Alejandra Rodríguez Ballester, Clarín | Buenos Aires. ARGENTINA
«Los escalofríos que recorren el mundo de la edición desde la llegada del libro electrónico —precios bajísimos, autoedición—, no parecen haberse disipado.
»¿Sobrevivirán los editores de la galaxia Gutemberg? El experto inglés Michael Bhaskar —editor de ebooks, e investigador de los nuevos medios y la tecnología— presentó una perspectiva optimista hace unos días, en el marco de las Jornadas profesionales.
»“¿Ahora que todos son editores en la web, qué tenemos para ofrecer los profesionales de la edición?”, se pregunta el autor de La máquina de contenido, un observador de las empresas que se lanzan a la edición digital, quien fundó su propia editorial de ebooks, llamada Canelo. “Editar no puede hacerse con un algoritmo, tiene que ver con los sentimientos, con cultivar el gusto”, dice Bhaskar, que asigna a los editores el rol de curadores de la enorme masa de discursos que circulan en la web.
»¿Qué experiencias novedosas se están realizando?
»Los editores están haciendo editoriales digitales, editoriales de arte, edición multimedial, encontrando puentes entre videojuegos y literatura, buscando nuevas formas comerciales como la venta por suscripción, nuevas formas de llevar los libros electrónicos a los celulares, a las bibliotecas, nuevas políticas de precios, como poner varios ebooks en un combo y demás. Es una explosión de ideas: muchas fracasarán, es lo que sucede con las nuevas empresas, pero ese proceso es lo que hace que finalmente las cosas funcionen.
»¿Cómo son los ebooks de su editorial? ¿Son muy diferentes de los libros en papel?
»Son similares en todo, excepto que no existe el objeto físico. Editamos libros de ficción, de narrativa, y en ese sentido no hay ninguna diferencia. Sólo que mientras que muchas editoriales trabajan tercerizando el trabajo, el nuestro se parece más a la producción artesanal. Pero no queremos reinventar el libro, sabemos que los lectores sólo quieren una gran experiencia de lectura, no quieren encontrar elementos que los distraigan de su lectura. Quieren perderse en las palabras y tratamos de darles eso.
»Usted afirma que la edición digital tiene que ver con dar un marco de referencia al contenido. ¿Cuáles son los rasgos de ese marco?
»Uno nunca se encuentra con el contenido a menos que sea dentro de alguna clase de marco. Un diario en papel o la página web de un diario dan un marco a la información, el contenido debe ser distribuido bajo cierto marco. Eso vale igual para los libros. Pero más allá de esto, está el marco subjetivo, que es en parte marketing, en parte marca, en parte conversación. Este elemento subjetivo es cada vez más importante. Para el periódico inglés The Guardian es menos importante hoy su existencia en papel que el hecho de tener una marca a la que la gente recurre.
»¿El precio del ebook debe ser el mismo que el del libro en papel o más barato?
»Creo que tiene que ser más barato. La gente no quiere pagar por un archivo digital lo que pagaría por el objeto físico. Sienten que hay algo que falta. En realidad, el costo de impresión es una pequeña parte del costo total del libro. Se está pagando por el sello detrás del libro y la propiedad intelectual. Pero el objeto físico crea la ficción de que estás comprando un objeto, no una idea. Y eso es difícil de superar. Si los ebooks realmente van a despegar alguna vez, deberán ser más baratos. Es por eso que la adopción del ebook entre los lectores es mayor en el Reino Unido y en Estados Unidos, porque hay libertad para que los libros electrónicos sean mucho más baratos. En cambio, en Alemania y Francia, el precio está atado al del libro en papel. Si en la Argentina el ebook no despega, seguramente tiene relación con el precio.»
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