enero 27, 2016

«Del móvil a la movilidad. Evolución de dispositivos y nuevas formas de consumo»



Francisco Vacas
«Del móvil a la movilidad. Evolución de dispositivos y nuevas formas de consumo»

TELOS (Cuadernos de Comunicación e Innovación), n.º 102, octubre 2015 - enero 2016. Número temático: «Turismo, patrimonio y NTIC».

TELOS (Cuadernos de Comunicación e Innovación) | Fundación Telefónica | Madrid | ESPAÑA


Extracto del apartado «Conclusiones» del artículo en PDF




«Los antiguos dispositivos de telefonía móvil popularizados a finales del siglo pasado se han transformado en la nueva computadora personal y central de acceso a los servicios y plataformas esenciales de la Red.

»Aunque esta transformación del teléfono móvil básico sigue una larga tendencia observable durante al menos cuatro décadas, los fabricantes de ordenadores personales no han sido capaces de reinventar su negocio, siendo ampliamente superados por nuevos competidores provenientes de mercados como el software (Google) o los electrodomésticos (Samsung).

»La reinvención del mercado de las aplicaciones, promovida por Apple Inc. como parte de su estrategia de ofrecer contenidos que incentiven la venta de sus dispositivos móviles, ha terminado por redefinir no solo la propia Internet sino también la industria cultural por completo, al concentrar la oferta en un duopolio global. Lo paradójico es que a la vez que se producía esta concentración de las plataformas de acceso y publicación, se multiplicaba exponencialmente la oferta de contenidos como nunca antes en la historia de la comunicación.

»La razón de esta aparente paradoja es que miles de pequeños desarrolladores de contenido, empaquetado como aplicaciones, encontraron muchas menos barreras de entrada en este nuevo mercado que en la anterior etapa, poniendo de manifiesto una de las estrategias prioritarias de las nuevas plataformas móviles: la reintermediación de la oferta de ocio y cultura para ocupar el (privilegiado) lugar de las industrias culturales tradicionales (Aguado, Feijóo y Martínez, 2015).

»Las aplicaciones se han convertido en una alternativa a la Web, que a su vez ha dejado de ser sinónimo de acceso a la Red. Aunque las dos principales plataformas de acceso y venta de aplicaciones son de empresas estadounidenses (Apple y Google), en los últimos 3 años se observó una diversificación de los ingresos hacia empresas globales pero localizadas en países como China, Finlandia, Japón, Reino Unido y Corea del Sur (App Annie, 2015).

»Esta (moderada) diversificación de la localización en la producción de aplicaciones se inscribe dentro de la gran tendencia observada en el mercado digital hacia la globalización, ya que la distribución digital prima aún más que la analógica las economías de escala (Simon y Bogdanowicz, 2012).

»La madurez del mercado de la telefonía móvil, con ingresos declinantes en los servicios de voz y datos de mensajería, ha obligado a las operadoras de telecomunicaciones a expandir su mercado a la emergente Internet de las cosas (IoT).

»Esta nueva fase de Internet, que se encuentra actualmente en el momento álgido de su ciclo de expectativas (Gartner, 2015), promete un nuevo El Dorado para las operadoras, ya que hay más objetos disponibles para conectar que personas. Sin embargo, cualquier pronóstico optimista podría frustrarse, ya que el valor añadido en este nuevo mercado se lo pueden llevar las plataformas de interconexión y no los dueños de las redes.

»La conexión en una sola red de objetos y personas es inédita en la historia de las telecomunicaciones y abre la (feroz) batalla por el control a medida de la experiencia del usuario.

»Los fabricantes de teléfonos móviles, en muy poco tiempo, están convirtiendo todos sus dispositivos en inteligentes ( ), obligando a las operadoras a transformar cada línea telefónica smart celular en una conexión de Banda Ancha a Internet.

»Con más smartphones en el mundo que ningún otro dispositivo de comunicación, los principales fabricantes y desarrolladores de plataformas de software sueñan con convertir a aquel en el mando a distancia universal de la vida cotidiana de sus usuarios.

»De nuevo, este escenario aunque apoyado por la contundencia de los datos de penetración mundial de la conexiones móviles (una conexión por habitante del planeta) (ITU, 2014), describe una nueva incógnita con la llegada de los dispositivos incorporados en el cuerpo de sus usuarios (wearables).

»Al igual que muchos antiguos usuarios de ordenadores personales consideraron el smartphone como dispositivo suficiente de computación y acceso a Internet, se podría producir un cambio en los hábitos de los nuevos usuarios y una progresiva sustitución del smartphone por distintos wearables (pulseras, relojes inteligentes), al menos en acciones como desplazamientos cortos y pagos electrónicos en tiendas convencionales.

»La tendencia hacia una mayor portabilidad en el hardware está teniendo una traducción en el software, con la aparición de aplicaciones de mensajería instantánea que actúan como plataformas integradas de servicios mucho más ligeras que los sistemas operativos convencionales (demandan menos potencia de computación y consumo energético), lo que las convierte en idóneas para pequeños dispositivos como los wearables.

»La ‘plataformización' de todos los sistemas operativos y de las aplicaciones de comunicación y ocio tiende a una integración vertical de proveedores de servicios (comunicación y ocio), que genera nuevos monopolios de facto.

»A pesar de la repetida teoría de que la innovación demanda mercados más abiertos a la competencia, lo cierto es que la historia de la evolución tecnológica demuestra lo contrario: que las empresas tienden a crear monopolios que les permitan generar amplios márgenes e invertir en productos novedosos (Thiel, 2014).

»Finalmente, podemos afirmar con certeza que en el mercado del hardware no existe el concepto de dispositivo último, lo que significa que el actual mercado de la movilidad no se acaba con los smartphones y las tablets.

»En un mundo donde cualquier objeto estará conectado y en el que el concepto de pantalla preferente (como en el siglo XX ocurrió con la televisión) perderá todo su sentido por la más que probable proliferación de pantallas maleables a muy bajo coste, analizar los cambios sociales y culturales se ha convertido en la nueva prioridad, ya que se abre un escenario inédito en la historia de la comunicación.



»Referencias [en el texto extractado]

»Aguado, J. M., Feijóo, C. y Martínez (2015). Del contenido a las relaciones. El impacto del ecosistema móvil en las Industrias Culturales. Telos, 99, 136-145.

»App Annie (2015). [en línea]. App Annie Index market 1Q2015 Disponible en: http://go.appannie.com/app-annie-index-market-q1-2015-thank-you.html?aliId=37735877 [Consulta: 2015, 1 de junio].

»Gartner, 2015. ---.

»ITU (2014). The world in 2014. ICT facts and figures. ITU statistics [en línea]. Disponible en: http://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Documents/facts/ICTFactsFigures2014-e.pdf [Consulta: 2014, 5 de agosto].

»Simon, J. P. y Bogdanowicz, M. (2012). The digital shift in the media and content industries. EC, Joint Research Centre, IPTS [en línea]. Disponible en: http://ftp.jrc.es/EURdoc/JRC77932.pdf [Consulta: 2015, 11 de junio].

»Thiel, P. (2014). Zero to One. Notes on Startups or how to build the future. New York: Crown Business.»






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