Cristina Messineo y Temis Lucía Tacconi
«Problemas y desafíos de la traducción de las lenguas indígenas. Los casos toba y maká de la región del Gran Chaco (Argentina y Paraguay)»
Cadernos de Tradução, vol. 37, n.º 3 (2017)
Cadernos de Tradução | Universidade Federal de Santa Catarina | Centro de Comunicação e Expressão (CCE) | Pós-Graduação em Estudos da Tradução
Extracto de apartados en páginas 95-97 y 112-113 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original del texto.
«Panorama general sobre las lenguas Toba y Maká
»Las lenguas Toba y Maká son nativas de la región del Gran Chaco, una extensa llanura boscosa que abarca parte de Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil1. El Toba pertenece a la familia lingüística guaycurú (junto con el pilagá, el mocoví y el kaduweo) y es una de las lenguas chaqueñas con mayor número de hablantes, aproximadamente 70.000. En la actualidad, gran parte de la población Toba ha migrado desde las áreas rurales a las grandes ciudades de la región (Resistencia, Rosario, Buenos Aires).
»Como consecuencia de esto, y debido a la marginalización social y económica de sus hablantes, la lengua está siendo desplazada por el español: la mayoría de los adultos son bilingües, mientras que los niños adquieren el español como primera lengua y su competencia del Toba es solo receptiva.
»El Maká se incluye en la familia mataguaya a la que también pertenecen las lenguas Chorote, Wichí y Nivaclé. Este pueblo es oriundo del chaco paraguayo, precisamente de la zona delimitada entre los ríos Confuso y Montelindo. Como consecuencia de la guerra del Chaco (1932-1935), los Maká se vieron obligados a trasladarse a las cercanías de la ciudad de Asunción, donde habitan actualmente en barrios periurbanos (Mariano Roque Alonso, Falcón e Ita Paso). Si bien el número de hablantes asciende solo a 2.000, una característica destacable del pueblo Maká es su gran conciencia lingüística y la notable defensa por mantener su lengua nativa y su cultura. La mayoría de las mujeres y los niños en edad preescolar son monolingües.
»Tanto Tobas como Makás son pueblos cazadores recolectores de tradición oral; la incorporación de la escritura constituye un fenómeno reciente. Aunque los primeros textos escritos se vinculan con las corrientes evangelizadoras de mitad del siglo XX, la adopción de la escritura ha cobrado vigencia en los últimos años con la difusión de los programas educativos que incorporan la enseñanza de las lenguas vernáculas. En el caso del Toba, la existencia de los primeros materiales escritos se debe a la labor de misioneros anglicanos que se abocaron a la traducción de la Biblia y confeccionaron vocabularios bilingües y notas gramaticales. Existen además, algunas gramáticas y estudios lingüísticos más recientes escritos por especialistas.
»Respecto del Maká, existen algunos registros escritos de su narrativa (BRAUNSTEIN, 1981; BRAUNSTEIN Y GERZENSTEIN, 1989; BRAUNSTEIN, 2008), y cuadernillos escolares editados por el Ministerio de Educación y Cultura del Paraguay y el ILV). Así también, la comunicación escrita se ha acrecentado gracias a los nuevos desarrollos tecnológicos y al acceso a internet, lo que les permite comunicarse —utilizando el alfabeto establecido— mediante distintos formatos como los mensajes de texto, el correo electrónico y los perfiles de Facebook, entre otros (TACCONI, 2015). Por último, también existen vocabularios de principios de siglo (BELAIEFF, 1931, 1940; SCHMIDT, 1937) y un diccionario etnolingüístico bilingüe elaborado por Gerzenstein (1999).
»No obstante, la escritura no posee una plena funcionalidad comunicativa y social, y los modos orales de habla continúan siendo las vías de comunicación y transmisión más importantes para la gente Toba y Maká. Ambos pueblos poseen una rica tradición oral expresada mediante distintos estilos y géneros del habla que son parte esencial de su cultura y vida social.
»Desde el punto de vista gramatical, ambas lenguas se caracterizan por presentar complejidad morfológica, tanto en nombres como en verbos. Son lenguas aglutinantes con tendencia a la polisíntesis, que señalan la distinción entre nombres alienables e inalienables; en el caso de los inalienables, un prefijo posesivo que indica al poseedor se aplica directamente sobre el nombre. Los alienables se caracterizan por no aceptar prefijos posesivos con excepción de algunos dominios semánticos que permiten una forma de posesión especial mediante un clasificador posesivo.
»La frase nominal aparece precedida por un determinante demostrativo que indica la posición del referente (sentado, parado y acostado) en el caso de la lengua Toba y la distancia relativa (cercanía vs. lejanía del hablante) y evidencia visual (visible y no visible) en ambas lenguas. El significado de estos demostrativos se extiende al señalamiento del tiempo y de la evidencialidad.
»En Toba, los verbos carecen de marcas gramaticales de tiempo, mientras que el Maká presenta solo la distinción futuro/no-futuro. Las lenguas carecen también de verbo copulativo y de adposiciones. Las relaciones gramaticales entre el verbo y sus argumentos se codifican por medio de índices pronominales que indican 1°, 2°, 3° persona y persona indefinida; se caracterizan también por ser lenguas de argumento nulo en donde el pronombre sujeto puede omitirse. El orden de los constituyentes de la oración es AVO para las oraciones transitivas y VS para las intransitivas.
»Conclusiones
»El objetivo de este artículo ha sido mostrar algunos rasgos de la gramática y del arte verbal Toba y Maká que constituyen desafíos para el traductor. La particularidad de estos rasgos es que, por un lado, son gramaticalmente inusuales y distantes tipológicamente de los de las lenguas más conocidas (i.e.: las europeas). Por otro, son —en gran parte— no referenciales, por lo cual una traducción centrada en una perspectiva unifuncional de los signos lingüísticos omitiría sutiles y relevantes significados culturales. En el caso de los marcadores de posesión alienable, su naturaleza netamente funcional implica una relación directa entre lenguaje y contexto sociocultural. Algo similar sucede con la evidencialidad que se vincula el contexto social y cultural de los hablantes Toba y Maká.
»Ahora bien, algunas reflexiones sobre la dificultad para traducir estas formas lingüísticas surgen, en primer lugar, de la noción de lengua implícita en la práctica lingüística y del tipo de unidades sobre las que basamos el análisis y la traducción de los datos. Se trata de un modelo que concibe al lenguaje como un sistema abstracto de unidades segmentables en la superficie, con foco en la función referencial del lenguaje y con escasa o nula participación del contexto (SILVERSTEIN, 1972, BRIGGS, 1988). Por el contrario, unidades tales como los evidenciales, las repeticiones, la entonación, etc. o la preferencia por ciertas estructuras léxicas y sintácticas que organizan el discurso en las sociedades de tradición oral no son de fácil acceso al nivel de la conciencia y, por lo tanto, difíciles de captar en las gramáticas y diccionarios.
»Por lo tanto, ¿desde qué perspectiva podemos aproximarnos a la traducción de las lenguas indígenas sin dejar de lado la conciencia de sus hablantes sobre su lengua y sus propios modos de habla? Es un compromiso, tanto del lingüista como del traductor intentar acceder al conocimiento de los hablantes de manera comprensiva y colaborativa, sin forzar la información mediante técnicas basadas en nuestros propios conceptos sobre el lenguaje y la comunicación. La perspectiva de una traducción intercultural (no solo interlingüística) le otorga un nuevo significado a la documentación de los géneros orales, que lejos de constituir textos fijos, son producciones estéticas y culturales del arte verbal de los pueblos indígenas.
»Por último, ¿Qué es lo que realmente se pierde cuando se pierde una lengua de tradición oral? Y, por lo tanto, ¿qué perspectiva sobre la traducción podrá contribuir a la transmisión y enseñanza de las mismas en contextos multilingües y pluriculturales? Los ejemplos analizados en las secciones 5.1 y 5.2 muestran que el arte verbal chaqueño posee su propia organización y que tal organización no es azarosa ni está sujeta a los caprichos del hablante.
»La estructura prosódica del consejo Toba y la repetición de conectores en la narrativa Toba y Maká muestran que los hablantes poseen una amplia conciencia pragmática y metapragmática de sus prácticas comunicativas que les permiten reproducir y transmitir prácticas culturales en modos específicos de habla. Tales modos pueden ser adquiridos por los niños aun cuando ellos pierdan su lengua nativa y adquieran el español como primera lengua. Aunque su competencia gramatical en sus lenguas maternas sea débil, ellos serán capaces de identificar y entender las normas de interacción codificadas en los géneros y modos de habla de su comunidad (HYMES, 1972).
»Como lingüistas y traductores debemos comprender que no sólo los códigos lingüísticos son importantes en contextos de lenguas en peligro, sino también los modos en que dichos códigos se usan y transmiten. En términos de Woodbury (2003), estos modos de habla están estrechamente relacionados con la literatura, la intelectualidad y el arte en tanto expresiones de la creatividad humana.»
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