septiembre 05, 2013

Relaciones imposibles con comas...


No hay coma entre sujeto y verbo. Sin embargo, no es raro verla escrita cuando se abre un inciso con coma detrás de la palabra nuclear del sujeto y ¡se olvida la coma de cierre de inciso! Tal que así: las maletas, que dudamos tanto en llevar se perdieron*; sería: las maletas, que dudamos tanto en llevar, se perdieron.


Tampoco es posible la coma en las correlaciones «tanto... que...» y «tal... que...». Como en el caso anterior, no es raro ver la coma inoportunamente colocada, sea por desconocimiento o, de nuevo, por despiste motivado por la extensión con la que se elabora el primer término de la correlación, el encabezado por «tanto» o «tal».


Una tercera coma que no es necesaria ni posible según los cánones es la coma entre «pero» y el signo de interrogación o el de exclamación: pero, ¿cuándo habéis llegado?*, pero, ¡cuánto has cambiado!*; sería: pero ¿cuándo habéis llegado?, pero ¡cuánto has cambiado!


El Diccionario panhispánico de dudas detalla los usos y no usos de la coma en el artículo que le dedica.




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