abril 14, 2020

«Como elemento dinámico, la gramática es, en sí misma, un sistema de producción de textos, en tanto que un tratado de gramática determinado se erige como una suma de posibilidades de hacer gramática, posibilidades que, en parte, ya han sido realizadas históricamente y, en parte, están aún por realizar»


Victoriano Gaviño Rodríguez
«La gramaticografía desde el paradigma de las tradiciones discursivas»

Tonos digital, n.º 38 (2020)

Tonos digital. Revista de estudios filológicos | Universidad de Murcia | Murcia | ESPAÑA

Se incluye a continuación un extracto seleccionado de las páginas 1 y 12 a 15 de la publicación en PDF. Las referencias pueden consultarse en la ubicación original.

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Creatividad lingüística. Retha Ferguson, Pexels.


«RESUMEN

»A pesar del impulso que en los últimos años han experimentado los estudios de historiografía lingüística hispánica, donde se han producido abundantes materiales e interesantes resultados de investigación en esta línea, hasta ahora no hay exploraciones en esta área que, desde un punto de vista global, hayan considerado las gramáticas como manifestaciones de una tradición discursiva, ni tampoco enfoques metodológicos homogéneos que, desde la perspectiva de las tradiciones discursivas, hayan estudiado la génesis creativa de estos textos por parte de los gramáticos.

»El objetivo principal de este trabajo consiste en la introducción del concepto de tradición discursiva en el estudio historiográfico de las gramáticas en series textuales, porque creemos que este es un marco de análisis muy sugerente, que nos permitirá superar de manera más precisa la aparente parcialidad de los resultados tradicionalmente obtenidos por medio del estudio de la gramática, no solo como producto individual, sino también como componente de una serie textual específica.



»ANÁLISIS GRAMATICOGRÁFICO Y TRADICIONES DISCURSIVAS

»En relación con el paradigma de las tradiciones discursivas, un determinado tratado gramatical puede ser objeto de muy diversos análisis, que determinarán su esencia y categorización según el parámetro al que atendamos: por ejemplo, si tomamos en consideración el origen discursivo de sus fuentes, podemos encontrarnos con gramáticas de creación intradiscursiva, si estas han sido configuradas a partir de productos textuales de su propia tradición (esto es, otras gramáticas), o gramáticas de creación interdiscursiva, cuando están formadas tomando como referencia directa productos textuales pertenecientes a distintas tradiciones; otro aspecto analizable puede ser, por poner un nuevo ejemplo, el referente a la metodología empleada, según el cual hablaríamos de gramáticas metodológicamente homogéneas, cuando el texto gramatical sigue un mismo paradigma y utiliza una terminología común, independientemente de la tradición discursiva a la que pertenezca, y gramáticas metodológicamente heterogéneas, cuando el texto carece de metodología común; en este último caso se sitúa, por ejemplo, la gramática descriptiva dirigida por Bosque y Demonte.

»En relación con la indagación de fuentes e influencias en los tratados gramaticales, habrá que ser cuidadoso en el examen de distintas posibilidades, que han sido en la actualidad nítidamente esbozadas por Zamorano Aguilar (2010) a partir de un término como el de canon: junto a las fuentes declaradas o explícitas y que —en la línea marcada por Zamorano Aguilar (2010: 424)— constituirían el canon histórico interno explícito, esto es, aquellas fuentes que, independientemente de su uso real o no, son manifestadas en los textos por medio de la referencia a autores u obras, contamos también con las denominadas fuentes implícitas, que formarían parte del canon histórico interno implícito o encubierto, esto es, aquellas fuentes que, aún sin ser citadas, pueden ser deducidas del análisis historiográfico.

»Estas fuentes implícitas pueden estar detrás de una cita encubierta, cuando el autor cita una idea sin hacer mención a su autor (ya sea porque el autor no conoce el origen de la idea, ya sea porque no le interesa especificarla) o sin explicitar la fuente. Sea cual sea el caso, nos interesa como historiógrafos la delimitación de la denominada metatextualidad del texto.

»Aunque esta parece estar presente en todos los tratados (en cierto modo, todos ellos evocan de algún modo a otros anteriores, ya sea de manera superficial, ya sea al menos por medio de aquellos elementos que los hacen formar parte de un conjunto o una determinada tradición), hay una metatextualidad más concreta que se visualiza, por ejemplo, en una determinada estructuración de la obra, la exposición de una idea concreta, o quizás en el uso de un determinado término o definición que nos transporta a una corriente concreta u otra obra anterior, incluso cuando esta no es citada; esta metatextualidad es la que tiene mayor interés para la investigación historiográfica.

»En este sentido, cobra especial relevancia en este estudio la distinción entre tradiciones monogenéticas y plurigenéticas defendida por Kabatek (2007: 340), según podamos indagar o no en el origen de las innovaciones creadas. En el ámbito de la historiografía lingüística, resulta complicado que una determinada evocación esté oculta en los orígenes de la historia de la colectividad (como sí podría darse, por ejemplo, en el ámbito de la historia de la lengua con una fórmula de saludo como “buenos días”, por ejemplo).

»Con distintas estrategias, el historiógrafo siempre puede indagar en la búsqueda del origen de esas evocaciones o alusiones, pues estamos ante recreaciones de una determinada idea que solo puede ser considerada innovadora en su origen.

»Todos los anteriores son solo algunos de los posibles elementos de análisis global que pueden ser desarrollados sistemáticamente dentro de este marco, cuya especificidad deberá materializarse en un análisis minucioso de la macroestructura y microestructura de las obras.

»Los resultados finales habrán de ser relacionadas, por último, con su contextualización y aquellos factores externos (ya sean particulares y relativos al autor, del tipo de su vida, formación, relaciones personales, especialización profesional, etc., ya sean globales, en relación con su entorno histórico, social, político, cultural, educativo, etc.) que pueden tener incidencia directa en el proceso de creación del texto, así como en la constitución y comprensión de las series textuales, ya que, como muy bien señala García Folgado (2002: 438) en aplicación concreta a la teoría gramatical, una determinada doctrina o teoría no debe considerarse solamente por su valor propio, sino también como expresión del clima intelectual que la generó.

»En este sentido, algunas series textuales, como las constituidas por gramáticas escolares, con frecuencia desarrollan aspectos esenciales propios que no pueden ser explicados internamente por transtextualidad, sino por la aparición de diferentes factores externos que fuerzan el cambio o estatismo, e incluso la configuración misma de una determinada serie textual puede estar condicionada por un factor externo: pongamos, por caso, la serie textual formada por aquellas gramáticas realizadas por los exiliados españoles liberales en el extranjero a lo largo del XIX, de entre las cuales, formarían parte los muchos y desconocidos tratados que fueron publicados por autores como José Joaquín de Mora, José de Urcullu y otros tantos.



»CONCLUSIONES

»En esta investigación se ha intentado poner en relación el concepto de serie textual con el paradigma de las tradiciones discursivas, estableciendo con ello una perspectiva abarcadora que permita un estudio más completo y sistemático de los productos textuales que se incluyen dentro de la gramática como tradición discursiva. Se han establecido algunos parámetros metodológicos para la revisión del proceso gramaticográfico y líneas de posibles análisis en series textuales en relación con las tradiciones discursivas, que deberán ser organizados, revisados y perfeccionados en futuras investigaciones.

»Es evidente que un trabajo de este tipo no cubre los distintos problemas metahistoriográficos (de metodología y epistemología de la disciplina) con que podemos encontrarnos, pero estamos seguros de que estas reflexiones pueden servir para dar un impulso y avance al estado actual de la labor historiográfica por medio de un enfoque globalizador hasta el momento inexplorado y que, con seguridad, desvelará nuevos aspectos de la historia de la gramática en relación con su propia tradición discursiva (y otras)».



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