Nicolás Camilo Forero Olaya
«De las exigencias genéricas a la emergencia del texto literario: el problema de los géneros»
Enunciación, vol. 21, n.º 2, 2016
Enunciación | Universidad Distrital Francisco José de Caldas | Bogotá | COLOMBIA
Extracto del apartado «Conclusiones», en páginas 224-225 de la publicación en PDF
«Tratar de comprender un discurso como el literario no es una tarea sencilla y lo que se ha pretendido en este documento es proponer una mirada sobre aquel y también un esbozo metodológico para una futura investigación en el terreno, con la intención de estudiar las formas concretas de la literatura sin perder de vista las formas teóricas-naturales.
»De este recorrido, extraemos las siguientes conclusiones:
»• La aplicación de las perspectivas de los ED [estudios del discurso] han servido para detallar elementos de la literatura que de otro modo no hubiéramos encontrado.
»Primero, prestar atención al texto literario en su contexto, al entorno literario y social así como a su autor, permite identificar elementos que influyen tanto en la emergencia de la obra así como su singularidad.
»Segundo, se destaca que el discurso literario, al igual que otras formas de discurso, tiene varias subdivisiones y que cada una de ellas implica unas exigencias específicas para la elaboración del texto.
»Por esta razón, creemos que la reconceptualización que hemos realizado del concepto exigencias resulta fructífera en la medida en que resalta el hecho de que las obras literarias no surgen ex nihilo y requieren una reflexión constante por parte del autor.
»• Toda aplicación teórica no puede hacerse sin transformaciones. La perspectiva de Charaudeau, que en principio parecía negarse a la aplicación, ha permitido identificar, primero, el anclaje situacional de la práctica literaria, y segundo, identificar las gradaciones genéricas que se encuentra en esta. Pero, para lograrlo, esta perspectiva tuvo que modificarse: en la exposición hemos visto el surgimiento de una situación comunicativa intermedia.
»De igual forma, la perspectiva de Carranza, de cuyo marco tomamos entextualización y exigencias genéricas, sufrió modificaciones y dio pie a los conceptos capitales de esta perspectiva: las exigencias que solo fueron en su perspectiva algunos saberes que tuviera un hablante para producir un texto, en la literatura han cobrado una doble dimensión (EI y EE [exigencias internas y exigencias externas]) para contener dentro de sí información sobre cómo hacer un texto y cómo debería hacerse.
»• La aplicación de las perspectivas de los géneros discursivos no pretende definir los géneros literarios. Al señalar el proceso mediante el cual, por una parte, el autor se apropia de la tradición y, por otra, incorpora elementos nuevos a esta, se deja entrever la principal funcionalidad de esta propuesta: estudiar las maneras en que la literatura se trasformar (sus géneros, subgéneros) de acuerdo con la acción de los mismos escritores.
»• Por último, esta propuesta reitera que la distancia entre las prácticas de lenguaje no literario y el literario no es, en sí, pronunciada como pudiera creerse. Pero, además, reafirma lo siguiente: el discurso literario puede considerarse un punto más en la agenda de los ED. Al tener elementos comunes –situación de comunicación, gradaciones y exigencias genéricas– permite un análisis como el que se haría a cualquier otro discurso: partir de categorías básicas sobre el mismo hasta llegar a un análisis más específico según el espacio social al que se inscriba cada práctica.
»Por ello, así como en el análisis del discurso educativo se tendría que partir de la lingüística de texto y demás ciencias de lenguaje hasta llegar a teorías sociológicas, psicológicas, entre otras, que expliquen la educación, así debiera estudiarse el discurso literario, partiendo de las ciencias del lenguaje hasta llegar a las diferentes teorías literarias que estudien en detalle esta práctica.»
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