Hernán Fair
«Análisis político del discurso de Ernesto Laclau: una propuesta para la investigación social transdisciplinaria»
Íconos. Revista de Ciencias Sociales, vol. 20, n.º 54, 2016
Íconos. Revista de Ciencias Sociales | Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Sede Ecuador | Quito | ECUADOR
Extracto de páginas 200 y 220-221 del artículo en PDF
«Una pluralidad de estudios han señalado los problemas teóricos, metodológicos, epistemológicos y normativos de la teoría de la hegemonía de Ernesto Laclau. Sin embargo, son escasos los intentos de brindar una respuesta propositiva a estos déficits y limitaciones, contribuyendo a construir una teoría sistemática y una metodología concreta para el análisis político del discurso y para el desarrollo de un programa de investigación social desde nuestra región.
»El siguiente trabajo aporta algunos recursos teóricos para contribuir a sortear este problema, a partir de una propuesta de articulación transdisciplinaria que examina una serie de herramientas afines provenientes de la semiótica social, el psicoanálisis lacaniano, la teoría social contemporánea, la psicología social y la teoría neomarxista.
»Se sostiene que una cuidadosa incorporación de estas herramientas puede contribuir a complejizar y aumentar la capacidad heurística de la perspectiva de Laclau desde la dinámica política, fortaleciendo su capacidad operativa para el análisis sociopolítico y crítico en Ciencias Sociales.
»[...]
»A modo de (no) conclusión
»Desplegamos en este trabajo una propuesta de articulación transdisciplinaria tendiente a complejizar y reforzar el plano teórico-metodológico y normativo de la perspectiva de Laclau, con el objetivo de contribuir al desarrollo de un programa de investigación social sobre la teoría de la hegemonía, desde nuestra región.
»Mediante el desarrollo de esta propuesta, se ha procurado abrir el debate y estimular la necesaria discusión teórica, metodológica, epistémica y política, con el objeto de fortalecer la capacidad heurística y la validez operativa de las herramientas de la teoría discursiva de la hegemonía para el análisis de los procesos políticos contemporáneos, sin perder de vista el objetivo de transformación radical del orden vigente.
»No debemos olvidar, en ese sentido, que la teoría de la hegemonía de Laclau se inscribe en el marco de una concepción posfundacional y posmarxista, que pretende cuestionar tanto a las perspectivas esencialistas, objetivistas, racionalistas y universalistas, como a las visiones relativistas, idealistas y ultraparticularistas. En ese sentido, el objetivo de construir una metodología rigurosa, útil y válida para el Análisis Político del Discurso (APD), no puede perder de vista la inherente dimensión crítica y la meta socialmente transformadora.
»Reconociendo la existencia de esta dimensión en el transcurso de la obra de Laclau, aunque atenuada en los trabajos de su última etapa, destacamos la necesidad de radicalizar, extender y hacer explícita la crítica radicalizada en clave posmarxista, a partir de lo que definimos como una izquierda posfundacional.
»Desde la propuesta del presente trabajo, ello implica profundizar el desarrollo teórico y ético-político en torno a dos ejes centrales para el análisis político, que además permiten delimitar analíticamente su propio campo de investigación.
»En primer lugar, frente a las posturas relativistas y posmodernas del “todo vale”, se sostuvo que el APD debe retomar la crítica ideológica del marxismo, cuestionando radicalmente las formas de explotación y opresión social sobre los sectores subalternos en el capitalismo actual. Sin embargo, a diferencia de las concepciones de Análisis Crítico del Discurso (ACD), lo debe hacer desde lo que Laclau definió como una crítica “intra-ideológica”, que asume la existencia de verdades relativas, precarias y contingentes, que se sostienen en un “medio-decir”. Ello implica asumir una perspectiva epistémica basada en la objetividad parcial y relativa del conocimiento, que trasciende tanto las concepciones objetivistas y fundacionales, como las puramente subjetivistas y anti-fundacionales.
»En segundo término, el APD debe mantener un objetivo ético-político contra-hegemónico que, siguiendo la herencia transformadora del marxismo, trascienda la mera crítica y negatividad al orden vigente, para construir una praxis política y social alternativa. Ello supone ir más allá de la mera crítica ontológica de las perspectivas de ACD, la filosofía posmoderna y las teorías deconstructivas, para oponer una estrategia política contra-hegemónica, vinculada a la lucha por la igualdad social y la emancipación humana.
»El APD, sin embargo, se inscribe en el marco de una perspectiva posfundacional, alejada de todo fundacionalismo objetivista, esencialista y universalista. En dicho contexto, el objetivo radicalmente democratizador y emancipador debe resguardar como premisa básica la aceptación de las diferencias particulares y conservar una concepción abierta y plural.
»Desde el nivel estrictamente metodológico (aunque anudado a la dimensión ético-política), el programa de investigación debe reconocer la inherente dimensión relativa, precaria, parcial y contingente del conocimiento. Ello implica la necesidad de mantener y estimular una posición de autocrítica permanente y de apertura mental para la reformulación teórica, metodológica y normativa de sus aspectos atribuidos como más problemáticos, en estrecha relación con las transformaciones histórico-políticas e intelectuales que se van presentando en la dinámica sociopolítica. De este modo, se evita el riesgo de asumir una postura dogmática, esencialista o fundamentalista, contraria a sus premisas teóricas, normativas y ontológicas.»
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