julio 01, 2014

Textos SMS


Si alguien me dijera que existe un propósito (o plan, acuerdo, idea, convicción, etc.) para borrar la lengua como ciencia... ¿lo creería? Si así me ocurriera, ¡imaginación calenturienta!, estamparía como observación doña Pilar, mi inolvidable maestra de 5º de EGB; por suponer y por ejemplo.

Me pregunto por qué, cuándo, cómo la lengua se ha convertido en una asignatura que se atraganta a tantos escolares.

Con, o a, propósito o sin él, por aquí se borra el castellano, por allá el catalán, por acullá el gallego, por corporativismo el euskera... desde la Administración, la política, las comunidades vecinales...

Es momento de duros enfrentamientos en razón del control de las lenguas, ¿o de los hablantes? Algunas facciones periodísticas, políticas, etc. dan gran publicidad a estas situaciones, ¿por qué no se divulgan casos señalados de lo contrario?

Estos días se ha hecho viral un vídeo de una agresión a un ciudadano chino en una capital española, en un medio de transporte público; sin embargo, no ha tenido la misma difusión la entrega del premio fin de carrera a otro ciudadano oriental en una de las primeras escuelas públicas de ingeniería del país (con lo que la competencia no se habrá andado con chiquitas). ¿Pasa lo mismo con la difusión de la condición social de las lenguas?

El nivel de conocimiento y de uso del español (lengua que ocupa a este blog) es pobre, nos dicen y constatan. Que vivimos en la era de la imagen es axioma que aplica también a la hora de la comunicación vía texto, especialmente escrito, aunque no tanto oral, pues ¡vaya speechs digerimos en los vídeos de YouTube, las tertulias televisivas o radiofónicas, los hangouts de Google, etc.!

¿Pobre nuestro uso lingüístico? No lo será en frecuencia e intensidad, a juzgar por la ingente participación en redes sociales, la popularidad del «guasapeo» o la fiebre de los SMS. Concuerdo al pie de la letra con Domínguez y Mejuto:

«Nos hallamos ante una revitalización de la comunicación escrita, al haberse conseguido, gracias al móvil o a Internet, aumentar enormemente los intercambios epistolares, en particular entre el público joven, el más reacio a utilizarlos.» (Carmela Domínguez Cuesta y Teresa Mejuto Urrutia, «Diccionarios y repertorios de SMS en el aula de ELE», en: Las gramáticas y los diccionarios en la enseñanza del español como segunda lengua, deseo y realidad (Actas del XV Congreso Internacional de ASELE, Sevilla 22-25 de septiembre de 2004), coord. por María Auxiliadora Castillo Carballo, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2005, pág. 306)


¡Qué mal escriben los jóvenes!, exclaman y señalan con su dedo experto muchos lingüistas; como se siga propagando, esto acabará con el idioma. Sí, hasta este grado apocalíptico llegan los vaticinios. Sin dejar de tener en cuenta esta corriente de opinión y valoraciones, podemos reconocer y reafirmar con Mosquera que los populares SMS, y canales de comunicación análogos en limitar la longitud de textos, favorecen la competencia escrita de los hablantes y su creatividad lingüística:

«Así, moitos académicos e lingüistas xa mostraron o seu desasosego –con frecuencia sen demasiados datos que avalasen as súas inquietudes– polo uso indiscriminado de abreviaturas e de emotícones, importante por ser a xente nova a protagonista desta para-ortografía. Con todo, esta cuestión non só espertou a curiosidade, a fascinación ou os medos das persoas expertas en materia de lingua, mais tamén dos propios utentes, o que provocou que se crease toda unha mitoloxía arredor deste fenómeno que profetizaba todo o tipo de desastres lingüísticos, os cales, como puidemos verificar, aínda se manteñen como unha percepción en bastante xente. Os datos achegados neste estudo apoian fundamentalmente estas teses apocalípticas, se ben que tamén existen consideracións máis positivas na liña do que os estudos máis recentes parecen evidenciar, isto é, que tan só constitúe unha nova modalidade de escrita e que favorece a competencia escrita e fomenta a creatividade lingüística dos seus utentes.» (Estefanía Mosquera Castro, «A escrita SMS desde a perspectiva dos seus utentes. Unha achega sobre a lingua galega», Madrygal (Revista de estudios gallegos), n.º 16 (2013), pág. 70)






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