Adney Satty Ramírez Rincón y Cindy Marcela Niño Méndez
«Influencia de la lectura en la gestión positiva de las emociones»
Revolución en la formación y la capacitación para el siglo XXI, edición de Edgar Serna, Medellín, Editorial Instituto Antioqueño de Investigación, 2020.
El Instituto Antioqueño de Investigación es una entidad sin ánimo de lubro dedicada a investigaciones y desarrollo experimental en el campo de las ciencias naturales y la ingenieria.
Se incluye a continuación la edición del artículo en PDF. Véanse referencias en la publicación original.
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La lectura es un hábito fundamental y relevante, no puede ser obligatoria e impositiva. Debe ser promovida como un acto motivador e inspirador en donde se encuentran diferentes situaciones que lleva a los que lo realizan a soñar despiertos y encontrar mundos diferentes que permiten transformar realidades. Adicional a esto, la lectura evoca diferentes emociones que redundan en sonrisas o tal vez en llanto, pero sea la emoción que se viva, esta permitirá vivir situaciones que llevan a conocer personajes reales o fantásticos que se ubican en diferentes contextos y que quieren mostrar con letras las historias que en muchas ocasiones han vivido sus autores o los mundos que ellos sueñan y que transforman y dan vida en el papel.
Diferentes estudios demuestran los beneficios que trae la lectura en las personas que lo practican, no solo a nivel físico sino también emocional. Abrir un libro y leerlo de forma consciente ayuda a mejorar los niveles de aprendizaje, atención, gestión emocional; fortalece habilidades inter e intrapersonales y cognitivas. Es relevante promover espacios de lectura en niños, adolescentes, jóvenes y adultos. No importa la edad, lo que realmente vale la pena es crear el hábito y transformar esos momentos de lectura en espacios dinámicos, alegres y porque no decirlo de integración familiar o de encuentros con uno mismo.
INTRODUCCIÓN
La lectura es un hábito que permite a quienes lo practican desarrollar el pensamiento crítico y creativo. Estos tipos de pensamiento se encuentran íntimamente vinculados con la imaginación, la indagación, la curiosidad, la memoria y las emociones. En suma, aporta al desempeño personal, social, académico y profesional. Una de las habilidades que se resaltarán en este capítulo es la influencia de la lectura en la gestión positiva de las emociones de los niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Evidentemente, a través de la lectura se viven diferentes tipos de experiencias que conllevan al lector a vivir el miedo, la tristeza, la melancolía, la alegría, el amor o la pasión. Esto depende del tipo de texto que se lea y el nivel de interés que se preste al momento de hacerlo.
Por tanto, la lectura es una herramienta esencial para trabajar las emociones, ya que a partir de estas los autores crean historias que pueden ser expresadas en novelas, cuentos, fábulas, leyendas, poesías, etc., que son leídas por cientos de personas quienes se permean de esas sensaciones que son asumidas como si fuesen propias. Tanto los lectores como los escritores son conscientes que de una u otra manera las emociones siempre van a estar involucradas en la lectura, ya que hacen parte esencial de la misma. Esto también implica que el lector interprete desde diferentes perspectivas acerca del texto que está leyendo en determinado momento.
LA LECTURA Y SU IMPACTO EN LA PLASTICIDAD CEREBRAL
Diversos estudios han demostrado que el cerebro es un órgano modificable y moldeable, especialmente en actividades como la lectura. Unos investigadores encontraron que el solo hecho de abrir un libro y comprenderlo se modifican varias regiones cerebrales como el tálamo y el tallo cerebral. Adicional a esto, el tiempo de conexión y sincronización entre estas dos regiones mejora la capacidad de lectura. En el mismo sentido, existen otros datos científicos que afirman que hay otras áreas cerebrales involucradas en los procesos de lectura.
El Sistema Límbico y la amígdala se activan cuando se generan emociones suscitadas al momento de leer. Esto permite que se produzcan mayores conexiones entre las redes neuronales, las cuales influyen en los diferentes estados anímicos y comportamentales de los seres humanos. La alegría, la tristeza, el miedo, la ira, el asco, la sorpresa cobran protagonismo y se enmarcan en intensidades que pueden llevar al lector a involucrarse en el texto y es allí en donde se genera una verdadera comprensión y aprendizaje que involucra la motivación y por ende el fortalecimiento del pensamiento crítico y creativo.
Mora da especial relevancia hacia lo que hace la lectura a nivel cerebral y cómo lo transforma. Adicional a esto, cómo influye la lectura en la inteligencia emocional. Este Neurobiólogo enfatiza en promover la lectura como un acto inspirador y emotivo que te haga sonreír y evocar desde las palabras sentimientos, ya que la emoción es lo que hace que los libros sean diferentes para cada lector.
Si las personas comprendieran la relevancia de involucrar procesos de lectura en sus hábitos diarios y, más aún, que estos sean producidos de manera voluntaria y no impositiva, comprenderían los beneficios que trae para la salud física y mental. Ahora bien, para lograr estos beneficios debe existir una lectura consciente que permita desconectarse de las situaciones que se viven a diario y que conllevan a tener unos altos índices de ansiedad, depresión o estrés que son producidos por la incertidumbre, el manejo de tecnologías y el deseo de hacer varias cosas a la vez.
No hay una cultura que permita ralentizar, ir despacio, tener calma; respirar y disfrutar cada momento. El cerebro no tiene la capacidad para realizar varias actividades a la vez, aunque no lo crean este órgano sufre y esto lleva a las personas a sentir agotamiento, vivir malgeniadas, apresuradas y hasta no poder dormir porque la mente se encuentra con miles de pensamientos que impiden tener claridad al tomar una decisión o disfrutar de las cosas sencillas que trae la vida. Aquí la invitación para que escojan un buen libro, el que deseen, se desconecten del celular o el televisor y se conecten solos o en compañía a un texto, y verán los beneficios que les trae este hábito maravilloso.
LA LITERATURA Y LA GESTIÓN EMOCIONAL
Son pocos los estudios encontrados frente a la incidencia de la lectura en la gestión emocional y de ahí surgen diferentes planteamientos relacionados con ¿Cuál es el papel de la inteligencia emocional en los procesos de lectura? ¿cómo influye los hábitos de lectura en la gestión emocional? En tiempos en donde la ansiedad, la depresión, el suicidio han ido en aumento a nivel mundial; es desafortunado encontrar que en diferentes ámbitos se ignora la promoción de habilidades emocionales tan relevantes para el desarrollo humano y en donde la lectura pasa a ser una actividad obligada y no un hábito en el que los niños y jóvenes encuentren espacios de esparcimiento, diversión y aprendizaje.
Por consiguiente, Álvarez infiere que se ha perdido la convicción de algunos profesores acerca del papel que desempeña la literatura en el desarrollo emocional de sus estudiantes, ignorando que esto contribuiría a la formación de seres humanos que se reconocen a sí mismos y a los demás, que respetan la posición de otros, que fortalecen su pensamiento crítico y creativo explorando la posibilidad de nuevas formas de vida. De ello resulta necesario decir e insistir en una enseñanza literaria que no se limite a la adquisición de saberes, sino que recupere el sentido humano. Sin olvidar que los libros están abiertos para ser devorados y absolutamente nadie los podría cerrar.
No puede concebirse una educación en donde la lectura es una actividad regida por calificaciones que se basan en conceptualizaciones que nada tienen que ver con la comprensión, interpretación y análisis personal. Esto solo genera rechazo, llevando a reducir el placer y el amor por la lectura. En consecuencia, se encuentra apatía de los infantes y jóvenes quienes infieren que les da pereza, pero les toca porque es una imposición de sus profesores. En línea a lo aquí mencionado, Catalán y De Lourdes resaltan la importancia de mantener una conexión emocional con lo que se lee, con las situaciones, sentimientos que provocan los textos y que incitan a mantener una postura crítica, reflexiva y transformadora.
Por ende, la lectura es una herramienta esencial para fortalecer diferentes habilidades de pensamiento que vinculan la compresión, el análisis, la síntesis, la capacidad de inferir y producir textos. Por último y no menos importante los sentimientos en donde se involucran el autor, las palabras y el lector. Este último, en muchas ocasiones se refugia en los libros para mitigar su soledad, controlar su estado de ánimo o divertirse con una historia que le recuerda momentos vividos en su infancia.
LA LECTURA DE LOS ABUELOS Y LAS EMOCIONES VIVIDAS
La lectura se ha visto presente desde tiempos pasados ya sea a través de las historias que eran contadas por las mamás, los profesores o los abuelos. Estos últimos se encargaban en las noches de narrar a sus nietos cuentos, fábulas, leyendas o relatos fantásticos que los llevaban a descubrir nuevos mundos con personajes que cobraban vida. En algunas ocasiones podían ser monstruos feroces o príncipes que rescataban a doncellas que fueron encantadas por brujas. Un sin fin de personajes y situaciones que podían provocar emociones como el miedo, la tristeza, el enfado o la alegría.
Lo más significativo de estos momentos es que los abuelos se encargaban de poner los ingredientes más valiosos: el amor, la ternura y la inocencia a cada lectura; con el fin de mostrar un mundo maravilloso que llevaban a soñar cientos de historias en donde los niños se volvían el personaje principal. Es por esto, que el anhelo de que llegue un nuevo anochecer lleva a los más pequeños a cargarse de ilusión por una nueva historia y el deseo de escuchar en la voz de sus abuelos relatos encantados y llenos de sentimientos que evocan el amor por la lectura.
Un ejemplo de ello, son los «abuelos cuentacuentos» Mariajo y Koldo, que se disfrazan y envían cuentos grabados a sus cuatro nietos que viven lejos de la ciudad de México, ellos se han encargado de buscar un buen cuento, alistar disfraces que se apropien a las historias y organizar la escenografía para mantener la atención de los más pequeños. Todos participan en familia, animados por ver a los abuelos y escuchar lo que tienen preparado.
Nada más emocionante que ver a los abuelitos personificando y relatando historias, esto lleva a las familias a sentir emociones que despiertan la alegría de encontrar un nuevo libro cada día. Otra historia que vale la pena resaltar es la de la abuelita Anatilde, que se transporta en su amigo «el Zorro», un burro que la acompaña desde que murió su esposo. Ella lleva a sus nietos más pequeños a escuchar cuentos de navidad en una zona rural del municipio de Guachetá, llamado Nenguá y, aunque no sabe leer y escribir, va y oye las historias navideñas y las memoriza para luego contárselas a sus demás nietos.
Sin duda alguna, esta abuelita junto con sus hijos y nietos encuentran en los libros emociones que los mantienen unidos y alejados por momentos de los problemas que los aquejan. Para estas familias ha sido un aliento encontrar la oportunidad de leer narraciones que los llenan de ilusión y les permite compartir momentos de unión y felicidad, olvidando por un momento las adversidades que les ha tocado vivir muchas veces, pero sin lugar a duda han sido seres humanos resilientes.
LEER: TERAPIA QUE AYUDA A GESTIONAR LAS EMOCIONES
Aunque para algunos leer se ha convertido en una exigencia de sus padres o profesores, para otros leer les ha permitido mantener la esperanza de soñar con un futuro mejor. Jordi Sierra es escritor y afirma que leer le salvó la vida, escribir le dio sentido cuando era niño y adolescente no podía hablar, era tartamudo y por esto sufría de las burlas de sus compañeros y profesores que consideraban que era un ser inferior. Sus padres le habían prohibido escribir y sentía que plasmar las ideas a través de las palabras era la única forma de expresarse sin que lo golpearan. A partir de ello, decidió pasarse horas y horas en la biblioteca, el estar inmerso en los libros le significó convertirse en un gran escritor.
Estos libros evocan en muchos sentidos las situaciones que vivió Jordi Sierra en su etapa escolar, nada fácil, ya que además de las burlas; la pobreza lo acompaño por mucho tiempo, pero esto no fue impedimento para hacer sus sueños realidad, pues como él mismo lo dice leer le salvó la vida. Por consiguiente, si se fomenta el hábito de la lectura en los infantes y jóvenes, se lograrían personas que se aman a sí mismas, más empáticas y capaces de gestionar sus emociones de manera asertiva y a su vez esto puede fortalecer su pensamiento crítico y creativo.
En este sentido, Oliva refiere que leer va más allá de crear un rato de esparcimiento, especialmente cuando las emociones cobran tanta importancia en el desarrollo y gestión sano de las mismas, porque el seguir una narración e involucrarse con la trama permite tener un mayor nivel de comprensión y versatilidad al momento de expresar alguna emoción o porque no decirlo regular los cambios de ánimo o las respuestas que se dan ante una situación en particular. Asimismo, Scott afirma que la literatura provoca sensaciones que se pueden sentir y controlar con solo tomar la decisión de abrir o cerrar un libro lo que resulta imposible con las emociones suscitadas en el mundo real.
Las dos autoras coinciden en la importancia de la vinculación de la literatura en la gestión emocional, se vive en un mundo que es volátil e incierto. Por tanto, es vital desarrollar habilidades emocionales que permitan a los seres humanos sin importar la edad a ser más flexibles, dinámicos al momento de enfrentarse a situaciones difíciles de manera receptiva. No es desconocer o evadir aquellas emociones que en ocasiones se tornan desagradables, es saberlas afrontar de la mejor manera para no quedar atrapados en ellas.
De manera análoga, Mengual afirma que leer es una actividad esencial para la vida cotidiana de las personas, ya que si se estimula la lectura a una edad temprana, se genera un buen hábito, con esto se puede afianzar la adquisición de nuevos conocimientos base de los aprendizajes escolares y una gran fuente de ocio placentera, por eso quienes no han tenido la oportunidad de aprender a leer se encuentran en una gran desventaja respecto al conocimiento y el aprendizaje. En suma, si el estado de ánimo está bien, el cerebro será capaz de adquirir el conocimiento de manera más factible.
A partir de lo anterior, la influencia de la familia en la educación de los niños es indiscutible y los padres juegan un papel fundamental en dicho proceso, especialmente en lo relacionado a la promoción de lectura, pero con una aplicabilidad más abierta y flexible que no permita lo superficial que lleve a decodificar significados y desde una perspectiva más amplia permitirse vincular la compresión, interpretación y la construcción de nuevas miradas en donde se vinculen todas las emociones, ya que sin importar cuales sean, lo que cobra significado es saberlas gestionar de forma positiva.
ESTRATEGIAS DE ANIMACIÓN A LA LECTURA COMO HERRAMIENTA PARA LA GESTIÓN EMOCIONAL
Hoy en día y desde tiempo atrás se ha venido evidenciando mayor interés por los programas de animación a la lectura, los cuales son pensados y diseñados con estrategias llamativas que buscan atraer más personas para que adquieran el gusto y motivación por adquirir hábitos lectores. Entre los que más se destacan son los promocionados por Fundalectura, una organización sin ánimo de lucro que busca vincular espacios afectivos en las familias por medios de actividades de lectura. Desde allí se promueve Libro al Viento un programa que fomenta la lectura a través de la vinculación de nuevos horizontes culturales y la circulación de libros en diferentes ámbitos.
Del mismo modo, el Ministerio de Educación Nacional junto al Ministerio de Cultura promueven el Plan Nacional de Lectura y Escritura, Leer es mi cuento, con el fin de que los colombianos conviertan este hábito en una alegría, así como una herramienta efectiva para lograr transformar realidades y abrir oportunidades culturales, económicas, sociales. A través de alianzas con las bibliotecas, la compra y distribución de libros a diferentes regiones del país, la apertura de concursos que animan a leer y el incentivo a niños y jóvenes que hacen de la lectura y la escritura un hábito. Igualmente, la participación en diferentes eventos internacionales que van en línea a despertar la motivación por leer.
Otro programa que vale la pena mencionar es uno que se lleva a cabo en el municipio de Zipaquirá y se denomina El Libro Que Estaba Solo, el cual busca la promoción y animación a la lectura a través del Mindfulness; esta es una herramienta que permite aprender a prestar atención y leer de forma consciente, lo cual ayuda a fortalecer el aprendizaje, la gestión emocional, la memoria; minimiza los niveles de estrés, ansiedad y depresión. Es estar presentes al momento de leer y darse la oportunidad de volver a los apartados que no fueron comprendidos o que más gustaron.
Seguramente alguna vez te ha sucedido que terminas de leer y no logras comprender o analizar lo que expresa el autor. Esto sucede porque no hay una atención plena, tal vez porque la mente se encuentra divagando en diferentes episodios de la vida que hacen parte del pasado o la incertidumbre que trae el futuro.
No se logra una conexión verdadera entre el lector, los personajes, el contexto y el autor; lo cual impide que se promueva la curiosidad por vivenciar lo que está pasando y predecir lo que sucederá en el libro. Adicional a esto, el programa ha llevado lectura a diversos lugares y tiene proyectado la elaboración de unos vagones literarios que serán distribuidos en diferentes espacios públicos del municipio y que permitirá no solo la promoción y animación a la lectura a través del Mindfulness, sino que también vinculará el arte, la música, la danza y el teatro. De esta manera, sus promotores piensan convertir a Zipaquirá en la ciudad más lectora de Colombia.
CONCLUSIONES
La lectura debe configurarse como un hábito inspirador y no obligatorio en niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Debe promoverse de manera creativa mediante el ejemplo y el diseño de estrategias innovadoras que permitan a quienes lo practican soñar despiertos, descubrir en los libros aprendizajes y transformar de forma positiva las realidades que se viven a diario. Esto solo se logra cuando se da la libertad de seleccionar el texto, ya que permite ser escogido de acuerdo a la edad e interés de quien realizará el acto de leer.
La motivación por la lectura es el eje fundamental para fomentar un buen habito y si este se realiza de forma consciente, se genera un valor agregado que permitirá una mayor fluidez, comprensión y análisis. Esto promueve el fomento del pensamiento crítico y creativo lo cual redundará en un mejor desempeño académico desde diferentes aristas no solo del proceso lector sino también escritural. En suma, es vivenciar y promover el amor y la fascinación al abrir un libro que muestra diferentes historias reales o fantásticas.
Los hábitos de lectura promueven la gestión emocional, la empatía, la memoria; desarrollan habilidades que permiten mejorar la atención, comprensión, redacción de textos, ortografía. De manera análoga, promueve destrezas comunicacionales, competencias interpersonales e intrapersonales. Por tanto, debe existir la libertad para leer el texto que cada persona escoja y al ritmo que se desee. Sin olvidar incentivar el amor por la lectura.
En los hogares, los padres son un buen ejemplo para sus hijos, ya que si estos ven que sus padres leen, en algún momento también lo harán. Es un proceso que requiere tiempo, paciencia, perseverancia. Los invito a crear un espacio físico en donde los niños, adolescentes y jóvenes tengan la posibilidad de acceder y encontrar diferentes tipos de texto. Se recomienda para los más pequeños tener libros animados, con variedad de imágenes, música, incluso ya existen algunos que vinculan olores. Para los más grandes, novelas gráficas, cómics, historietas, etc.
A los niños les genera tranquilidad y placer que un adulto les lea en la noche. Ambientar el espacio, alejarse de los dispositivos, prestar atención al momento de leer, suscitar preguntas antes, durante y después. Permitir la imaginación y no olvidar que para que una actividad se convierta en hábito debe ser repetida varias veces. Se ha comprobado que leer en las noches, mejora los niveles del sueño y descanso.
En las Instituciones educativas, los profesores deben fomentar espacios en donde sus estudiantes los vean leer, darles la oportunidad que elijan, organizar por interés rincones de lectura, concursos; articular el arte, la música, la danza, el teatro, entre otras actividades lúdicas. Se debe aprender y desaprender sobre la forma en que se vincula la lectura en los contextos escolares.
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