diciembre 16, 2016

«El discurso del libro de texto: un enfoque pragmático-discursivo»



Salvio Martín Menéndez
«El discurso del libro de texto: un enfoque pragmático-discursivo»

Actas del XIII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (Madrid, 6-11 de julio de 1998), ed. de Florencio Sevilla y Carlos Alvar, Madrid, Castalia, 2000; tomo III, Lingüística.


Extracto de páginas 515-516 y 518-519 de la publicación en PDF




«Una de las representaciones de cuáles son y cómo se enseñan los contenidos de las diversas materias en la escuela puede encontrarse en los libros de texto. Estos adquieren en función de su importancia dentro del proceso educativo un valor de legitimación social de los conocimientos que trasmiten. Por esta razón constituyen, sin duda, un género discursivo1 de características particulares que permite un análisis desde el punto de vista de su uso en la compleja situación comunicativa para las que están pensados: la interacción en el aula del docente y el alumno, la interacción del alumno con el libro cuando el docente no está presente y la interacción del libro con el docente cuando organiza sus clases.

»Por lo tanto, el “libro de texto” representa la legitimación de los saberes que una determinada comunidad ha seleccionado como válidos para la educación de su población. En última instancia muestra los alcances de una política educativa determinada que, a partir de él, puede reconstruirse.

»De este modo, el “libro de texto” pasa a ocupar un lugar socialmente determinante ya que opera como el medio entre los contenidos que deben ser enseñados y su instrumentación efectiva en el uso que de ellos deben hacer docentes y alumnos a partir de las modalidades que propone para trasmitirlos.

»El “libro de texto” es, también, el espacio discursivo en el que se produce la construcción de una interacción “idealizada” entre el docente y los alumnos que potencialmente lo utilizarán. Esta “idealización” permite rastrear los supuestos que se manejan y las posibilidades de comunicación que efectivamente pueden producirse en función de los objetivos y condicionamientos de un intercambio de esta naturaleza. Por esta razón, lo elegimos como objeto de análisis.

»El marco general en el que inscribimos nuestra propuesta es el análisis pragmático del discurso. Éste se propone analizar el lenguaje en uso a partir del relevo de las estrategias discursivas que permiten abordar el análisis interaccional en términos de series discursivas. Las estrategias son planes de acción discursiva conformados por recursos de dos tipos: léxico-gramaticales y pragmático-discursivos.

»Analizar la interrelación entre estos recursos permite llevar a cabo una interpretación del género que podemos, tentativamente, denominar “discurso del texto escolar”.


»[...]


»La interacción discursiva supone el intercambio, al menos, de dos discursos puestos en funcionamiento por dos hablantes que, en tanto sujetos discursivos dotados de una intencionalidad determinada, producen textos.

»El caso especial del discurso del libro de texto muestra esta situación duplicada. Por un lado, están él/la o los/las productores/as del libro que devienen sujetos discursivos productores de un texto que organizan condicionados por un receptor ideal (el alumno) que debe procesar ese material.

»Pero esta instancia se ve, a su vez, duplicada, por la presencia física del profesor que actúa como mediador en esta situación y ocupa el lugar de otro sujeto discursivo que reorganiza el discurso original del libro de texto .

»El profesor es otro sujeto discursivo que interviene y, si bien no produce el texto, actúa como un “productor sustituto” porque propone el modo en que se lo debe utilizar; es decir, sobre un texto que no escribe, produce un discurso diferente en función de su interpretación de ese discurso original que es, justamente, el del libro de texto.

»Las instancias, por lo tanto, se duplican en el sentido mencionado.

»En términos de la producción discursiva, tenemos un sujeto discursivo duplicado constituido por un sujeto de la escritura (sujeto discursivo original), que produce el material didáctico, y por un sujeto de la oralidad (sujeto discursivo sustituto), que lo reorganiza. Este segundo sujeto es, en definitiva, el que determina el modo en que se lo debe leer. Hay, en términos de organización, un cambio de intencionalidades representadas textualmente por el cambio de canal.

»En términos de la recepción discursiva, hay un sujeto discursivo idealizado (el alumno que el libro de texto construye) y un sujeto receptor concreto (el alumno que utiliza el texto). Esta instancia se caracteriza por el pasaje de la idealidad a la concreción.

»La situación es, por cierto, compleja ya que los roles comunicativos descriptos no son discretos sino graduales. Esto implica que, necesariamente, hay distintos grados de efectividad en el proceso comunicativo. Además, el sujeto de la escritura sabe que su texto va a ser utilizado por otro y planifica (o debería hacerlo) en consecuencia.»





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