«Vanidad de vanidades 2»

Susana Cordero de Espinosa
Academia Ecuatoriana de la Lengua
Artículos

«Por qué estos artículos que versan sobre el uso correcto de iniciales mayúsculas, se titulan ‘Vanidad de vanidades’? Releamos, lector, el primer párrafo del artículo inicial sobre el tema:

»“En nuestra Academia recibimos preguntas sobre el uso correcto de iniciales mayúsculas. Parece que a la gente le gusta emplear iniciales mayúsculas para destacar el significado del término en el que tal inicial se emplea, como en Gerente General; Director; Presidente…”.

»Si tanto nos gusta emplear iniciales mayúsculas en los títulos que ostentamos u ostentan los otros, como Doctor, Ministro, etc.; si escribimos “El Primer Mandatario hablará hoy”, lo hacemos para relevar el valor del título y el de la forma de nombrar al presidente. Este empleo de iniciales mayúsculas a como dé lugar, es síntoma ingenuo del deseo de destacarnos, y supone una dosis de vanidad. ¿Concordamos en esto, lector?

»Términos como gerente, director administrativo, secretario, etc., deben ir con inicial minúscula siempre que no vayan después de punto o inicien un párrafo. Señor, señora, doctor, rector, licenciado, administrador, diplomado, ingeniero, arquitecto, etc., etc., es decir, los correspondientes a cargos de una institución o a títulos profesionales no llevan inicial mayúscula. Escribamos: “El doctor no podrá venir”; “La licenciada está ausente”; “El rector lo llama”, etc. Tampoco se escriben con mayúscula aunque se hallen junto al nombre de la persona que ostenta el cargo: “La doctora González salió”. “El ingeniero Méndez lo llamará”.

»En títulos de instituciones o de departamentos, llevan mayúscula las palabras importantes: Universidad Central del Ecuador, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, pero “balance general” o “activo corriente” se escribirán con inicial minúscula.

»¿Dios o dios? Dios se escribe con inicial mayúscula si se refiere a la divinidad de una de las tres grandes religiones monoteístas: “El Dios de Israel es Yahvé”; “Cristo es el Dios del cristianismo”; “El Dios del islamismo es Alá”. Escribimos dios, con minúscula, si aludimos a creencias politeístas, es decir, que aceptan la existencia de varios dioses: “Zeus, el dios de los dioses en Grecia fue representado en artísticas esculturas”. En este caso, “dios” y “dioses” van con inicial minúscula.»