Academia Española de la Lengua
Diccionario panhispánico de dudas
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s.v. pronombres personales tónicos
pronombres personales tónicos
1. Formas. Los pronombres personales tónicos son aquellos que pueden funcionar como sujeto (TÚ sabrás), como atributo (Los culpables son ELLOS) o como término de preposición (Mi hermano vendrá con NOSOTROS). A continuación se ofrece un cuadro con sus formas:
Formas de los pronombres personales tónicos
Persona gramatical | Sujeto o atributo | Término de preposición |
1ª singular | yo | mí (conmigo) |
1ª plural | nosotros/as | nosotros/as |
2ª singular | tú, vos [*] | ti (contigo), vos [*] |
2ª plural | vosotros/as [*] | vosotros/as [*] |
3ª singular masculino | él, usted [**] | él, usted [**] |
3ª singular femenino | ella, usted [**] | ella, usted [**] |
3ª singular neutro | ello | ello |
3ª plural masculino | ellos, ustedes | nos |
3ª plural femenino | ellas, ustedes | os [*] |
3ª plural neutro | — | — |
3ª singular y plural neutro término de preposición exclusivamente reflexivo | sí (consigo) |
[*] Vos y vosotros son formas pronominales no comunes a todos los hispanohablantes. Acerca de sus funciones y su ámbito geográfico de uso, → vos, vosotros.
[**] Aunque el pronombre usted se refiere siempre al interlocutor (2.ª persona), a efectos gramaticales funciona como un pronombre de 3.ª persona.
Salvo la primera y la segunda persona del singular (yo, tú/vos, mí, ti) y la forma usted (pl. ustedes), todos los pronombres personales tónicos tienen variación de género. La tercera persona del singular cuenta con la forma neutra ello, de uso muy restringido en español. Solo la tercera persona posee una forma específica con sentido exclusivamente reflexivo, sí, invariable en género y número.
Cuando la preposición que precede a mí, ti, sí es con, deben emplearse las amalgamas conmigo, contigo y consigo, de manera que no son correctas las secuencias con mí, con ti, con sí. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la preposición entre y la preposición según (con el sentido de ‘en [mi, tu, su, etc.] opinión’) seleccionan las formas pronominales de sujeto, y no las de término de preposición: «Lo que hablemos será entre TÚ y YO» (Bain Dolor [Col. 1993]); «En fin, que según TÚ, caso concluido» (José Keaton [Esp. 1991]). Para las cuestiones relacionadas con cada pronombre, → yo, tú, vos, usted, etc.
2. Aparición u omisión del pronombre sujeto. El español es una lengua de sujeto no obligatorio (Vino y nos dijo que no saliéramos a la calle). Esto no significa, sin embargo, que la aparición o elisión del pronombre de sujeto sea aleatoria o indiferente. Por el contrario, es fácil reparar en que la aparición de sujetos pronominales explícitos es a veces anómala, mientras que, en otros casos, su presencia es posible o resulta imprescindible.
a) Cuando las formas de tercera persona él, ella, ellos, ellas funcionan como sujeto, solo pueden referirse a personas; por ello, cuando se hace referencia a cosas, en español no se emplea ningún pronombre personal explícito: He leído tus últimos informes. Enhorabuena: son claros y ofrecen numerosos datos (no *ELLOS son claros y ofrecen...); así, en «La decisión de la entrega la señalan las Farc, lo mismo que el sitio en que ELLA se produzca» (Tiempo [Col.] 24.9.96), debió omitirse el pronombre ella o sustituirse por el demostrativo esta. No obstante, en ocasiones, el sujeto de cosa va modificado por un adjetivo, una aposición o una oración que posibilitan que el pronombre sujeto se haga explícito: Compramos un sofá enorme: ocupaba ÉL SOLITO toda la habitación.
b) El pronombre sujeto se hace explícito con finalidad contrastiva o cuando es el foco de la oración, caso en el que aparece normalmente detrás del verbo: «YO [y no tú u otra persona] creo que en eso estuvo mal» (Giardinelli Oficio [Arg. 1991] 162); «Sé que ha sido ÉL porque tenemos una contraseña» (Tomeo Mirada [Esp. 2003]).
c) También se hace explícito a menudo el pronombre sujeto para deshacer ambigüedades provocadas por la indistinción de las desinencias verbales en algunos tiempos. Así, las desinencias de la primera y la tercera persona del singular coinciden en el pretérito imperfecto o copretérito y en el condicional o pospretérito, además de coincidir en todos los tiempos del subjuntivo, lo que propicia la aparición de las formas yo y él (o ella): «Mal podía ELLA preconizar una huelga de hambre teniendo el estómago lleno» (Palou Carne [Esp. 1975]). Por otra parte, en ciertas variedades del español, con especial incidencia en el habla caribeña, la -s final se aspira, se debilita o se pierde, de manera que la segunda persona del singular puede llegar a converger oralmente con las formas de primera y de tercera, según los tiempos, lo que justifica la frecuencia con la que se hace explícito, en esas zonas, el sujeto tú: «¿Qué TÚ quieres más que eso?» (González Provisiones [Cuba 1975]).
d) En muchas ocasiones, las formas de los pronombres con variación de género aparecen para hacer explícito el sexo del referente: «Un futuro esperanzado requiere cultivar el acuerdo, la reciprocidad, también entre NOSOTRAS y ELLOS» (Alborch Malas [Esp. 2002]).
e) El pronombre usted, por su parte, aparece con mucha frecuencia para reforzar la cortesía o deshacer la posible ambigüedad con respecto a un referente de tercera persona: «Debe USTED partir a París en seguida» (Mujica Escarabajo [Arg. 1982]).
3. Formas reflexivas. Un pronombre tiene sentido reflexivo cuando su antecedente es el sujeto (tácito o expreso) de la oración en que aparece: La atraje hacia MÍ con suavidad; Tú solo piensas en TI mismo; o bien el sujeto de una paráfrasis implícita en la secuencia en que aparece: La confianza en TI mismo [= tú confías en ti mismo] fue la clave de tu triunfo.
Para la primera y la segunda persona no existen formas pronominales tónicas específicamente reflexivas, sino que, como ilustran los ejemplos anteriores, estas son las mismas que se emplean en cualquier complemento preposicional: mí, ti, vos, nosotros/as, vosotros/as. Solo la tercera persona posee una forma tónica específicamente reflexiva, el pronombre sí, invariable en género y número: «Vladimir creyó tener ante SÍ al psiquiatra del lugar» (Ponte Contrabando [Cuba 2002]); «Tiene usted un bajo concepto de SÍ mismo» (Collyer Pájaros [Chile 1995]); «Aquellas flores le devolvieron [...] la confianza en SÍ misma» (Ferré Batalla [P. Rico 1993]); «Su dogma les permite [...] decidir, por SÍ mismos, la suerte de quienes les rodean» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]). Como se ve en varios de los ejemplos citados, junto a las formas pronominales con sentido reflexivo aparece frecuentemente el adjetivo mismo, como refuerzo, a veces opcional, a veces obligatorio (→ mismo, 2).
No es infrecuente que aparezcan usadas con valor reflexivo las otras formas tónicas de tercera persona (él, ella, ellos, ellas, usted, ustedes), especialmente si hacen inequívoco este valor mediante el refuerzo mismo: «La candidata lució guapa y segura de ELLA misma» (Prensa [Hond.] 31.1.97); «Póngase a pensar en USTED mismo y se dará cuenta de qué cantidad enorme de mensajes rigen su vida» (Antognazza Vida [Arg. 1993]); «Sánchez empezó a maldecir, como hablando con ÉL mismo, en palabras de grueso calibre» (Tiempo [Col.] 13.9.96); no obstante, en el habla esmerada se recomienda emplear, en estos casos, la forma propiamente reflexiva: La candidata lució guapa y segura de SÍ misma; Póngase a pensar en SÍ mismo; Sánchez empezó a maldecir, como hablando CONSIGO mismo.
4. Duplicación de complementos: coaparición del clítico y el complemento tónico. No es obligatoria la presencia de un pronombre tónico en función de complemento directo o indirecto, pero, si aparece, es forzoso que aparezca también el pronombre átono correspondiente; sobre la coaparición de pronombres tónicos y clíticos y, en general, sobre la duplicación de complementos, → pronombres personales átonos, 5.
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