupa. La figura que resulta a partir de este uso se denomina auxesis, que puede definirse como la utilización de una palabra o frase que engrandece en lugar de otra más común (Lanham, 1991: 26).

»2. La segunda forma de amplificación no se representa en el corpus obtenido. Esta tiene que ver con la construcción de una serie en la que una enumeración de términos va de menor a mayor.

»3. La tercera concierne al uso de la comparación con el fin de aumentar o disminuir aquello que está siendo objeto del interés del autor. [...]

»4. La cuarta táctica de amplificación implica que el mismo auditorio pueda realizar una inferencia a partir de lo que dice el autor, con el fin de que se magnifique otra cosa. Esta maniobra para intensificar mediante la creación de inferencias se considera especialmente útil en los argumentos epideícticos de elogio o agravio, como sucede en el caso que nos ocupa. [...]

»5. La quinta y última estrategia es una que constituye un fin en sí mismo en los primeros manuales de retórica, y que Quintiliano llamó amplificación a través de congeries. Este tipo de amplificación se define como la acumulación de palabras y oraciones idénticas en significado, y sí tiene cabida en este estudio. Aparte de la acumulación a través de la repetición, cualquier método para incidir en un tema mediante el hallazgo de material relevante vino a ser agrupado bajo el término de copia o abundancia. En el siglo XVI, Erasmo expandió el significado de copia como sinónimo de amplificación, y le dedicó un manual pedagógico a esta norma estilística para una persuasión efectiva. La copia es una construcción compleja de la teoría del lenguaje humanista. Entre sus varios significados, definía un método formativo para la instrucción del lenguaje con la que se lograba la habilidad para decir esencialmente lo mismo usando formas diferentes, con el propósito de conseguir la persuasión. La base que se encuentra detrás de la amplificación a través de la copia o abundancia es diferente de las primeras cuatro estrategias de amplificación que desarrolla Quintiliano. Mientras que las primeras amplifican para lograr la importancia de la persona tratada, la última amplifica para lograr la presencia de dicha persona.


»Figuras de comunión

»Las figuras de comunión son recursos también utilizados en los periódicos de la época para introducir o incrementar la adhesión de los lectores hacia el personaje que se está considerando. Según Perelman y Olbrechts-Tyteca (1969: 177-178), las figuras que están relacionadas con la comunión son aquellas que se utilizan para crear un sentimiento de afinidad con el auditorio. Suelen hacer referencia a una cultura, tradición o pasado comunes. Con frecuencia, estas figuras facilitan la argumentación y se convierten en argumentos propiamente dichos. Los autores clasifican las figuras de comunión en tres grupos:

»1. El primero consiste en el uso de palabras y frases que se asocian con el contexto cultural. Se encuentran en este grupo las máximas y los proverbios, que describen la expresión de valores que suponen una marca de respeto dentro de una comunidad.

»2. El segundo grupo incluye la alusión y la cita como dos tipos de recurso que sirven para evocar una herencia compartida o fragmentos de un conocimiento cultural que poseen los miembros de una comunidad determinada.

»3. El tercer grupo de técnicas que pueden lograr la comunión con el auditorio se relaciona con aquellas figuras mediante las cuales un hablante logra que su auditorio participe activamente en su discurso al ganarse su confianza, o cuando logra que brinde su ayuda y se sienta identificado con las palabras del orador. En este grupo se encuentran figuras de interacción con el oyente o el lector, como la pregunta retórica, la exclamación, el apóstrofe, la prosopopeya y la enálage de persona, donde algunas categorías gramaticales como los pronombres personales cambian del singular al plural, o viceversa.

»Entre las figuras más representativas del segundo grupo se encuentra la cita, que suele introducirse sin nombrar al autor [del o de la que se está tratando], y cuya función es también la de presuponer a quién corresponde. [...]

»También pueden incluirse citas con una autoría reconocida, en cuyo caso pueden considerarse como un argumento por la autoridad. [...] El argumento por la autoridad está condicionado por el prestigio, y utiliza actos o juicios de una persona o grupos de personas como medio de prueba a favor de una tesis. En ocasiones, este argumento posee el estatuto retórico de ejemplo, que sirve para aclarar o ilustrar algunas ideas utilizando otras de un personaje distinguido. Así, el lector puede advertir que las opiniones aportadas contienen una base más sólida debida, seguramente, a la reputación de las autoridades referidas. [...]

»En cuanto a las figuras del tercer grupo, se encuentra en primer lugar la pregunta retórica. Esta figura, también denominada erotema, implica una respuesta pero no ofrece ninguna, ni tampoco hace esperar alguna al lector (Lanham, 1991: 71). En este sentido, no trata de provocar una respuesta inmediata aunque tenga el acuerdo del auditorio (Fahnestock, 2011: 298-299)».



Bibliografía citada

Aristotle. (1909). The Rhetoric of Aristotle (Trad. Sir Richard Claverhouse Jebb). Cambridge: Cambridge University Press.

Fahnestock, J. (2011). ‘No Neutral Choice’: The Art of Style. En J. T. Cage (Ed.), The Promise of Reason. Studies in The New Rhetoric (pp. 29-47). Carbondale and Edwardsville: Southern Illinois University Press.

Gross, A. G. y Dearin, R.D. (2003). Chaïm Perelman. Albany: State University of New York Press.

Lanham, R. A. (1991). A Handlist of Rhetorical Terms. 2nd edition. Berkeley and Los Angeles: University of California Press.

Perelman, Ch. y Olbrechts-Tyteca, L. (1969). The New Rhetoric. A Treatise on Argumentation (Trad. J. Wilkinson and P. Weaver). Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press.

Tindale, C. W. (2004). Rhetorical Argumentation. CA: Sage.






Contar una historia bien contada | Mario Vargas Llosa




Conferencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en el foro Lecciones y Maestros. II Cita Internacional de la Literatura en Español, organizado por la Fundación Santillana.

Este vídeo procede del canal Perú Cultural (@Peru_Cultural), donde ya no se encuentra. Se publicó con esta URL: https://www.youtube.com/watch?v=edWvH0VKF60.

La transcripción de la conferencia se publicó por parte de la fundación en un libro con el mismo título, de edición no venal, y que estuvo disponible con esta URL en la que hoy no se encuentra: http://www.fundacionsantillana.com/2008/06/16/lecciones-y-maestros-2008/.

Este libro puede consultarse y descargarse a través del Google Drive del blog:

Mario Vargas Llosa, Javier Marías y Arturo Pérez-Reverte, Lecciones y Maestros. II Cita Internacional de la Literatura en Español, Santillana del Mar (Santander), Fundación Santillana, 2008.



febrero 22, 2022

The digitorial as a tool for research transferring in the humanities / El digitorial como herramienta para la transferencia de la investigación en humanidades. El proyecto ART-ES - Workshop DARIAH



Vídeo en el canal del Laboratorio de Innovación en Humanidades Digitales de la UNED (LINHD)


«Las integrantes del proyecto de investigación ART-ES (@Art_es_visuales), Consuelo Gómez, Carmen González, Victoria Soto e Isabel Solís, participan en el Workshop Dariah, un taller sobre infraestructuras digitales en España». Hypotheses (@OpenEditionNews).


Enlaces relacionados:

Google Arts and Culture





febrero 14, 2022

«La literatura es un acceso único al poder de la lengua». Propuestas prácticas de producción de textos para estudiantes universitarios


Extracto de: Maritza Álvarez Rodríguez, «Propuesta didáctica basada en las técnicas de Gianni Rodari y los Juegos de Edward de Bono para la producción de textos literarios creativos», Revista de Comunicación de la SEECI [Sociedad de Española de Estudios de la Comunicación Iberoamericana], 33 (marzo de 2014).



«La Literatura es un vehículo de acceso único al poder de la lengua, a poder de apropiación de la realidad que las habilidades lingüísticas confieren, como decía Heidegger “es apropiarse del más peligroso de los bienes”. En este sentido se analizan los aspectos más importantes de lo que se denomina “escritura creativa” relacionadas con las técnicas presentadas por Gianni Rodari en su libro Gramática de la Fantasía. Se entiende por escritura creativa a todo proceso que genere ideas novedosas orientadas al desarrollo del conocimiento a través de la actividad escritural en combinación con los juegos didácticos creativos propuestos por De Bono (2007).

»[...]

»El déficit en la producción de textos en los estudiantes universitarios es un abismo inhóspito porque no se les da la oportunidad de escribir en libertad por las exigencias de algunos cursos donde solo se evalúan los aspectos formales de la escritura, destrezas que no se desarrollan ni en la escuela, ni en los liceos y mucho menos en las universidades venezolanas, donde no se propician espacios para la escritura creativa, es aquí donde la investigación cobra relevancia puesto que propone la producción de textos creativos en literatura infantil y este trabajo aspira cubrir las necesidades de formación literaria en los futuros maestros de la patria.

»[...]


»La Aventura Literaria

»Es una herramienta novedosa que permite abordar el mundo de la literatura desde una perspectiva integradora tanto de los conceptos fundamentales de la materia como de sus posibilidades expresivas en un formato que cuenta por sí mismo con un gran poder de atracción sobre los usuarios y usuarias, responde a una situación habitual entre el estudiante que cursa la Educación Universitaria. Este colectivo se enfrenta a la literatura como quien es abandonado en medio de un frondoso bosque sin mapa ni brújula ni guía de ningún tipo. Algunos salen indemnes gracias a su intuición o a su buena suerte, otros se pierden en una febril actividad que nos les conduce a ninguna parte, pero otros muchos se dejan abatir por la falta de perspectiva global, la maraña terminológica, la espesura de los conceptos o la dificultad de alcanzar los objetivos propuestos. Para unos y para otros debe haber una formación común y básica que les permita orientarse, procurarse recursos y salir airosos de la situación en más o menos tiempo, en función de las capacidades de cada uno; a la vez, será necesario disponer de rutas alternativas de aprendizaje para quienes deseen disfrutar del trayecto y hasta para aquellos que, dotados de un espíritu más emprendedor, se atrevan una exploración personal para dar con una solución creativa y original al reto planteado.

»Los autores, sin ocultar la dificultad de la tarea que supone dominar los conceptos básicos de la literatura, pretenden ofrecer un banco de propuestas que haga compatible el deseo de explorar lo desconocido con la obligación de formarse. Es decir, la aventura literaria se integra en un proyecto más amplio: aprender a aprender en el seno de una sociedad compleja y cambiante que pone al alcance de sus miembros herramientas cada vez más sofisticadas. Dominar esas herramientas, los medios informáticos, es un modo para facilitar la formación integral del aprendiz y su integración en la comunidad cultural, de hechos y de valores, que la lengua de esa comunidad vehicula.

»La aventura literaria no pretende dar más de lo mismo, sino organizar la materia de una manera más atractiva, aprovechar la motivación añadida que las nuevas tecnologías ofrecen para facilitar la integración social del aprendiz y desarrollar su creatividad.

»[...]

»El código escrito no se limita a plasmar mediante signos lo que hablamos sino que constituye un código completo e independiente del código oral. Cuando nos expresamos por escrito debemos tener en cuenta la adecuación, la estructura del texto, la organización jerárquica de las ideas, la corrección gramatical, además de la ortografía y la caligrafía. Todo esto supone una gran cantidad de conocimientos que, según Frank Smith y Stephen Krashen, no pueden ser aprendidos conscientemente con ejercicios de gramática porque la lengua es excesivamente compleja, sino de manera inconsciente mediante la lectura. Para aprender a escribir hay que leer como un emisor (escritor), y de este modo aprender a usar el lenguaje escrito de la misma manera que lo usan los buenos escritores.

»Un texto bien escrito tiene que tener unas características específicas de organización que se engloban bajo los términos de coherencia y cohesión. La coherencia es una propiedad de los textos bien formados que permite que sean vistos como un todo unitario, de manera que las ideas secundarias aporten la información precisa relacionada con el tema central. Un escrito es coherente cuando su tema es claro y está desarrollado ordenadamente con progresión en la información y sin enunciados contradictorios; mientras que la coherencia es una cuestión semántica, la cohesión es una cuestión lingüística y gramatical puesto que trata de la relación sintáctica entre las partes del discurso para que este sea coherente».






«Investigaciones de la última década acerca del componente pragmático en los trastornos afásicos»



Nancy Jacobus De La Hoz
«Investigaciones de la última década acerca del componente pragmático en los trastornos afásicos»

Cultura, Educación y Sociedad, vol. 2, n.º 1, 2011

Cultura, Educación y Sociedad | Universidad de la Costa CUC | Facultad de Psicología | Barranquilla | COLOMBIA


Publicación en PDF. Véanse las referencias al final de la página.




«El estudio de la pragmática se ha incrementado notablemente en las investigaciones clínicas y terapéuticas a partir de los años ochenta, al igual que las evaluaciones del lenguaje en pacientes con lesiones cerebrales (Muñoz, 2004). Perkins (1998) consideró la comunicación lingüística como un sistema cognoscitivo especial donde los resultados dependen de la interacción de sistemas lingüísticos y no lingüísticos. Este estudio proporcionó avances importantes respecto a los mecanismos cognoscitivos que son la base de la pragmática.

»Aunque es ya frecuente hablar de la pragmática de los pacientes con daño cerebral, lo cierto es que son muy pocos los análisis detallados y rigurosos de la producción lingüística real de tales pacientes. En una investigación llevada a cabo por Gallardo y Moreno (2006), se presenta un modelo de análisis pragmático a partir de tres grabaciones realizadas a un paciente con afasia motora. Se analizó la evaluación pragmática mediante el registro cuantitativo de datos referidos al índice de participación conversacional, al tipo de intervenciones y al tipo de datos de habla. Se identificaron como categorías especificas del habla afásica las “tareas de edición”: actos borrador, actos preposicionales y actos activadores de inferencia (interjecciones y actos locutivos), que realizaban otras categorías enunciativas como la implicatura y el significado inferencial. Los datos pertenecen al corpus PERLA (percepción, lenguaje y afasia), integrado por grabaciones conversacionales realizadas a pacientes afásicos.

»Muñoz et al. (2006) en un estudio comparativo de trastornos pragmáticos del lenguaje y trastornos del espectro autista encontraron que los trastornos específicos del lenguaje presentaban actividad patológica en las regiones frontal y temporal media de ambos hemisferios. Los pacientes con trastorno del espectro autista, presentaban actividades patológicas en las zonas perisilvianas. Los trastornos específicos del lenguaje expresivo-receptivo con trastorno pragmático del lenguaje presentan una actividad patológica parecida al autismo. Estos estudios concluyeron que la magnetoencefalografía (MEG), mediante el análisis de la actividad epileptiforme en los trastornos generalizados del desarrollo, permite distinguir los trastornos específicos del lenguaje, con respecto a los trastornos del espectro autista.

»El análisis de la evolución del paciente afásico evidencia un aumento claro del dominio léxico y gramatical, junto a una reducción llamativa de su índice de participación conversacional. De ahí, la necesidad de que la rehabilitación fonoaudiológica habitual, preocupada por la recuperación de la gramática, deba incorporar una consideración real y efectiva de los elementos pragmáticos. Para ello, es necesario que la evaluación pragmática sea rigurosa y detallada.

»Otra de las pocas investigaciones publicadas en referencia al tema de la evaluación del lenguaje, es la realizada por Baixauli-Fortea, Roselló y Miranda- Casas (2004) en la cual se menciona que las últimas investigaciones dedicadas al estudio de las dificultades pragmáticas coinciden en destacar la dificultad que entraña su evaluación. Posiblemente, la justificación de esta situación es que aún no se dispone de criterios unánimes y válidos en relación con la sintomatología que corresponde a un trastorno pragmático.

»A pesar de que esta situación constituye una limitación para el profesional dedicado a la práctica clínica, no cabe duda de que es una razón de peso para continuar realizando estudios experimentales que clarifiquen la conceptualización del trastorno pragmático.

»En definitiva, esto no puede minar el interés al intentar efectuar una evaluación que esté dirigida a identificar el déficit pragmático que se encuentra en cada caso concreto. Desde luego, en este proceso se cuenta con múltiples procedimientos que se han diseñado para guiar al profesional en esta ardua tarea. Sin duda alguna, el procedimiento de evaluación, que ha demostrado ser de máxima ayuda para la detección de dificultades pragmáticas, es el análisis cualitativo de la conversación y el discurso.

»En la investigación llevada a cabo por Gallardo (2002) se presentaron observaciones válidas para la mayoría de baterías empleadas, donde se pone de manifiesto la existencia de una serie de conceptos fundamentales, cuyo conocimiento es necesario para los profesionales que tratan a estos pacientes, tanto en el diagnóstico, como en la rehabilitación. Según se ha señalado, la dificultad que supone una evaluación de la pragmática se debe, precisamente, a la aparente no previsibilidad de la conducta conversacional, básicamente por el manejo simultáneo de los significados implícitos y explícitos.

»Si se quiere evaluar la formación de plurales o la conjugación verbal en cierta lengua es obvio que tenemos la gramática como punto de referencia y que las emisiones del sujeto encajarán en las categorías de “correcto” o “incorrecto” y lo mismo ocurre con los aspectos fonológicos y semánticos.

»Sin embargo, en pragmática, un estímulo puede desencadenar distintos tipos de respuestas y según los casos, puede ocurrir que todas ellas sean correctas. Esta pluralidad de respuestas posibles se adecúa a unas reglas de encadenamiento de los turnos conversacionales que a la vez, permiten la planificación previa y la predictibilidad de las emisiones.

»Como señala Fernández (2001), en el ámbito de la reflexión teórica esta pluralidad cuestiona el concepto tradicional de normalidad y enfrenta al investigador a una consideración realista de la lengua y su uso.

»El paradigma gramaticalista que se ha descrito, exigía al profesional de la afasiología un conocimiento mínimo de las categorías gramaticales puestas en juego para la evaluación, el diagnóstico y la rehabilitación. La inclusión del componente pragmático que se viene defendiendo exigirá, paralelamente, que ese mismo profesional sepa objetar las categorías pragmáticas utilizadas por el paciente (y por él mismo) en la intervención terapéutica.

»Otra investigación encontrada referente a las patologías del lenguaje y su evaluación, es la realizada por Gallardo (2002) donde se define la interdisciplinariedad, considerada como un objetivo legítimo para los estudios lingüísticos y más aún un campo ineludible en la sociedad actual. Este estudio explora el ámbito de la indisciplinariedad referente a las patologías del lenguaje, donde se intentan conjugar las perspectivas neuropsicológica y fonoaudiológica con el enfoque lingüístico.

»Se focaliza especialmente en la contribución de la pragmática, tanto a la evaluación como a la rehabilitación. Este texto devela la importancia de la fonoaudología, ya que es el campo necesario de intersección de ambos discursos. Su carácter aplicado debe nutrirse simultáneamente del conocimiento teórico que proporcionan la lingüística y la neuropsicología.

»La investigación realizada por Muñoz y Céspedes (2004) explica cómo se altera la pragmática después de un traumatismo craneal y se establece que la influencia que ejercen otros procesos cognitivos sobre la competencia comunicativa de personas con estas alteraciones y la importancia de estas habilidades en la integración social y laboral, indican la conveniencia de aumentar los conocimientos sobre los procesos psicológicos básicos y sus interrelaciones.

»Se destaca la relevancia de los nuevos métodos de tratamiento que permiten incrementar la calidad de vida de esta población y requieren la participación conjunta de distintos profesionales. Así aparecen señalados en estudios recientes publicados por Edmonds et al. (2006), Thompson et al. (2007) y Kiran (2007).



»Referencias

»Baixauli–Fortea, B.; Roselló, A. & Miranda - Casas, C. (2004). Evaluación de las dificultades pragmáticas: Estudio de Casos. Revista de Neurología. 38, 569-579.

»Edmonds, L. & Kiran, S. (2006). Effect of semantic naming treatment on crosslinguistic generalization in bilingual aphasia. Journal of Speech, Language and Hearing Research. 49, 729 - 748.

»Gallardo, B. (2002). La investigación de los déficits Pragmáticos. En Luque, J.; Pamies, A. & Manjón, F. (Ed.). Nuevas tendencias en la investigación lingüística. Granada, España: Método, 525-538.

»Gallardo, B.(2002). Fronteras disciplinarias: pragmática y patología del lenguaje. En Hernández, C. & Serra, E. (Ed.). Estudios de lingüística clínica. Valencia, España: Ñau Llibres, 129-174.

»Gallardo, B. & Moreno, V. (2006). Evolución de la pragmática en un caso de afasia de Broca severa. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 26, 188-205.

»Kiran, S. & Johnson, L. (2008). Semantic complexity in treatment of naming deficits in aphasia: evidence from well-defined categories. American Journal of Speech - Language Pathology, 17, 389-400.

»Kiran, S. (2007). Complexity in the Treatment of Naming Deficits. American Journal of Speech and Language Pathology, 16, 18-29.

»Muñoz, J. & Céspedes, M. (2004). Alteraciones de la pragmática en la Comunicación después de un traumatismo craneoencefálico. Revista de Neurología, 38 (9), 852-859.

»Muñoz, J.; Palau, M.; Salvado, B.; Valls, A.; Perich, X.; Del Rio, D.; Maestú, F.; Fernández, A. & Ortiz, T. (2006). Estudio comparativo mediante magnetoencefalografía de los trastornos del lenguaje pragmático y los trastornos del espectro autista. Revista de Neurología, 42 (2), 111- 115.

»Perkins, M. (1998). Is pragmatics epiphenomenal?. Evidence from communication disorders. Journal of Pragmatics, 29, 291-311».





febrero 07, 2022

Qué es y por qué aprender y ejercitarse en la retórica según Brett & Kate McKay - «The Art of Manliness»


Después de anatematizar la retórica, o compartir la extendida opinión de que se trata del arte de las palabras vacías y engañosas, hoy el espacio es para una visión positiva y práctica de la retórica. Se encuentra en el blog The Art of Manliness, en su etapa de publicación solo en inglés —hoy en día se ofrece en inglés y en castellano—. Lo que vas a leer a continuación es parte del post que se titula «Classical Rhetoric 101: An Introduction», firmado por Brett & Kate McKay.

Verás una definición breve y precisa de retórica y una enumeración y explicación de motivos por los que estudiarla y que son estas cinco: «magnifies your influence as a man; makes you a better citizen; protects you from intellectual despotism; makes you a savvy consumer; empowers you for rigorous and constructive debate (and grants insight on what constitutes one)».

«WHAT IS RHETORIC?

»Rhetoric is simply the art of persuasion through effective speaking and writing.

»For many in our modern world, the word “rhetoric” has a pejorative meaning. They see rhetoric as the manipulation of truth or associate it with an overly fastidious concern with how things are said over what is said. But from ancient times up through the early 20th century, men believed learning the art of rhetoric was a noble pursuit and considered it an essential element of a well-rounded education. They saw rhetoric as a vital tool to teach truth more effectively and as a weapon to protect themselves from those who argued unfairly and for nefarious purposes.


»Why Study Rhetoric?

»Magnifies your influence as a man. Every day you have dozens of interactions where you need to influence people – from the memo you write at work to the conversation with your kid on picking up after himself at home. Your ability to persuade others through language is key to your influence as an employee, friend, father, and citizen. Studying rhetoric will equip you with the linguistic tools to make you more persuasive in your dealings with others and thus expand your circle of influence.


»Makes you a better citizen. Here in the US, we just had our midterm elections where many states voted for government officials and Congressional seats. Leading up to the election we were bombarded with campaign ads on TV and radio, opinion pieces in newspapers and on blogs, and a 24/7 stream of talking pundits on television. With so many different voices being blasted at voters, it was easy to get confused as to what was fact and what was “spin.”

»Politicians and special interests groups pay experts in the art of rhetoric hundreds of thousands of dollars to help craft political messages and advertisements to persuade voters to cast their ballot for their side. If you want to be a well-informed voter and citizen, you must be fully cognizant of the tactics and techniques being used on you. Such knowledge empowers you to discern truth from B.S.

»And as a citizen you have a right to voice your opinion on issues. Do so effectively by studying up on your rhetoric first.


»Protects you from intellectual despotism. I had a classics professor that said, “Advertising is the tool of the despot.” That idea really stuck with me. Since ancient times, powerful men have used propaganda to maintain control over their subjects. According to my professor, advertising is just a benign name for propaganda. Both rely on emotional appeals to change our ideas and feelings about a cause, position, or product.


»When we allow ourselves to be easily swayed by advertising, whether political or commercial, we give another person control over our minds. Studying rhetoric puts up a defensive shield around your brain (no tin foil necessary!), allowing you to see through the smoke and mirrors, filter out external messages and follow your own inner compass.


»Makes you a savvy consumer. A mature man creates more than he consumes. Unfortunately, today’s man has to battle an onslaught of advertisements that tell him a man is defined by what he owns. Corporations spend billions of dollars on advertising to get you to buy their products. While Madison Avenue applies advances made in psychology and neurobiology to their ad campaigns, many of the persuasive techniques used by ad agencies have been around since the days of Aristotle. A knowledge of rhetoric guards a man’s mind and his pocketbook.


»Empowers you for rigorous and constructive debate (and grants insight on what constitutes one). A man should know how to discuss and debate with vigor, intelligence, and civility. Sadly, many men today never learned this essential and awesomely manly skill. Just visit any blog or internet forum and you’ll see how debate and discussion has devolved into petty name calling and reductio ad Hitlerums. Learning the basics of rhetoric will give you the tools you need to take part in more constructive discussions on the web and in your daily life.

»Additionally, having a firm understanding of rhetoric will help prevent you from getting sucked into flame wars. You’ll be able to spot when a troll is using logical fallacies or unsound arguments. Instead of wasting your time fruitlessly and frustratingly engaging one, you can go do more important things in your life».







Construcción pragmática del texto. La teoría del principio cooperativo


La pragmática del texto es una ciencia lingüística, de límites o diferenciación en debate, que sirve para construir y descifrar textos con atención al hablante y al oyente: con atención o con, por referencia a ambos y respecto al proceso de una determinada comunicación. Esta sola propiedad puede hacernos valorar la utilidad de la pragmática, ya que no solo una buena construcción del mensaje asegura la comunicación, sino también su capacidad de conectar con su interlocutor o público.

Una parte importante de esta capacidad de conexión nace de conocer el código común que nos une, es decir, el idioma y su universo referencial; otra parte también amplia procede de la capacidad comunicativa del hablante, lo que incluye, entre otros elementos, la mencionada construcción del mensaje.

Dicho de otra forma:

«Para que un acto comunicativo sea exitoso, asumimos que los participantes actúan, generalmente, sobre una base social colaborativa, además de respetar las reglas del sistema de la lengua que comparten. Esta concepción de la comunicación humana lleva a Paul Grice a formular la teoría del principio cooperativo que, en la práctica, actúa como regulador de la conversación.

»Este principio, al que los interactuantes de una conversación adhieren, controla el desarrollo del intercambio y se expresa de la siguiente manera: “Haga su contribución a la conversación según sea necesario, en el momento en que ocurre, de acuerdo con el propósito y la orientación de la interacción lingüística en que usted participa o en la que se haya inmerso”».

(Horacio Miranda Ubilla y Marisa Guzmán Munita, «Análisis pragmático de las máximas griceanas en textos orales y escritos», Literatura y lingüística, n.º 26, 2012).


En este punto, bueno es recordar que un texto escrito se tiene solo a sí mismo para valerse ante el receptor en el momento de la comunicación, mientras que si se transmite mediante elocución, cuenta con el soporte del lenguaje no verbal y otros elementos, como el feed-back de la actitud del receptor o público. Entonces, desde una perspectiva pragmática, pensando en nuestro interlocutor, oyente, público, ¿que factores hemos de tener en cuenta para construir un mensaje que logre su meta de comunicar?

La teoría del principio cooperativo, creada por Grice, «descansa en las máximas de cantidad, calidad, relevancia y modo que, dicho de una manera concisa, implica que los enunciados de los hablantes deben ser lo suficientemente informativos, veraces, pertinentes, claros y breves», explican los autores anteriormente citados Miranda y Guzmán.


Principio cooperativo
del acto comunicativo
máxima
—>
cualidad
cantidad
—>
informativo
calidad
—>
veraz
relevancia
—>
pertinente
modo
—>
claro y breve


En resumen, estas máximas y cualidades, implican los siguientes requisitos para satisfacer con la construcción del texto:

• cantidad —> informativo: aportar la información que se requiere.

• calidad —> veraz: no aportar lo que sea falso o de lo que no se tenga base suficiente.

• relevancia —> pertinente: atenerse al tema o tópico de la conversación.

• modo —> claro y breve: ser preciso.


En el acto de comunicación, y al construir el mensaje, la decisión corresponde al emisor o hablante, quien puede transgredir las máximas anteriores y, aun así, realizar la comunicación con éxito. Así lo expresan Miranda y Guzmán:

«La transgresión de las máximas conversacionales puede explicarse por razones culturales, relacionadas, por ejemplo, con mantener relaciones amistosas en buen pie, por temor, deferencia, etc. Eso lo sabe bien el hablante, quien, dadas las circunstancias, hará uso de su competencia lingüística-pragmática para determinar qué máxima privilegia y cuál o cuáles transgrede o deja de observar».







febrero 01, 2022

«Entramos negros y salimos afrodescendientes»: contingencia del retórico «afro-»



Silvia Valero
«La crítica literaria frente a las narrativas afrohispanoamericanas: generalizaciones y racialización»

Cuadernos de Literatura, vol. 20, n.º 39, 2016

Cuadernos de Literatura | Pontificia Universidad Javeriana | Facultad de Ciencias Sociales | Departamento de Literatura | Bogotá | COLOMBIA


Extracto de páginas 43-45 y 50-51 del artículo en PDF. Véanse las referencias en la publicación original.




«Difícilmente, como adelantábamos en otro trabajo, quien pronunció la frase “Entramos negros y salimos afrodescendientes”, luego de la Conferencia Preparatoria de las Américas en Santiago de Chile en el año 2000, habrá previsto el avasallante movimiento socio-político-cultural, y fundamentalmente epistemológico, que se avecinaba (Campos García, Introducción 15). El cambio de (auto)denominador no se limitó solo a ello, es decir, a reemplazar el significante colonial “negro” y diferenciarse, al mismo tiempo, del término “African American”, usado para designar a los descendientes de africanos nacidos en Estados Unidos, sino que, y en función de lo que interesa a este artículo, desarrollaría una serie de condicionantes, características y categorías que permearían el campo literario, sobre todo en lo que se refiere a la producción de subjetividades. Al mismo tiempo, impulsaría un despegue de trabajos críticos e investigativos no existentes hasta pocos años antes en el ámbito literario hispanoamericano. Esta apertura, sin embargo, no se produciría inmediatamente, debido, en particular, al poco espacio dedicado por la academia a la literatura afrohispanoamericana.

»En una investigación que llevé a cabo en el año 2005, titulada Hacia una genealogía “afrodescendiente” para la literatura colombiana: problemas de identidad y corpus, concluía en que fue en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, a través de académicos norteamericanos en vínculo directo con su propia realidad en materia de blackness, que algunos escritores comenzaron a ser reunidos en una categoría que incluía lo “afro” (afrocolombianos, afrovenezolanos, afrocostarricenses, etc.) obteniendo, así, una plataforma crítica que los “descubrió”, sobre todo en Estados Unidos, en tanto los primeros libros solo fueron publicados allí y en inglés. Paradójicamente, poco y nada podía hallarse dentro del campo académico de este lado del continente aún en los inicios del siglo XXI en cuanto a estudios sistemáticos de la literatura, afrocolombiana en el caso que estudiaba, pero que bien podía ser extendido más allá de esos límites nacionales (Valero, “¿De qué hablamos...”). Mucho de ello ha cambiado, y vertiginosamente en los últimos años, en los que, además de incrementarse las publicaciones críticas, la creación literaria misma ha tomado un cauce que la ubica como uno de los discursos más significativos dentro de los correspondientes al sostenimiento de la retórica cultural afrodescendiente [véase NOTA 1].

»Ahora bien, el terreno que ha ido ganando el campo crítico se me aparece, en algunas ocasiones, desbordado por dicha retórica, cuando se la asume de un modo tal que es pasada por alto su contingencia, en tanto producto de un momento histórico preciso asociado a las políticas de identidad y al giro multicultural. De este modo, se formulan propuestas/respuestas cuyo resultado es la naturalización de un “ser afro”, que, por un lado, reproduce aquello mismo que se busca destruir, es decir, folklorizaciones y estereotipias, y, por otro, con la repetición casi automática de determinados conceptos, produce una banalización de los mismos. La reproducción del campo semántico que sostiene el discurso que hegemoniza las producciones de identidades políticas produce aquello sobre lo cual se alertaba desde otro campo de investigación, esto es, la no diferenciación entre alteridades históricas e identidades políticas transnacionales:

»“[...] estas últimas son un producto de la globalización por dos caminos posibles: 1) pueblos que estuvieron siempre constituidos y bastante aislados [...] y que ahora se ven empujados a “visibilizarse”, “etnificarse” y racializarse en términos que les son novedosos; y 2) segmentos de la sociedad con la marca racial de la negritud y, en algunos casos, portadores de tradiciones diferenciadas, cuya identidad pasa ahora a obedecer la pautas de un guión fijo introducido por el proceso de globalización y endosado por los estados nacionales bajo la presión de los agentes globalizadores, inspirados en concepciones de raza de los Estados Unidos [...].” (Segato 63)

[...]

»En otras palabras, la investigadora argumenta que se crea un lenguaje desde el cual se conforma una hegemonía de sentido, es decir, se convierte en una articulación que define los términos desde los que debe pensarse la afrodescendencia. Así, en la medida en que la literatura es también una fuente de recepción y producción de plataformas identitarias, tiene sentido pensar de qué manera la práctica literaria, tanto desde la creación como desde la crítica, se constituye en torno a la “cuestión etno-racial” en estas décadas. Ello, en cuanto condicionante tanto de los modos y términos de la representación, como en la recepción de esta por parte de los agentes que conforman el campo literario: lectores, críticos, academia.

»En consonancia con lo anterior, si consideramos el giro que han dado algunos conceptos claves como “raza”, “conciencia racial”, “ser negro”, y particularmente, “ser afrodescendiente”, entre otros, me interesa detenerme en cierta mirada que explora la producción cultural afrodescendiente —en este caso, la literatura— en las últimas dos décadas. Pero esto implica, particularmente, reconocer que esta renovación conceptual responde a posicionamientos y epistemologías propias de la época y que, por ende, imposibilitan su utilización retrospectivamente para establecer una tradición literaria afrohispanoamericana que responda a premisas actuales.

»Mi punto de partida, por consiguiente, es la consideración de que las redefiniciones de aquellos conceptos favorecieron la creación de un escenario en torno al cual se define lo que es ser o no ser “afro”, y que el campo de las representaciones literarias contribuye a reforzar, en cuanto se produce una retroalimentación teórico-descriptiva que enmarca los lineamientos a partir de los cuales se va narrando el contenido de dicha identidad.

»Con la perspectiva de lo expuesto hasta aquí, el propósito de este artículo se concentrará en responder las siguientes preguntas: ¿qué dificultades se impone a sí misma la crítica con sus propuestas/respuestas racializadas? ¿De qué manera aquellas redefiniciones en torno a categorías vinculadas a identidades “afro” dan lugar a un espacio en tensión dentro del mismo campo?

[...]

»Desde mi perspectiva, esta deshistorización de la etnicidad, en el sentido de constituir grupos que perfilan una continuidad identitaria a través del tiempo y el espacio, no tienen en cuenta las condiciones de existencia de estos escritores y, en algunos casos, sus cambios de posicionamientos, lo cual debería llevarnos a desconfiar de la universalización de cierto clivaje de carácter étnico, en el sentido de asignarle un peso invariable a esa diferenciación (Briones, La alteridad 110).

»En los dos casos antes expuestos, se está en presencia de una selección acrítica en la que aspectos controvertidos y de variada índole, como el color de la piel, el fenotipo, la imaginación de una comunidad de origen e histórica, operan generalizando reductivamente, aunque suene paradójico, en cuanto se ignoran diferencias, matices, contextos, procesos históricos, y se evitan, así, las distinciones que, seguramente, pondrían en cuestionamiento tales filiaciones. Pero, sobre todo, se corre el riesgo de perder de vista la riqueza que distingue a cada narrador, poeta o dramaturgo (al reproducir siempre las mismas instancias). En el caso de la segunda dificultad por generalización, esto es, los procesos de exclusión-inclusión dentro del mismo campo literario afrohispanoamericano, el “ser o no ser afro/negro” [véase NOTA 3] se pone de manifiesto de manera explícita en expresiones críticas como las siguientes:

»“[...] hoy no es raro encontrar a intelectuales y escritores negros asalariados que no quieren saber nada de lo negro que ellos mismos son [...]. Dichos escritores afrodescendientes quieren ser aceptados por la cultura institucional y escriben como los blancos para los blancos, con la ilusión de ser aceptados entre los blancos, a pesar de todo.” (Ruiz 174)

[...]

»Entiendo aquí que el proceso de articulación entre la sujeción y la subjetivación, tal como la concibe Stuart Hall, queda fuera de juego en tanto la binariedad yo/otro o nosotros/ellos deviene necesaria y reproduce y valoriza la existencia de un sujeto unificado bajo el significante “negro” o “afrodescendiente”, es decir, se concibe una hiperbólica unidad dentro de categorías sociales como “etnicidad” o “raza”, al mismo tiempo que inexpugnables diferencias entre personajes pertenecientes a uno y otro grupo.

»Así, la crítica literaria termina estableciendo espacios de tensión en el seno mismo de estas prácticas cuando adopta políticas de generalización basadas en la racialización y con dinámicas de exclusión-inclusión, ambas conducentes a naturalizar un “ser afro”. De allí también que el pretender que existe una común vivencia de imágenes desde la esclavitud hasta el presente que vincula la experiencia cultural de los escritores, determine una visión estática y descontextualizada de los mismos.

[NOTAS]

»[NOTA 1] Extiendo estas reflexiones en la presentación del dossier dedicado a las literaturas afrolatinoamericanas del siglo XXI de Revista de Crítica Literaria Latinoamericana Nro. 81 (2015), “Literatura y ‘afrodescendencia’: identidades políticas en la literatura afrolatinoamericana del siglo XXI”. Para el vínculo entre políticas de identidad y discursos desde y sobre la afrodescendencia, ver Identidades políticas en tiempos de la afrodescendencia: auto-identificación, ancestralidad, visibilidad y derechos.

»[NOTA 3] No se puede pasar por alto las diferentes tradiciones epistemológicas que informan estos dos términos. La indistinción de la que hago uso en esta frase obedece a que el mismo autor del párrafo transcripto los utiliza de manera intercambiable. En cualquier caso, entiendo que ambos conceptos cargan, para dicho autor, con el mismo significado en cuanto a lo ya enunciado en este trabajo: comunidades de origen, históricas y actuales.»