Joo Kyeong Kim
«La novela-diario como estructura simbólica en Tlactocatzine, del jardín de Flandes, de Carlos Fuentes»
Sincronía, n.º 75 (2019)
Sincronía. Revista electrónica de Filosofía, Letras y Humanidades | Universidad de Guadalajara | Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades | Departamento de Filosofía y Departamento de Letras | Guadalajara | Estado de Jalisco | MÉXICO
Se incluye a continuación un extracto seleccionado de las páginas 197 a 199 de la publicación en PDF. Las referencias pueden consultarse en la ubicación original.
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«Se puede notar el interés del autor por diferentes tipos de narraciones desde su primer volumen de cuentos, Los días enmascarados. Hay pocos relatos de Fuentes con la forma de diario, pero dos de este libro presentan esa estructura. Ciertamente, tiene sus ventajas. No es necesario que los acontecimientos sean continuos.
»Carlos Fuentes, joven escritor en 1954, pudo haber preferido usar la forma de diario porque es un método de narración aparentemente más sencilla. Sin embargo, es interesante que mostrara diferentes estilos de novela-diario en dos cuentos, “Chac Mool” y “Tlactocatzine, del jardín de Flandes”. “Chac Mool” toma la forma de diario, pero diferente de nuestro cuento de estudio. El narrador, un amigo de Filiberto, lee el diario del protagonista como un lector más. Entre los apuntes, el amigo interviene para dar explicaciones que no son parte del diario de Filiberto: “Hasta aquí, la escritura de Filiberto era la vieja, la que tantas veces vi en memoranda y formas, ancha y ovalada. La entrada del 25 de agosto, parecía escrita por otra persona” (Fuentes, 1982, p. 19).
»Como los lectores no pueden notar el cambio de la escritura, el amigo-narrador se encarga de explicarlo. Por el contrario, en “Tlactocatzine”, el diario del protagonista se cuenta directamente a los lectores. Fuentes aprovecha varios recursos narrativos en sus libros, para conseguir diversos efectos. En este artículo, en primer lugar, veremos las características de la novela-diario. Después, analizaremos los efectos de la configuración narrativa en forma de diario para, finalmente, mostrar las funciones simbólicas de las fechas en “Tlactocatzine, del jardín de Flandes”.
»La novela-diario
»El debate en torno a la definición de la novela-diario se mantiene vigente. Algunos críticos dicen que la novela-diario constituye un subgénero. Según Prince (1975, p. 477), “constitute a sub-genre, a species, a particular subset of the set of all fiction [...], they are specifically characterized by certain features not found in other types of fiction”. Pero otros estudiosos argumentan que es solo una forma narrativa.
»Abbott (1982, p. 20) afirma: “My framing argument is that diary fiction is best conceived not as a genre but as fiction employing a particular narrative device”. En su opinión, la novela-diario es una estrategia que pueden adoptar los autores. Por otro lado, Beltrán Almería (2011, p. 17) señala: “[...] la novela no es un género ni un subgénero. Pero tampoco un tipo especial de narración [...], el diario aporta a la novela un eslabón en la evolución de sus formas compositivas”.
»Aunque es difícil de definir una novela-diario, hay ciertas características que se aceptan extensivamente. Primera, es esencial que haya una presencia pretendida e incuestionable del estilo del diario (Field, 1989, p. 5). Además, habrá un narrador-protagonista: “The diary novel is a roman personnel, an Ich-Romank, a first-person novel in which the narrator is a protagonist in the events he records” (Prince, 1975, p. 477). Finalmente, las narraciones serán fragmentarias y un apunte describirá los acontecimientos pasados, como afirma Prince.
»Según las características mencionadas, “Tlactocatzine, del jardín de Flandes”, tercer cuento de Los días enmascarados, seguiría el estilo de una novela-diario. “Tlactocatzine” es en sí mismo un diario del protagonista. El diario empieza el 19 de septiembre y continúa por seis días, hasta el 24 del mismo mes.
»En el primer día, el protagonista se traslada a una mansión. Unos días después, encuentra a una anciana en el jardín de la biblioteca. El último día, el narrador termina secuestrado en la mansión y la mujer queda satisfecha por haber cumplido su objetivo.
»La narración transcurre en primera persona, explicando y escribiendo en el diario los acontecimientos, además de la emoción y los pensamientos del protagonista: “Esto, como digo, creía yo entonces. No fue poca mi sorpresa cuando el licenciado me comunicó sus intenciones” (Fuentes, 1982, p. 34). En la cita anterior, se destaca la reacción del narrador-personaje directamente, como si contara su historia a un lector hipotético.
»También, en este cuento, el narrador describe lo que pasó a partir de la entrada precedente del mismo diario, coincidiendo con otra de las características de la novela-diario: “23 Sept. Sonaban las seis cuando escuché música en el salón [,,,], ella estaba en el jardín [...]. 24 Sept. Después de la aparición del atardecer, recobré el conocimiento sentado en el sillón de la biblioteca” (pp. 42-43).
»El texto del día 23 explica lo ocurrido hasta el encuentro entre el protagonista y la mujer misteriosa. El siguiente fragmento cuenta qué hizo el narrador-personaje después del encuentro. “Tlactocatzine” está configurado estructuralmente como una forma especial de novela-diario, revisaremos cuál sería la intención de dicha forma de estructura».
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