Jorge Alberto Vásquez González
«Aproximación al subjuntivo en las subordinadas adjetivas explicativas»
Revista de Lingüística y Lenguas Aplicadas (RLyLA), vol. 10, 2015
Revista de Lingüística y Lenguas Aplicadas (RLyLA) | Universitat Politècnica de València | Departamento de Lingüística Aplicada | Valencia | ESPAÑA
Extracto de páginas 107-109 del artículo en PDF
«El subjuntivo en la subordinada adjetiva explicativa: ¿agramatical?
»Dice la RAE que las subordinadas adjetivas explicativas “no admiten el subjuntivo porque no forman parte, en sentido estricto, del grupo nominal […], de forma que el subjuntivo aparecería en ellas sin inductor”. Tal afirmación, que se puede encontrar también de manera similar en otros autores, se deduce, según se dijo en la introducción, de fundamentarse en la oposición tradicional entre el indicativo y el subjuntivo —incluidas las formas de futuro simple y compuesta en el indicativo—. Tanto es así que, de acuerdo con esto, Bosque y Gutiérrez-Rexach, habiendo recopilado una numerosa bibliografía especializada, llegan a sistematizar tres clases pertinentes para la selección modal entre el indicativo y el subjuntivo, a saber:
»1) predicados no asertivos;
»2) predicados no verídicos o no factuales;
»3) ciertos operadores (2009: 662-664).
»Dice María Victoria Pavón Lucero, colaboradora del Instituto Cervantes: “Las oraciones de relativo explicativas siempre se construyen en indicativo” (2008: 170), no en subjuntivo. Aclara:
»Las oraciones de relativo especificativas se construyen en indicativo cuando el grupo nominal en el que se integran es específico; es decir, designa una entidad que de hecho existe: Los estudiantes que han trabajado mucho aprobarán el examen. Se construyen en subjuntivo cuando el grupo nominal es inespecífico; es decir, designa una entidad que no existe o sobre cuya existencia el hablante no puede o no quiere pronunciarse: Los estudiantes que hayan trabajado mucho aprobarán el examen (2008: 170).
»Esto es consecuente no solo con la noción tradicional del subjuntivo como el modus irrealis, sino con aquella oposición tradicional entre el indicativo y el subjuntivo. Otra cosa será cuando se sostenga la oposición entre el indicativo y el potencial. Así, el subjuntivo es ambivalente; equivale a lo real o lo posible, según el caso. No precisamente presupone lo inespecífico, o sea, lo irreal o lo que no se puede afirmar como existente.
»Se repite que el subjuntivo, con sus particulares desinencias, es siempre la forma de la subordinación y no necesariamente expresiva de lo irreal. Ahora bien, ¿por qué razón afirmar que las oraciones de relativo explicativas siempre se construyen en indicativo y no en subjuntivo? Concedamos y analicemos estos ejemplos:
»1. Los estudiantes, que han trabajado mucho, aprobarán el examen.
»2. Los estudiantes, que hayan trabajado mucho, aprobarán el examen.
»En el primer caso se habla de todos los estudiantes, a diferencia del ejemplo anterior, en que algunos son específicos, y con el indicativo se precisa que la acción de trabajar se ha realizado. En el segundo, aunque parezca insólito o afectado, también se habla de todos los estudiantes, pero la forma compuesta “hayan trabajado” es ambivalente: equivale al indicativo han trabajado o al potencial habrán trabajado; no precisa que la misma acción se ha realizado. Desde luego, el ejemplo con el subjuntivo suena diferente al ejemplo con el indicativo.
»No sería razonable, por lo tanto, sostener la idea de la agramaticalidad del subjuntivo en las subordinadas adjetivas explicativas. Lo cierto es que hay hechos lingüísticos, como veremos en el apartado 8, que la desmienten.
»El subjuntivo: ¿siempre expresa lo irreal?
»Según La RAE, “no hay duda de que se expresan hechos considerados reales (en el sentido de no hipotéticos) en oraciones con verbo en subjuntivo, como en No me gusta que se porte así, con subjuntivo regido por el verbo gustar” (2009: § 25.1j, 1.868). Sin embargo, como se infiere de su última publicación normativa, sigue muy apegada a la noción del modus irrealis. Tiende a reconocer, sin suficiente convicción, que el subjuntivo no siempre expresa lo irreal:
»Algunos de los predicados […] (como los de afección y los de valoración) son factivos y presuponen, por tanto, la certeza de su complemento. Así pues, tanto Me alegro de que ocurriera como No me alegro de que ocurriera implican ‘Ocurrió’. La información nueva no es, en estos casos, la aportada por la subordinada, que se da por supuesta, sino su valoración emotiva. Otros muchos predicados que inducen subjuntivo no son, en cambio, factivos. Así, los de significación prospectiva aluden a estados de cosas no factuales que se sitúan generalmente en el futuro, como los que expresan intención, causa e influencia (2010: § 25.3.2, 478).
»En cuanto a los no factivos, implican lo potencial, lo que puede (amará, habré amado) o pudo ser real (amaría, habría amado). Si hubiese conservado el modo potencial —como ha hecho Alarcos (1994/2000) y comparte Vásquez González (2013)—, la RAE habría comprendido mejor que el subjuntivo implica tanto lo real como lo posible, pertenece tanto al indicativo como al potencial. A falta del modo potencial, tiene que concluir con algo de vaguedad, consecuente con la doctrina de Andrés Bello (1847/1948) y de Samuel Gili Gaya (1943/1981):
»“Se han caracterizado los predicados que inducen el subjuntivo como no asertivos, puesto que más que informar de un estado de cosas lo presentan bajo el prisma de una evaluación, una emoción, una intención o una acción ejercida sobre algo o alguien” (2010: § 25.3.2, 478).
»Sobre un ejemplo literario de Jorge Volpi, cuyo concepto subordinante es de causa, según la RAE: “Ello provocó que a centenares de buenos científicos les resultase imposible volver a la vida académica”, aclara que el predicado, si bien es factivo, es no asertivo, o sea, no afirma el hecho como real, sino que al menos lo evalúa —pues el subjuntivo es tradicionalmente el modus irrealis y no se utiliza para afirmar como el indicativo—. Bosque y Gutiérrez-Rexach explican:
»“eligen subjuntivo los predicados factivos, que presuponen la certeza de su complemento. Los verbos pertenecientes a esta clase no introducen aseveraciones, es decir, no aportan un contenido preposicional nuevo, sino que se utilizan para comentar, valorar o añadir cierta actitud proposicional (muy a menudo relativa a una sensación o un sentimiento) sobre un contenido proposicional que se presupone” (2009: 663).
»Algo semejante piensa Veiga:
»En efecto, los diversos matices de realización de sustancia de contenido modal que hemos observado como expresados por las formas de indicativo en oposición a aquellos expresados por las de subjuntivo se hallan siempre vinculados a la presentación de ciertos hechos considerados en su realidad objetiva, que se ofrecen como suficientemente conocidos o como carga informativa, mientras que los expresados por las formas subjuntivas revelan siempre en mayor o menor medida un alejamiento de la simple presentación de los hechos como realidades, siendo especialmente visible en algunos casos una determinada actitud por parte del hablante (2006b: 23).
»Todavía se siente una oposición muy marcada entre el indicativo y el subjuntivo; todavía no se concede que el subjuntivo pueda, lo que mismo que el indicativo, presentar los hechos considerados en su realidad objetiva. A mi parecer, la oposición entre indicativo y subjuntivo no es adecuada. Porque en el subjuntivo también puede caber, simple y llanamente, lo objetivo. Provocar es un verbo de indicación (Vásquez González, 2013). De acuerdo a la oposición entre indicativo y potencial, el predicado del ejemplo de Volpi es no solo factivo, sino asertivo: informa y afirma llanamente “un estado de cosas” que fue real: el resultado de no volver a la vida académica. Resultase equivale a resultó; con el subjuntivo también se puede afirmar la realidad del hecho como el indicativo —o la posibilidad del hecho como el potencial—. A mi parecer, no cabría algún matiz de irrealidad, de suposición o de apreciación. No se dice resultó, porque el lugar de la subordinada compete al subjuntivo.
»Por otra parte, la RAE recoge ejemplos de “alternancia modal” entre el indicativo y el subjuntivo en las subordinadas sustantivas (2010: §§ 25.3.3-25.3.3c, 478-480). No cabe aquí profundizar sobre este tema. [NOTA 8] Pero valga anotar lo que ella explica: con uno y otro modo hay “variaciones en la estructura informativa de la oración.
»En efecto, con el indicativo el hablante acentúa el valor informativo de la subordinada. No presenta, pues, su contenido como ordenado, enjuiciado, valorado, etc., en función del predicado principal, al contrario de lo que ocurre con el subjuntivo” (2010: § 25.3.3b, 479). [NOTA 9] Todavía la RAE, consecuente con la premisa mencionada en la introducción, no admite que el subjuntivo pueda, igual que el indicativo, expresar la acción simplemente como real. Las variaciones en la “estructura informativa” no solo dependen de que en la subordinada esté el indicativo o el subjuntivo, sino del concepto subordinante o del contexto (Vásquez González, 2013). A veces hay intrusiones del indicativo en la subordinada, cuyo lugar compete normalmente al subjuntivo.
»Una misma forma verbal —no un mismo concepto o significado— puede subordinar una forma de indicativo o de potencial. Menciono dos ejemplos (RAE, 2010: § 25.3.3b, 479):
»1. Le dijo que actuaba de buena fe.
»2. Le dijo que actuara de buena fe.
»En el segundo, dada la ambivalencia, no se precisa la acción de actuar como real. Pero se entiende que dijo es semánticamente igual a rogó o pidió, un verbo de potenciación (Vásquez González, 2013), con lo que el subjuntivo actuara implica lo potencial y equivale a actuaría. Aunque la RAE reconoce la semántica, no nota el modo potencial. Ahora bien, en el primero, no es que el hablante acentúe “el valor informativo de la subordinada”, sino que constata un hecho: alguien actuaba de buena fe. El indicativo actuaba implica lo real. De ambos ejemplos comparativos, que son solo un caso particular, no se puede colegir que el subjuntivo solo exprese lo posible o lo irreal.
»Con temer como verbo subordinante —que normalmente subordina el subjuntivo, pues implica lo posible—, explica la RAE: “suele construirse con subjuntivo en su complemento: Temo que algún deslenguado lo sepa (Muñoz Seca, Venganza). Cuando eligen el indicativo, temer o temerse expresan sobre todo ‘sospecha’ o ‘recelo’: Temo que hallaré la muerte fría / envuelta en (bien que dulce) mortal cebo (Quevedo, Heráclito)” (2010: 25.3.3b, 480). Pero el verbo temer no altera el concepto en ambos casos. Habría una intrusión de la forma hallaré en el verso de Quevedo. A pesar de no convenir con el endecasílabo, puede modificarse con el presente simple de subjuntivo: temo que halle la muerte fría. Ahora bien, halle no equivale a hallo, de indicativo, sino a hallaré, de potencial.
»Dice Emilio Ridruejo: “Existen algunos empleos del modo subjuntivo, sobre todo en oraciones subordinadas dependientes de predicados realizativos y valorativos, en las que la presencia de este modo no se puede vincular de la misma manera con la falta de aserción” (1999: 3.219). Menciono dos ejemplos suyos:
»1. Consiguió que subieran los impuestos indirectos.
»2. Lamento que hayan subido los impuestos indirectos.
»Según el autor, ambos “presuponen la verdad” (1999: 3.219) de la acción de subir los impuestos. Luego añade:
»con los predicados realizativos, a diferencia de lo que sucede con predicados de comunicación o de percepción sensible, la realidad del complemento no es autónoma, no preexiste a la del predicado superior y no es posible entonces una aserción del complemento independiente de la del verbo realizativo. Por tanto, la realidad del acontecimiento presentado en la oración subordinada no puede ser presentada como independiente de la aseveración del predicado superior (1999: 3.219).
»Sin embargo, la acción de subir los impuestos indirectos, según Vásquez González (2013), fue real y verdadera en ambos ejemplos. Conviene dejar de pensar que el subjuntivo es subjetivo, esto es, no sea capaz de expresar, lo mismo que el indicativo, la acción como real y objetiva. Precisamente, es neutral: pertenece al indicativo o al potencial, según el caso. De hecho, subieron los impuestos indirectos y alguien lo consiguió; han subido los impuestos indirectos y alguien lo lamenta.
»[NOTAS]
»[NOTA 8] Dividiéndolos en clases, la RAE recoge conceptos (verbos, nombres y adjetivos) que imponen el indicativo (incluidas las formas simple y compuesta de futuro) en la subordinada sustantiva (2010: § 25.3.1, 477); también conceptos (verbos o no) que imponen el subjuntivo en la misma subordinada (2010: § 25.3.2, 477-478).
»[NOTA 9] De manera parecida expone José Manuel González Calvo en su interesante artículo (1995).
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