abril 15, 2020

«La falta de similitud gráfica con -mente en árabe e inglés no impide que los aprendices de estas lenguas lo reconozcan y manipulen. Al parecer, el poder equipararlo semánticamente con un sufijo en la L1 es más importante»


Nausica Marcos Miguel y Claudia Helena Sánchez Gutiérrez
«¿Solamente o solamento?: desafíos en el aprendizaje de forma y significado de -mente y -miento/-mento por hablantes de ELE»

Revista de Filología de la Universidad de La Laguna,

Revista de Filología de la Universidad de La Laguna (@ULL) | Facultad de Humanidades | Sección de Filología | San Cristóbal de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) | ESPAÑA

Se incluye a continuación un extracto seleccionado de las páginas 72 a 74 de la publicación en PDF. Las referencias pueden consultarse en la ubicación original.

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«RESUMEN

»Este estudio se aproxima a las dificultades más frecuentes que enfrentan los estudiantes de español como L2 (EL2) en la adquisición del significado y forma de los sufijos -mente y -miento/-mento. En el Corpus de Aprendices de Español (CAES), se localizan palabras derivadas con estos sufijos, y se codifican errores formales y semánticos que indiquen si los aprendices utilizan las palabras de memoria o las descomponen. Los errores semánticos son limitados y se ajustan a palabras específicas.

»Tampoco destacan errores sintácticos en la asignación de la categoría gramatical de la palabra. Los errores ortográficos y morfológicos son los más frecuentes. Conforme al modelo de Jiang (2000), los aprendices parecen unir primero la forma de toda la palabra con el significado en la L1. Tras esta etapa, descomponen la palabra, lo que se refleja en sus errores ortográficos y morfológicos. Estos errores indicarían que el sufijo se guarda como un elemento de la L2 en el lexicón. Con los ejemplos analizados, se ofrece una serie de palabras prototípicas para que los aprendices de EL2 reflexionen sobre estos sufijos.



»DISCUSIÓN

»Ahora podemos revisar de nuevo las preguntas de investigación. Se contestará a la vez a las dos secciones de la primera pregunta ya que están estrechamente relacionadas, “Conforme avanza el nivel de competencia de español en hablantes de ELE, ¿cómo se desarrolla el conocimiento 1. de la forma (ortográfica, morfológica y sintáctica) y 2. del significado de palabras con los sufijos -mente y -miento?”. Como en la exposición de resultados, nos centraremos cada vez en un sufijo.

»Según las características con -mente en relación con los sufijos de las L1 analizadas (ver tabla 1), la falta de similitud gráfica con -mente en árabe e inglés no impide que los aprendices de estas lenguas lo reconozcan y manipulen. Al parecer, el poder equipararlo semánticamente con un sufijo en la L1 es más importante. Como se había hipotetizado, los hablantes de chino L1 son los que menos descomponen la palabra en sus elementos. No descartamos que esto se deba a influencias externas a la L1 como el tipo de enseñanza que reciben, que les hace estar más dispuestos a manipular la L2. Por ejemplo, se ha visto que estudiantes con coreano como L1 y árabe como L1 aprenden vocabulario de manera diferente (Juff y Friedline, 2014).

»No podemos contestar esta pregunta con la información recogida en este estudio, pero es un aspecto para explorar en el futuro comparando las influencias socioculturales de los aprendices con árabe como L1 y chino como L1.

»En general vemos que la variación ortográfica con -mente disminuye en todas las lenguas al aumentar el nivel de competencia (figura 1), pero sigue habiendo variación en los niveles B1-B2. Todos los errores formales también disminuyen al aumentar el nivel de competencia, pero no desaparecen (ver tabla 4). Los errores sintácticos y semánticos son mucho menores que los formales a pesar de que al haberlos analizado por casos teníamos más ejemplos que con los ortográficos y morfológicos que se han analizado por tipos de palabras.

»Con -miento, hay menos ejemplos, tanto de casos como de tipos, de palabras derivadas. La media de errores formales es mayor que la de los semánticos. En errores ortográficos, se ven unos datos similares a -mente mientras que para errores morfológicos aparecen menos que con -mente. Las medias de errores semánticos y sintácticos son similares entre los dos sufijos: muy bajas. En general, se ve una disminución de errores con -miento al aumentar la competencia de los hablantes (ver tabla 7). No obstante, los errores sintácticos, aunque en un número muy limitado, aparecen más en niveles intermedios. Al igual que con -mente, los hablantes de chino cometen menos errores, lo que sugiere que estos sufijos no se manipulan como elementos independientes al escribir la palabra. En el caso de -miento nos encontramos que la alomorfía -miento y -mento causa dificultades a los aprendices (ej., *conocimento en vez de conocimiento). A pesar de que la forma -miento es la más productiva de las dos en la actualidad (Lang, 2009), esto no evita la alternancia de formas. Por ejemplo, del latín complementum tenemos complemento, complimiento y cumplimiento (Cervera Rodríguez, 2012). Por tanto, no podemos esperar que los aprendices distingan qué forma usar a pesar de que hayan sido capaces de reconocer y producir el sufijo. De hecho, el confundir los alomorfos sugiere una consciencia sobre la relación de los dos como alomorfos.

»En cierta manera, no podemos separar totalmente el conocimiento de la ortografía de la morfología ya que el producir y reconocer la forma del sufijo entra dentro de la conciencia morfológica del estudiante (ver Fejzo, 2016; Kuo y Anderson, 2006; Llombart-Huesca, 2018). No obstante, de la sistematicidad de los errores con la vocal antes del sufijo, tanto por niveles como por lenguas (ej., *actualamente), deducimos que los aprendices están negociando la formación de la palabra y no es solo una mera confusión ortográfica.

»En resumen, el significado de las palabras derivadas tiende a aprenderse en relación con la palabra total y no con la suma de sus partes. Esta situación causa que haya más errores formales que semánticos en el momento de la producción escrita que aquí se analiza. En los ejemplos revisados, los aprendices parecen descomponer la palabra y de ahí que se produzcan errores ortográficos y morfológicos con relativa frecuencia. Es decir, similar a Jiang (2000), podemos establecer tres pasos del aprendizaje: 1. aprendizaje semántico de la palabra, donde se equipara a una palabra en la L1; 2. aprendizaje formal de los elementos de la palabra (base y sufijo), donde se empiezan a desarrollar conexiones en la L2; y 3. aprendizaje del significado del sufijo, donde esperamos nuevas conexiones en la L2.

»Estas etapas podrían darse simultáneamente según las palabras y el aprendiz. No obstante, los datos del corpus no ofrecen suficiente información sobre la tercera etapa. Análisis posteriores con datos empíricos de participantes con distintas L1 ayudarían a contestar esta pregunta. Para la segunda pregunta, “¿Qué sufijo, -mente o -miento, presenta más dificultades para los estudiantes? Es decir, ¿dónde deberían insistir más los profesores? ¿Qué palabras pueden usar como ejemplos prototípicos?”, podemos ahora concluir que, en términos de producción, los dos sufijos pueden presentar problemas con su ortografía.

»No obstante, por su reconocimiento y productividad el sufijo -mente presenta más errores formales y semánticos. En el caso de los errores semánticos estos son específicos de cada palabra y, por tanto, parece más difícil sistematizarlos. Por ejemplo, basado en los ejemplos, recomendamos a los profesores revisar el significado de la palabra “últimamente”.

»Las tablas 5-6 (-mente) y 8-9 (-miento) recogen los ejemplos formales que permitirán a los profesores mayor reflexión en el aula. Este tipo de tareas se recogerían dentro del tiempo de la clase dedicado a la forma y las estructuras de la lengua (ver Nation, 2007). El indicarles a los estudiantes que los errores están basados en composiciones de otros estudiantes siempre resulta motivante, pues los aprendices reconocerán que estas dificultades las podrían enfrentar ellos mismos. A continuación, se dan dos modelos para actividades de reflexión lingüística con ejemplos obtenidos en este análisis.

»Modelo 1:

»De las siguientes palabras con -mente solo una es correcta. Reflexiona con tus compañeros. Explicad por qué funciona el ejemplo elegido y por qué son incorrectas las otras opciones.

»facialmente / facilamente / facilemente / facilmente / fácilmente

»Modelo 2:

»Las palabras con -mente no se usan correctamente en algunas de las siguientes oraciones. Reflexiona con tus compañeros y proponed sugerencias para mejorar las oraciones.

»a. Saludos cordialmente. [En una carta]

»b. Necesitamos una (habitación) doble con dos baños independientes. Si possiblement, debería tener un minibar y una vista al mar.

»c. Ven a Nueva York. Es una ciudad muy interesante, muy rápidamente.

»[ejemplos levemente revisados de CAES para evitar los errores que no se refieren a -mente]



»CONCLUSIONES

»Este estudio ha examinado el proceso de adquisición de los sufijos -mente y -miento en aprendices de español como L2. Para este fin, se han estudiado hablantes de L1 árabe, chino, francés e inglés en el corpus CAES de nivel principiante e intermedio.

»Los resultados demuestran que, en el aprendizaje de sufijos, más que su significado, lo que conlleva más dificultades a la hora de usarlos es su forma. Por tanto, se recomienda trabajar la forma en la clase de los sufijos (ortográfica, morfológica y sintáctica) para todos los aprendices de español L2. Especialmente, se recomienda enfatizar la estructura de las palabras derivadas para los estudiantes cuyas lenguas no utilizan una estructura similar al español, ya que su L1 puede limitar su habilidad para descomponer palabras derivadas como hemos visto con hablantes de chino L1.

»Entendemos que en el aula hay un tiempo limitado, pero como las actividades modelos propuestas son muy breves, se pueden incluir dentro de la instrucción habitual de vocabulario. Debido a la frecuencia de palabras derivadas con -mente y -miento, el profesor encontrará ocasiones para reflexionar sobre la forma sin forzar el tema.

»Este estudio cuenta con ciertas limitaciones especialmente debidas al tamaño del corpus CAES, a que no presenta el mismo número de casos por lengua y nivel y a que no se han tenido en cuenta las variaciones por hablante. También sería importante incorporar datos empíricos sobre el conocimiento de los sufijos -mente y -miento para contrastar la información. Por ejemplo, la aparente falta de manipulaciones morfológicas en hablantes chinos podría deberse a que estos utilizan una estrategia de memorización de las palabras como hemos dicho, pero no se puede afirmar que no hayan adquirido los sufijos. Los datos de corpus reflejan en su totalidad el uso de los sufijos y de ahí inferimos el proceso de adquisición».







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