Elena Alcalde Peñalver
«La ortografía en redes sociales: ¿una nueva carta de presentación?»
Caracteres, vol. 8, n.º 2 (2019)
Caracteres. Estudios culturales y críticos de la esfera digital | Editorial Delirio | Salamanca | ESPAÑA
Se incluye a continuación un extracto seleccionado de las páginas 156, 160 a 163 y 171 a 173 de la publicación en PDF. Las referencias pueden consultarse en la publicación original. Licencia Creative Commons.
Enlace al índice del número completo. El artículo aquí citado no se publica en formato HTML.
NOTA DE ACTUALIZACIÓN: La aplicación Escribir bien es de guapas mencionada en este artículo no existe a día de hoy, 10 de julio de 2024. Asimismo, la red social Twitter ha pasado a llamarse X.
Resumen
La inmediatez con la que se exige hoy en día la comunicación por escrito hace que en ocasiones se descuiden los aspectos ortográficos y gramaticales. Esta situación se ve aún más acentuada debido al extendido uso que se hace de las redes sociales como forma de comunicación, ya que se suele conceder más importancia al contenido del mensaje que a cómo esté escrito. No obstante, se observa una creciente tendencia para aprovechar el gran uso de las redes sociales como medio de divulgación del buen uso de la ortografía y gramática.
En este artículo presentaremos datos estadísticos a través de un corpus de mensajes extraídos de la red social Twitter siguiendo una metodología de análisis de contenido. Tras una revisión teórica de los antecedentes teóricos, procederemos a aplicar la metodología expuesta y a analizar los resultados extraídos. Finalmente, tras reflexionar sobre los mismos, mostraremos las conclusiones del estudio.
Ortografía y redes sociales
La comunicación verbal escrita es el medio por excelencia de la red, puesto que los usuarios mantienen conversaciones en línea de manera informal. A esto se añade el factor prisa e inmediatez que exige la comunicación en línea, que puede resultar en que escribir con todas las letras y de forma correcta resulte tedioso (Silva, 2017). En estos casos se trata más de un estilo coloquial y oral, puesto que se escribe como se habla y la gramática, ortografía y sintaxis pierden importancia (Imaña, 2011).
Tal y como indican Mancera y Pano (2014), las faltas de ortografía en redes sociales suelen atribuirse a la falta de concentración o dejadez del usuario ante la proximidad comunicativa, puesto que saben que la persona que lo va a leer conoce las convenciones de uso de las redes sociales. De hecho, Martínez de Sousa (2004) hace una distinción entre lo que considera «faltas de ortografía», que se cometen por falta de competencia lingüística, y «heterografías», que se consideran desviaciones intencionadas, lo que se consideraría en muchos casos los fallos que se cometen al escribir mensajes en redes sociales o en aplicaciones de mensajería instantánea.
Las heterografías no tenían tanta repercusión cuando los usuarios se limitaban a intercambiar emails o mensajes de texto. No obstante, esta situación ha cambiado en los últimos años debido al creciente uso de las redes sociales. En efecto, un 92 % de los internautas tiene perfil en al menos una red social, y el 70 % en al menos tres de ellas (FCINCO, 2016).
A esto se añade el hecho de que pasamos casi dos horas al día conectados a Internet actualizando o leyendo redes sociales (ídem). Por lo tanto, esta exposición mediática que están teniendo los jóvenes en la actualidad, algunos con cientos de seguidores en sus cuentas, ha hecho que exista una creciente tendencia a prestar atención no solo al contenido, sino también a la forma de redactarlo.
Así lo señala Grijelmo cuando indica que en redes sociales «ahora también transmitimos nuestra propia imagen a través de la escritura» (2016). En efecto, según una encuesta que recoge un artículo publicado por Morrison (2017) y que se realizó a 5 500 solteros estadounidenses en 2016 en el sitio web de citas Match.com, un 39 % de los usuarios juzgaba la compatibilidad que tenían con otros en función del correcto uso de la gramática.
Del mismo modo, en este mismo artículo se recogen testimonios de profesores de universidades prestigiosas que afirman que es necesario que los estudiantes sean conscientes de que un buen uso de la ortografía y gramática es una habilidad básica necesaria para el desarrollo exitoso de su carrera profesional.
Asimismo, últimamente los errores ortográficos han llegado a ser causa de revuelo mediático, sobre todo cuando son personas conocidas las que los cometen. Así lo explica Silva (2017) al recordar la transcendencia que tuvo un mensaje en Instagram Stories de Dulcedia, considerada una de las mayores influencers de España, debido a las numerosas faltas de ortografía que cometió. De hecho, «La vecina rubia» publicó el mensaje corregido y animó a los jóvenes a estudiar y a no querer solo convertirse en influencers (Figura 1).
Dulceida, la ESO sí sirve.
— La vecina rubia (@lavecinarubia) July 26, 2017
Por favor, fans de Dulceida: no queráis ser SÓLO influencer.#estudiarcuandosetienelaoportunidadesdeguapas pic.twitter.com/Atpqd4a8X3
Figura 1.
Volvemos a citar las palabras de Grijelmo (2017) en las que explica cómo parece haber surgido una tendencia últimamente a pedir «socorro» ante la situación de descuido ortográfico: «Todos incurrimos en errores ortográficos, por descuido o por ignorancia. Si son aislados la fiebre baja enseguida. El problema radica en su reiteración y, sobre todo, en no ser consciente de las propias carencias. Porque eso a corto plazo impide pedir socorro; y a la larga dificulta la cura» (Grijelmo, 2017).
Ante la reiteración que parece haber a la hora de cometer faltas en numerosos medios de comunicación y por parte de personas conocidas que cuentan con un gran número de seguidores entre el público joven, diversas cuentas de Twitter han popularizado el buen uso del español en redes, como es el caso de @lavecinarubia (407 mil seguidores) o @ElCorrectorDeTV (12,3 mil seguidores). Del mismo modo, el servicio de resolución de dudas de la RAE a través de Twitter mediante su cuenta @RAEinforma, con un total de 1,15 millones de seguidores, goza de gran popularidad ante el gran número de solicitudes que reciben a diario, lo que ha servido para extender el uso de un servicio que ya funcionaba desde 1998 (Moreno, 2013). La cuenta de la Fundéu BBVA tiene por su parte 254 mil seguidores y promueve igualmente el buen uso del español a través de sus numerosas recomendaciones para medios de comunicación y las dudas que resuelven a diario a los usuarios que las plantean.
Hay que tener en cuenta que según el último informe del Instituto Cervantes (2017: 32), el español es la tercera lengua más utilizada en la red (por detrás del inglés y chino) y segunda lengua más utilizada en Twitter y Facebook, consideradas las dos principales redes sociales del mundo. En este mismo informe se indica, en base a datos de un estudio previo realizado en 2013 por Mocanu et al., que el potencial de crecimiento del número de usuarios de Facebook en español es muy elevado en comparación con el de inglés y que el español es la segunda lengua más utilizada en Twitter en ciudades de habla inglesa como Londres o Nueva York.
Estos datos demuestran el peso del español en la comunicación en Internet en la actualidad. Es por ello que consideramos relevante realizar el estudio y analizar, a través del uso de diferentes hashtags utilizados por usuarios de Twitter, la influencia que pueden tener diferentes cuentas a la hora de dar a conocer el buen uso de la ortografía y gramática entre los usuarios.
Recapitulación
Tal y como indicaban Burgos et al. en su estudio de 2016, podemos afirmar que las nuevas tecnologías están modificando la forma de comunicarnos, consumir y acceder a la información, ya que han hecho que esta sea mucho más inmediata. No obstante, y sobre todo entre la población joven al utilizar dispositivos móviles, aunque se haya observado una mayor atención al contenido del mensaje y no tanto a la forma de redactarlo, coincidimos con Grijelmo (2016) en que las nuevas tecnologías también han hecho que los usuarios empiecen a detenerse a pensar en cómo están escribiendo, ya que esto puede constituir una carta de presentación ante las personas que lo leen.
En este sentido, volvemos a remitirnos a la afirmación de Muller cuando en 2012 señalaba que los usuarios eran conscientes de que escribir un mensaje con faltas gramaticales o de ortografía puede resultar en una devaluación del mismo por parte del público receptor.
Con este estudio hemos podido demostrar que las iniciativas en favor del buen uso de la ortografía y gramática en redes sociales contribuyen de forma positiva y amena a dar visibilidad a estos aspectos, ya que, aunque solo hemos mostrado determinados ejemplos por las limitaciones de esta investigación, las consultas que se hacen a diario a la RAE pueden variar desde dudas sobre términos concretos hasta la forma de utilizar un determinado aspecto gramatical.
Del mismo modo, cabe destacar que, tal y como evidenciaba Simarro (2016) en su estudio sobre tuits humorísticos, las restricciones formales de Twitter generan, como hemos podido comprobar, textos humorísticos para defender el buen uso de la ortografía. Asimismo, hemos podido observar que, tal y como se indicaba en el informe de Instituto Cervantes (2017), un gran número de usuarios que tuitean en español, en este caso sobre temas de corrección lingüística, se encuentran en EE. UU., por lo que el impacto de estas cuentas es aún mayor.
Ante las limitaciones temporales del análisis de datos de este estudio, será de gran interés continuar la investigación y seguir haciendo comparaciones durante mayores periodos de tiempo y en diferentes años para comprobar la evolución del contenido que aporta la búsqueda de estos hashtags. No obstante, como usuaria activa de Twitter puedo afirmar que su uso es de gran actualidad y relevancia a diario en la red social.
Conclusiones
El extenso uso de las redes sociales como medio de información y de socialización hace que muchas personas estén expuestas de forma constante a la lengua escrita. Por tanto, a pesar de la inmediatez que requiere la comunicación a través de las mismas y de que se suelan seguir las reglas del código oral a la hora de escribir mensajes, suponen igualmente un modo de difusión del correcto uso de la ortografía y gramática.
Esto lo hemos podido comprobar en nuestro análisis con el gran número de visualizaciones que tienen los tuits que promueven la corrección lingüística. Además, es importante tener en cuenta los mensajes que se publican en Twitter con este fin, puesto que esta red social constituye una fuente de datos lingüísticos de actualidad.
Como indicaba Moreno Fernández en un artículo que publicó en El País (2013) cuando un periodista costarricense le preguntó sobre cómo creía que beneficiaba al español la expansión del uso de Twitter: «cualquier enunciado, por menudo que sea, beneficia a la lengua en que se expresa y ningún uso es pequeño». En efecto, como este autor indicaba en este mismo artículo «cuanto más usamos una lengua, mayor es su valor, por cortos que sean los mensajes emitidos». De esta forma, consideramos que la popularidad de uso de estos hashtags y su gran nivel de visualización por parte de miles de usuarios en las redes sociales permiten generar cada vez una mayor concienciación sobre la corrección ortográfica y gramatical.
Es cierto que la rapidez que parece exigirse a la hora de escribir en redes sociales puede en numerosas ocasiones provocar determinadas faltas por parte de los usuarios. No obstante, podemos afirmar que cada vez más se considera el correcto uso de nuestra lengua en los mensajes que escribimos en redes sociales como una carta de presentación, ya que, como diría la vecina rubia hoy en día «escribir bien es de guapas» (y guapos).
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