Dorismilda Flores Márquez
«La búsqueda del cambio social en la era digital: activismo y expresión pública en Internet»
Disertaciones. Anuario electrónico de estudios en Comunicación Social,
vol. 10, n.º 1 (2017)
Disertaciones. Anuario electrónico de estudios en Comunicación Social | Universidad del Rosario (Colombia) • Universidad de Los Andes (Venezuela) • Universidad Complutense de Madrid (España)
Extracto de páginas 125, 126-127 y 134-135 de la publicación en PDF. Véanse las referencias en la publicación original del texto.
«Resumen
»Este artículo aborda la expresión pública de los activistas en Internet, desde contextos locales. El objetivo del texto es dar cuenta de las lógicas de comunicación de los grupos activistas en la era global y discutirlas a partir de tres ejes: las identidades activistas, las lógicas de producción y la relación entre espacios de comunicación —la red, la calle y los medios—. El marco teórico de la investigación se situó en una perspectiva sociocultural de la comunicación, en diálogo con la sociología de movimientos sociales y la filosofía política. Se optó por un enfoque etnográfico.
»Se analizaron los casos de dos grupos activistas en Aguascalientes, México. Los hallazgos permiten entender la dimensión comunicativa de las identidades activistas, sus lógicas de producción amateur y las relaciones entre Internet, el espacio público urbano y la cobertura mediática local.
»Palabras clave: activismo, comunicación en Internet, cambio social.
[...]
»La comunicación en Internet se ha convertido en un elemento central para el activismo de nuestros tiempos. Internet puede entenderse hoy como un espacio desde el cual es posible transformar la realidad, pero, a la vez, como un espacio de reproducción del orden social dominante (Coleman, 2010). La clave está en los actores y sus decisiones.
»La investigación, de la cual procede este artículo, abordó la relación entre el espacio público e Internet mediante el análisis de las prácticas de expresión pública de grupos locales de activistas. Como se verá en el siguiente apartado, buena parte de los estudios sobre activismo y movimientos sociales e Internet se concentran en la protesta y las grandes movilizaciones de la historia del presente. Sin embargo, hay otros grupos, más pequeños y menos visibles, que se constituyen y operan en localidades concretas, cuyo trabajo cotidiano se orienta al cambio social a partir de las prácticas y los espacios de experiencia. Junto con el trabajo presencial, la comunicación en Internet es una constante entre estos activistas.
»Los estudios de comunicación se enfocan en los procesos de producción social de sentido. En nuestro tiempo, gran parte de estos procesos se vinculan fuertemente con las redes digitales. Desde la perspectiva sociocultural se enfatiza la dimensión simbólica de los procesos comunicativos, y se aborda, desde las prácticas, la tensión entre lo estructural y lo subjetivo (Grimson, 2014; Grossberg, 2012; Martín-Barbero, 2001; Morley, 2012 y Reguillo, 2010).
»Las prácticas de comunicación de los activistas permiten observar cómo es que sujetos con posiciones contrarias a las dominantes buscan participar en el espacio público. La comunicación es una de sus vías para buscar el cambio social. Los activistas suelen emplear las tecnologías para “desafiar o alterar los modos dominantes, esperados o aceptados de hacer sociedad, cultura y política” (Lievrouw, 2011, p. 2). Teóricamente, la noción de activista se refiere a las agrupaciones de la sociedad civil que reconocen la figura del Estado, pero se organizan por fuera de los círculos políticos formales, para buscar la redistribución del poder, mediante la radicalización de la democracia y la extensión de la participación y la autonomía (Kaldor, 2003).
»La sociología de los movimientos sociales aporta elementos centrales para el abordaje del activismo. Desde esta perspectiva, el estudio de los movimientos sociales permite comprender el conflicto y el cambio social, así como la acción de la sociedad civil (Goodwin y Jasper, 2003 y Touraine, 2006).
»Los movimientos sociales han sido analizados desde distintas perspectivas, que pueden englobarse en:
»1) los enfoques políticos y organizacionales, que estudian las oportunidades, las lógicas de organización y la racionalidad;
»2) los enfoques económicos, interesados por los recursos de operación de las agrupaciones; y 3) los enfoques culturales, que han desplazado el foco de interés hacia la subjetividad, la identidad y las emociones.
»Una de las líneas clásicas en la sociología de los movimientos sociales es la propuesta por Touraine que, desde mediados de los 60, propuso estudiar la articulación de tres principios en los movimientos sociales: identidad, oposición y totalidad (Touraine, 2006). En esa misma lógica, Melucci (1999) ha propuesto estudiar al movimiento social como una forma de acción colectiva, basada en la solidaridad. Ambos autores han enfatizado la capacidad del sujeto para convertirse en actor.
»Las transformaciones de la globalización han trastocado las nociones de movimientos sociales y sociedad civil (Mestries, Pleyers y Zermeño, 2009). Los estudios recientes en sociología de los movimientos sociales conservan la pregunta sobre la capacidad de los sujetos de convertirse en actores, a la vez que incorporan la reflexión sobre la globalización y las implicaciones de esta en las posibilidades de acción de los movimientos sociales —por la vía de la razón y de la subjetividad—, así como en las conexiones entre los sujetos —en la lógica de la resonancia y las imaginaciones políticas insurgentes— (Khasnabish, 2007; Pleyers y Glasius, 2013; Pleyers, 2010; 2011; 2013).
»En este artículo se presentan algunos hallazgos de la investigación, que permiten comprender las lógicas de comunicación de los grupos activistas locales en la era global. Particularmente, se busca dar cuenta de las prácticas de expresión pública de los activistas en Internet, desde la perspectiva de los propios activistas. Para ello, se aborda la comunicación desde tres ejes: la identidad activista, las lógicas de producción; y las relaciones entre la red, la calle y los medios, en tanto espacios de comunicación.
[...]
»Conclusiones
»En síntesis, las identidades activistas se construyen como formas de ejercer una ciudadanía activa, entendida como la responsabilidad de intervenir de modo directo en la realidad local. Estas identidades, que cobran sentido en diferentes niveles de lo personal hasta lo global, se construyen en tres dimensiones principales: la acción, la relación y la comunicación. Concretamente, el activista como sujeto comunicante asume la comunicación como un elemento central para el activismo, ya que es la vía para discutir los asuntos públicos, tanto en un sentido local como global.
»Las lógicas de producción de contenidos digitales entre los grupos activistas locales son de índole amateur y, con frecuencia, reutilizan materiales producidos por otros. Los grupos locales difícilmente tienen recursos económicos suficientes para delegar la producción a profesionales y, en algunos casos, no lo consideran necesario puesto que saben emplear la tecnología. Esto habla de un cambio mucho mayor: el cuestionamiento de los saberes expertos en relación con el desarrollo de la cultura digital. La comunicación, que es la profesión de unos, es al mismo tiempo un derecho de todos. Así, el acceso a los recursos técnicos y discursivos contribuye a esta transformación.
»A partir del desarrollo de la cultura digital surgen desplazamientos en la configuración de la expresión pública. Como fue señalado en el texto, una de las transformaciones más importantes es la incorporación de sujetos no institucionalizados, pero tecnologizados, en la expresión pública. Esto no significa asumir una perspectiva tecnocéntrica y atribuir a las redes digitales todo el peso de las transformaciones, sino enfatizar la capacidad transformadora de los sujetos —en este caso, los activistas— en relación con el acceso, el uso y la apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación. La red solo puede entenderse en relación con los otros espacios de comunicación como la calle y los medios.
»Para los activistas, la posibilidad de insertarse en la discusión de los asuntos públicos representa la oportunidad de cambiar los términos de la discusión y partir de sus propias lógicas, para explicar a los otros cómo es el mundo mejor que imaginan y por el que trabajan. En otras palabras, los activistas tienen visiones de un mundo mejor —muchas veces contrarias a las dominantes— y, mediante distintas vías buscan que sus visiones sean incluidas. En la propuesta filosófica de autores como Fraser (1995) y Honneth (2011), la búsqueda del reconocimiento se entiende como una búsqueda de justicia social. Esta trasciende la redistribución económica, para incluir al reconocimiento social. La visibilidad se considera como una precondición para el reconocimiento.
»En este sentido, Internet no tiene solo un papel como herramienta de comunicación, sino como un espacio de lucha por el reconocimiento de la diferencia. Sobre todo frente a otros espacios de comunicación, como los medios tradicionales, donde su posición es de actores secundarios.
»La búsqueda del cambio social en la era digital deja ver una serie de transformaciones en la configuración de la comunicación. La cultura digital es parte de las generaciones jóvenes de activistas y esto se relaciona con desplazamientos en el acceso a la expresión pública, las lógicas de producción y de relación, así como la visibilidad.
»Las generaciones jóvenes de activistas cuentan cada vez con más recursos tecnológicos desde los cuales pueden comunicarse y hacer trabajo colaborativo. Sin embargo, las desigualdades y exclusiones sociales persisten, se ensanchan y se hacen cada vez más evidentes.»
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