abril 14, 2017

«Tipología y pragmática del code-switching vasco-castellano en el habla informal de jóvenes bilingües»



Orreaga Ibarra Murillo
«Tipología y pragmática del code-switching vasco-castellano en el habla informal de jóvenes bilingües»

Lapurdum, n.º 18 (2014)

Lapurdum | Université Michel de Montaigne-Bordeaux 3 & Université de Pau et des Pays de l’Adour | Département Interuniversitaire d'Etudes basques (DIEB) | Centre de Recherche sur la Langue et les Textes basques, IKER UMR 5478 | Bayonne | FRANCE


Extracto de apartados en páginas 24-25 y 34-36 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original del texto.




«Introducción

»El objetivo de este artículo es analizar la tipología de alternancia lingüística o code-switching(CS) en el lenguaje coloquial oral de los jóvenes vascoparlantes bilingües. Nuestra propuesta toma como punto de partida el euskera juvenil hablado en Navarra. Una de las consecuencias del bilingüismo entre estos jóvenes vascoparlantes es la alternancia de códigos, es decir, el uso alterno de dos lenguas por el mismo hablante en el mismo discurso, o la yuxtaposición de oraciones o fragmentos de oraciones de lenguas diferentes en el discurso de un mismo hablante.

»La alternancia de lenguas o cambio de código o code-switching (CS) es un fenómeno muy extendido y frecuente entre los hablantes y las comunidades bilingües. De hecho, cualquier oyente, sin ser lingüista, puede oír a los protagonistas de una comunicación cómo pasan de una lengua a otra en el seno de una misma oración. Este fenómeno se da profusamente en otras lenguas: francés-árabe (cf. Bentahila 1983) o en comunidades castellanas que hablan inglés, fenómeno documentado ampliamente desde 1979, cf. Appel, Muysken (1996), Álvarez-Cáccamo (2003), Alfonzetti (2003), Auer (2003) y Ruiz (2011), entre otros. En los últimos años, se han llevado a cabo diversas investigaciones sobre el cambio de código entre el euskera y el castellano en bilingües adultos: Muñoa (1997), Etxebarria (2004), Ibarra (2008, 2010, en prensa), Lantto (en prensa).

»Para que se produzca el CS, tienen que cumplirse generalmente dos condiciones: como indicó Poplack en su primera regla, la del morfema independiente, el intercambio no puede ocurrir entre morfemas dependientes. La segunda regla, la de la equivalencia estructural, establece que los códigos no se pueden intercambiar en aquellos puntos en los que las estructuras de las dos lenguas no son equivalentes, es decir, el cambio no puede violar las reglas sintácticas de ninguna de las lenguas. Por consiguiente, el orden de los elementos que preceden y suceden al cambio ha de ser gramatical en ambas lenguas. Cuando no se cumplen estos requisitos, estamos más cerca de la mezcla de lenguas o códigos que de una alternancia propiamente dicha (amalgama). Entre los autores que defienden que el code-switching está regido por reglas específicas están Myers-Scotton (2002) y Muysken (2000).

»Algunas investigaciones que se han centrado en las propiedades sintácticas de la alternancia dentro de las estructuras oracionales, muestran que este tipo de cambio requiere un gran dominio de ambas lenguas para no cambiar en puntos no permitidos en ambos sistemas lingüísticos. Así, los bilingües más competentes en ambas lenguas no solo practican la alternancia con mayor frecuencia, sino que tienden a realizarla dentro de las estructuras oracionales y en mayor variedad de contextos (Poplack 1980).

»Es sabido que para hablantes de L1 que han recibido la lengua de manera imperfecta, los efectos predominantes lingüísticos son de carácter fonológico y morfosintáctico. Pero, cuando los agentes del contacto inducido cambian y los hablantes son bilingües competentes en las dos lenguas, el resultado predominante suele ser el préstamo de vocabulario no básico.

»Los resultados esperados nos muestran distintos tipos de alternancia: intraoracional, interoracional y CS “emblemático” o extraoracional, siguiendo a Poplack (1980). Nuestro objetivo es analizar si el CS es regido por reglas específicas (Myers-Scotton 1993, 2002), (Muysken 2000) o no; en definitiva, se trata de definir el contexto en el que aparece la alternancia de lengua. Investigaciones previas han demostrado que el CS puede ocurrir en sintagmas preposicionales y también en los constituyentes nominales. Según Muysken (2000: 76) es típico de las lenguas aglutinantes.

»Hay que tener en cuenta que el cambio de código no debe relacionarse necesariamente con una deficiencia del hablante, ni tampoco con alguna carencia en las lenguas habladas. Para muchos investigadores como Poplack (1980), se trata de una habilidad de los hablantes bilingües que dominan ambos códigos.



»Funciones del code-switching

»Tal y como dice Sayahi (2000), no es probable conseguir una teoría universal de la alternancia de códigos, es algo que cambia también dependiendo de las culturas. No obstante, en estudios realizados entre el español y el inglés en comunidades hispanas, se concluye que los cambios de código cumplen las siguientes funciones discursivas: “crutching”, “footing”, and “emphasis and appeal” (Zentella 1990: 84). Es decir, para “hacer de muleta”, para “correr” y finalmente, para “énfasis y llamada”.

»Por otra parte, los estudios de los aspectos pragmáticos del CS incluyen diferentes investigaciones; por ejemplo, Blom & Gumperz (1972) asignan funciones específicas para la alternancia. Finalmente, Myers-Scotton (1993) toma en cuenta tanto las funciones específicas del cambio en el discurso (ej. expresar enfado, autoridad, énfasis) y también el papel del CS incluyéndolo en el modelo más general de la alternancia lingüística en la comunidad. En nuestro trabajo hemos tratado de desentrañar las funciones de esta alternancia con más precisión siguiendo a este último autor.



»Reproducir las palabras de otras personas

»Cuando las producciones orales originales son en castellano, se reproducen tal cual, y ello aporta viveza y colorido a la conversación. Este recurso permite reproducir situaciones contextualizadas. El hablante, de este modo, puede alternar las dos lenguas, y a veces reproduce con literalidad lo que dijo él u otra persona:

» Ta hartu zun mobila ta bota zun bertze puntara, ta zu: qué, qué, qué andas, no se qué!

»Ta biek igual, lehenengo lerroan ta euskaraz solasean hor lanean ari garelarik: “A mí no me gusta que hablen en un idioma que no conozco”!

»... ta guk jartzen genuen: os garantizamos unas fotos de calidad.

»... ta gelditu nintzen gero hitz egiten Amaiarekin pues… haz esto y de día en día.


»Además de las formas en estilo directo, debe tenerse en cuenta que se pueden documentar, como en los siguientes ejemplos, en estructuras de discurso diferido.

» Egon giñela afaltzen berarekin eta galdetu nion qué rollo había, ez?

»Esan nion que no me parecía normal tampoco.



»Reproducir el pensamiento en otra lengua

»La lengua madre del joven bilingüe es el castellano en nuestro caso. Por ello, cuando, en una conversación en euskera, reproduce su pensamiento, introduce una oración que, al parecer, la piensa o la dice en castellano. De hecho, el verbo que introduce la inserción es pentsatu, o esan:

» Baña azkenean esaten duzu: joder, tío, me las pierdo todas!.

»... eta gero ikusi nituen eta esan nuen: o sea, paso.

»Eta bueltan hasi nintzen pentsatzen: como me junte con el camión de la basura… eta bapatean traktor bat, maja!


»Estos ejemplos muestran lo que el hablante piensa o imagina. De esta manera, reproduce su pensamiento insertando una frase hecha en castellano. Dado que su lengua materna es esta, es factible que sus pensamientos también estén en esta lengua:

» Eta justo hurbildu nintzen como… a ver si entiendo algo.

»Bat normala, pues hitz egiten euskeraz, y yo, ahí va! Sigo palante.

»Eta orduan, claro, kendu behar izan dut, eta he hecho una chapuza…



»Fuerza expresiva, énfasis

»Con la alternancia lingüística de frases hechas y locuciones idiomáticas, lo que se consigue es dar precisión y dotar de fuerza al discurso. Al cambiar de lengua, de alguna manera, se implican los sentimientos personales del hablante.

»Los jóvenes bilingües afirman que cambian de lengua porque una u otra de las lenguas ofrecen una expresión que codifica de forma más precisa y breve el mensaje que quieren comunicar. Los jóvenes buscan, por tanto, creatividad, originalidad y una forma ingeniosa de decir las cosas. Esa es precisamente la misión de las frases hechas, al que acude el bilingüe para darle más énfasis.

»La función pragmática que desempeñan estos sintagmas es de intensificación o énfasis y, además, añaden un toque de informalidad y de actitud graciosa. En este incluiríamos todas las producciones de estos apartados, referentes a las locuciones idiomáticas:

» Eta ez daude así, cantidades industriales? De eso?

»Ta hantxe egon giñen horas muertas.

»Udala (sic) egiten du lo que se le pasa...

»Gehienez egon behar zara paron bi hiyaute, no te hagas ilusiones.

»¡No pasa nada! Norbaitek zerbitzatu behar du hanburgesak, norbaitek konpondu behar du frigorifikoa...

»Juaten banaiz, la voy a liar, ta gero jefia mala ostian.



»Precisión y transparencia

»El uso de una palabra suelta en el CS también se debe a su transparencia y a la precisión en el significado. Este tipo de inserciones las conocemos como formas culturalmente marcadas, ocurre también en el CS francés-euskara (cf. Epelde & Oyharçabal 2010) y en todas las lenguas de manera habitual.

»Algunas expresiones o experiencias vienen ya dadas en castellano. De esa manera, se reproduce con total precisión lo dicho en la otra lengua de manera literal:

» Titok dauka cena del regional, seguro yoango dela eta besteak esango dute “cena del regi”…

»Apuntatu ziren a aerobic y yo les esperaba.

»Ta orduan joan ginen a Kikos.

»Ta ikusi genituen en el aeropuerto de Londres neska batzuk.

»Niri gustatzen zaizkit los enrolladitos.

»... ba orain ayetu da la declaracion de la renta.



»Compensar la falta de términos en la otra lengua

»El objetivo de la alternancia de lengua se debe a la intención de compensar la falta de conocimiento de cierto tipo de material en la lengua en que se está hablando. Como decíamos al principio, estos jóvenes urbanos utilizan el euskara como materia académica fundamentalmente. Por ello, es posible que desconozcan el uso de términos lexicales que se relacionan con la vida rural, o con un léxico no utilizado todos los días:

» ... eta ailegatu zen a un barrizal eta ezin atera.

»Ez zen yoan al campo eta ni a la acequia.»





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