octubre 21, 2015

Datos triunfalistas en sustitución de información relevante (#metamediospúblicos)



Karen Arriaza Ibarra
«La transformación de los medios públicos europeos en la nueva era digital»

Área Abierta, n.º 20, 2008

Área Abierta | Universidad Complutense de Madrid | Facultad de Ciencias de la Información | Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad I | Madrid | ESPAÑA


Extracto del apartado Conclusiones del artículo en PDF




«La legitimidad de los medios públicos ha estado, con diferencia, basada en su obligación para mejorar el discurso público mediante un servicio fiable de información relevante sobre temas de actualidad, o, según sea el caso, en su capacidad para ofrecer diferentes puntos de vista sobre temas controvertidos con la mayor objetividad posible. La mayor baza de la radiotelevisión pública ha sido el saber combinar información y entretenimiento cultural con el fin de atraer al máximo de audiencias posible, y es gracias a esta característica que ha ganado el favor de la mayoría de los partidos políticos europeos. A pesar de ello, los recientes desarrollos tecnológicos (cable y satélite) y una mayor polarización ideológica (dentro del modelo liberal de mercado) han originado una mayor diversidad de opiniones con respecto a las estrategias de política mediática y a sus objetivos dentro de Europa. Más aún, los partidos socialistas y de izquierda, tradicionalmente opuestos a la desregulación, se han visto forzados a aceptar las llamadas “soluciones híbridas” como solución a las críticas iniciales que presentaron al respecto de la privatización de los medios. Entre ellas estaba la comercialización parcial del medio público mediante la admisión de la publicidad en su programación (como es el caso de España, aunque en este caso no fue por una transformación en sí del medio, sino por el monopolio que ejerció durante 33 años). Igualmente, los partidos de derechas han reemplazado su categórica oposición al medio público por una visión más pragmática, que acepta el medio público como un actor indispensable dentro del escenario audiovisual del país. En este panorama de aparente consenso, la nueva controversia política tiene que ver con el papel que desempeña en juego público en un mercado altamente competitivo, como es el de la televisión.

»Hasta hoy, la principal postura de los partidos de izquierda ha sido el de optar por una modalidad “amplia” de difusión, para llegar así a una audiencia tan grande como sea posible gracias a una mayor oferta en las parrillas de programación. Por otra parte, los partidos más conservadores optan por una modalidad “estrecha” y una oferta de contenidos que no puede encontrarse en las cadenas privadas. No obstante, la continuidad del servicio público es garante de la pluralidad de la información en los medios, ya que los intereses comerciales y económicos que prevalecen en las cadenas privadas […] no siempre pueden garantizar este objetivo. Estas percepciones pasadas junto con las nuevas, y cada vez mayores, ideas variadas sobre la concepción del medio público están hoy en día en medio de un debate político que pretende establecer claramente su finalidad y su función en la era digital, así como una creciente incertidumbre sobre los roles que el medio público desempeñará de cara a las nuevas plataformas. A medida que el medio público entre en los mercados multimedia, nuevas interrogantes sobre viejos planteamientos volverán a surgir; a saber:

»•Si el medio público será, o seguirá siendo, una fuerza reguladora del mercado,

»•Si el tipo de competitividad que presente será equiparable a la de las cadenas privadas, ya que estará regulada por la intervención basada en las políticas culturales que rijan cada país.


»Hasta la fecha es poca la investigación que se ha llevado a cabo sobre estos temas y hay un motivo para ello: la falta de información relevante, sobre todo de datos susceptibles de ser comparados entre países, ya que las cadenas privadas sólo ofrecen datos triunfalistas con vistas a desmoralizar a los defensores de la televisión pública. Más aún, los datos económicos en lo referente a los medios son apenas estudiados en profundidad en algunos países europeos, y se utilizan para poco más que para establecer tarifas publicitarias competitivas y cada vez más altas.

»Finalmente, ya que la investigación que se refiere a los medios públicos ha estado, por lo general, influida por discusiones y acusaciones entre partidos políticos hasta llegar a la conclusión de que los medios públicos se han alejado de su función primordial al punto de constituirse en instrumentos, sutilmente disfrazados o no, al servicio de los detentadores de turno del poder, habría que replantearse la estructura que regirá la transparencia de los medios públicos tendrá como órgano supervisor un Consejo Audiovisual objetivo y fiable —para que España pueda de una vez por todas dejar de diferenciarse del resto de las naciones europeas, también “audiovisualmente” competitivas y desarrolladas, que ya cuentan con al menos uno— que permita que tanto defensores como detractores basen sus argumentos en juicios y conceptos que vayan mucho más allá de intereses sectarios o políticos individualistas. Porque, al fin y al cabo, con televisión pública o sin ella el Bien Común será un concepto que seguirá privando en nuestras vidas, aunque apenas seamos conscientes de ello.»






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