Luis Cortés Rodríguez
«Los límites del discurso: condicionantes y realizaciones»
Círculo de lingüística aplicada a la comunicación (CLAC), vol. 51, 2012
Círculo de lingüística aplicada a la comunicación (CLAC) | Facultad de Ciencias de la Información de la UCM | Departamento de Filología Española III | Madrid | ESPAÑA
Extracto del apartado introductorio, tomado del artículo en PDF.
Discurso, oral y escrito: «Variación, planos y principios»
«En cualquier análisis del discurso confluyen dos tipos de peculiaridades: los condicionantes y las realizaciones1. Los condicionantes, asociados con la variación externa, son previos al plano material discursivo, si bien lo determinan en buena manera. Entre ellos, podemos considerar como fundamentales los seis siguientes: los condicionantes lectales (motivados por el estado dialectal, sociolectal, tecnolectal, etnolectal o antropolectal del hablante), los de medio o modalidad (según que el medio sea oral, escrito, eléctrico/electrónico), los que se originan en el diferente grado de conciencia lingüística de la persona que habla (mayor, menor, escasa, nula, etc.), los funcionales (según cuál sea el género y registro discursivos), los situacionales (que atienden al estado de comunicación) y los ideológicos (según las creencias del hablante/escritor). Todos ellos pertenecerán al llamado plano supraenunciativo.
»Las realizaciones, asociadas con la variación interna, son las producciones (lo dicho, lo escrito) que llevan a cabo los escritores/hablantes, y que son el resultado de múltiples elecciones entre las posibilidades que ofrece el sistema. Se presentan mediante formas (adverbios, marcadores del discurso, entonaciones, gestos, etc.), mecanismos (orden de palabras, repeticiones, ausencia-presencia, lenguaje vago, series enumerativas, etc.) y unidades (unidades del plano secuencial y unidades del plano enunciativo o de procesamiento), con los que se pretenderá conseguir, entre otras posibilidades, una serie de efectos: efectos discursivo-interpretativos (humor, ironía, cortesía, racismo, machismo, etc.) y efectos discursivo-resultantes (ordenación del discurso, corrección, eficacia, disposición de los elementos, etc.).
»Los dos tipos de variación señalados (interna y externa), sobre los que más tarde volveremos, se entreveran con los que podemos denominar planos discursivos: el plano supraenunciativo, que tiene que ver con los aspectos de la variación externa, y los planos secuencial, enunciativo e intraenunciativo, todos ellos integrados en la variación interna. De estos últimos, el plano secuencial, el más amplio, abarcará el discurso en su compleción, lo que requiere para el análisis de determinados textos (pensemos en un discurso de cincuenta minutos) unidades superiores al enunciado, o sea superiores a las unidades que nosotros denominamos unidades enunciativas de procesamiento (enunciado, acto y microacto). Tales unidades superiores, y propias de dicho plano, serán las unidades secuenciales (plano secuencial: secuencias (unidades ilocutivo-textuales) y subsecuencias: temas, subtemas, etc. (unidades semántico-textuales). [...]
»El plano enunciativo es, sin duda, el más tratado por los estudiosos en trabajos con los que se pretende descubrir por qué mediante determinados mecanismos y formas el hablante intenta o consigue unos efectos determinados. Formas, mecanismos y efectos se analizarán en cuanto que son integrantes caracterizadores de uno o de varios de los condicionantes externos: género, modalidad, ideología, etc. Como ya indicamos, en este plano se integran la mayoría de referencias bibliográficas del discurso oral en español2; por el contrario, las dedicadas al plano secuencial y a sus unidades, tal vez por considerarse de menor interés, son escasas. Finalmente, el plano intraenunciativo se ocupará del análisis de determinadas formas y mecanismos sin que tal análisis los considere como elementos integrados en sus enunciados correspondientes, sino que dicha aproximación se limitará a su relación con otras formas o mecanismos afines del resto del discurso; por ejemplo, la palabra libertad en un debate, los tiempos verbales en una narración o, en muchos casos, el uso de los pronombres personales, si estos no se analizan como resultado del estatus enunciativo de los participantes.
»Junto a variaciones (externa e interna) y planos (supraenunciativo, secuencial, enunciativo e intraenunciativo), hemos incluido, en esta exploración de las posibilidades de los estudios discursivos, los principios. A partir de la elocutio de los clásicos y de su consideración de las cuatro virtutes del arte del “bien decir” (ars bene dicendi), consideraremos tales virtutes, que denominaremos principios: corrección, claridad, eficacia y adecuación. El principio de adecuación está más relacionado con la variación externa y el plano supraenunciativo, en cuanto que es un condicionante que viene marcado por el tipo de discurso, oral o escrito, que luego se produzca. Por el contrario, los otros tres principios son resultado, son producto, son realizaciones, y de ahí su maridaje con la variación externa y los niveles correspondientes a esta: secuencial, enunciativo e intraenunciativo. El cuadro nº 1 resume la relación que se establece entre variación, planos y principios.»
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