Marco A. Gutiérrez
«En los límites de la intencionalidad discursiva: A propósito de las oraciones interrogarivas retóricas»
Tonos Digital, n.º 30 (enero de 2016)
Tonos Digital (Revista Electrónica de Estudios Filológicos) | Universidad de Murcia (@UMU) | Murcia | ESPAÑA
Extracto del apartado en página 21 del artículo en PDF. Véanse las referencias en la publicación original.
«Tanto los métodos de trabajo empleados en nuestro estudio como los materiales analizados para sustanciar las premisas teóricas que nos han servido de referente han resultado apropiados, pues nos han permitido obtener conclusiones altamente satisfactorias. [...]
»El concepto de genérico de ‘malentendido’ ha resultado desde el punto de vista comunicativo un concepto que va mucho más allá de ser un mero “hecho consumado”, pues podemos encontrarlo con mucha frecuencia como una virtualidad discursivo-intencional que tiene cabida en todos los estadios de lo que hemos dado en llamar “ciclo de retoricidad”.
»Así las cosas, el malentendido se presta a muchos usos que genéricamente podríamos calificar de pragmático-intencionales, como son, por ejemplo, los de de “virtualidad fingida, abortada o contrarrestada”, los de tipo jocoso (que tienen su contrapartida en los dramáticos), o bien los de metamalentendidos.
»En otras palabras, el malentendido se ofrece al hablante (en particular, al autor literario) más que como un hecho en sí como una estrategia dialéctica mediante la cual un personaje sustancia (y, eventualmente, dirime) sus intereses particulares frente a los de sus oponentes, buscando ocultar sus verdaderas intenciones generando malentendidos que desvíen la mirada escrutadora de sus oponentes.
»Sin embargo, sus antagonistas discursivos pueden, llegado el momento, no solo salir al paso de una estrategia que pueden considerar dolosa (esto es, alejada intencionalmente de las obligaciones que virtualmente conlleva el principio griceano de cooperación), sino también revertir la dinámica comunicativa hasta el punto de ser ellos los que tomen la iniciativa frenando todo conato que conlleve malentendidos, pudiendo incluso generar ellos mismos un nuevo ciclo de dinámica de maltentendidos, si bien ahora son ellos los que toman la iniciativa.
»Dicha condición de alternacia discursivo-intencional resulta de vital importancia para entender el carácter dialógico de la comunicación humana, se sustancie este de manera real o virtual (o incluso impostada).
»Si dicha premisa no es tenida en cuenta hasta sus últimos extremos y consecuencias, el análisis de toda dialéctica entendido/malentendido, sobre la que se asienta el proceso comunicativo humano en tanto que avance/retroceso del discurso, no puede ser entendido en la dinámica fundacional que le es propia».
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