Juan Alberto Mora Tebas
«El flujo de la información en los sistemas de gestión de catástrofes. Una visión multinacional»
en: VV.A., La función de inteligencia en la gestión de emergencias y catástrofes, Madrid, Instituto Español de Estudios Estratégicos-Ministerio de Defensa (@ieee_es - ), 2019.
Se incluye a continuación un extracto seleccionado de las páginas 72 a 74 de la publicación en PDF. Las referencias pueden consultarse en la ubicación original.
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Introducción
Las catástrofes no conocen fronteras y no hay país que no las sufra con mayor o menor intensidad y frecuencia. La mayoría de los países han desarrollado sistemas para gestionar estas catástrofes y minimizar los daños en personas y propiedades. Es relativamente fácil acceder a la información general sobre las estructuras de protección civil y gestión de catástrofes, pero no lo es tanto cuando se trata de adentrarse en los sistemas para tratar de identificar los flujos de información en la gestión de catástrofes, utilizando el término «inteligencia» para referirse a ellos.
La responsabilidad de gestionar la información antes, y durante la conducción de las respuestas a las catástrofes, suele estar dispersa en la legislación específica de cada país y, sobre todo en los procedimientos operativos de carácter interno, los cuales no suelen estar disponibles. En caso de haberlos, dichos procedimientos suelen estar redactados en la lengua oficial del país, acompañados, en algunos casos, de un resumen genérico en inglés.
Este capítulo aborda los sistemas de aquellos países que han puesto a disposición del público en general, sus textos legales y normas específicas en inglés o francés, siendo la profundidad del análisis proporcional a la accesibilidad a dicha información; este aspecto ha influido en el hecho de que el estudio de los países no haya sido homogéneo.
Conclusiones
El intercambio de información es un elemento fundamental del trabajo de protección civil, que sustenta todas las formas de cooperación. Los servicios de catástrofes de categoría 1 y 2 deben compartir de forma oficial como parte de la cultura de cooperación.
A pesar de las diferencias de sistemas y estructuras, se pueden extraer una serie de características comunes relacionadas con el flujo de la información y su tratamiento:
• Previo a la catástrofe. Flujo de información descendente (From top to bottom). El nivel superior (nacional) actualiza permanentemente las bases de datos. También se encarga de la prevención y la formación.
• Durante la catástrofe. Flujo de información ascendente (Top-down). Activación progresiva, de abajo arriba, de los diferentes niveles; la información de contacto circulará también de arriba abajo, pero, aunque se inicie en niveles subordinados es difundida casi de forma instantánea gracias a los sistemas de comunicación.
• Compatibilidad y número de sistemas. La mejor opción es la implantación de un «sistema único». Pero esta idea es relativamente moderna y se viene implantado desde época muy reciente (ej. Alemania desde marzo de 2004...). Aquí entrarían en juego las presiones para que el sistema sea de desarrollo nacional, frente a otros sistemas ya en servicio en otros países.
• Base de datos. La importancia de la recopilación de información previa (inteligencia básica), la mayoría de las veces histórica, compartiendo o teniendo acceso a otros sistemas (transversalidad). Los actores implicados en la gestión de catástrofes de cualquier nivel tienen la posibilidad de consultarla (libre acceso). La responsabilidad de mantenerlas actualizadas suele estar en el vértice de la jerarquía (nivel nacional). Ej. Canadá...
• Realización de ejercicios interministeriales y de nivel nacional. Es en los ejercicios donde mejor se pueden practicar los flujos de información y, por qué no, los análisis de la misma (ej. Alemania, Reino Unido, Estados Unidos...).
• Centros de operaciones en todos los niveles de gestión. Un sistema de gestión de la información basado en centros de operaciones en cada nivel es quizás la mejor solución para hacer circular la «información bruta» y realizar en cada uno de ellos el análisis correspondiente a su nivel.
• Modelos de estructuras. Según las estructuras de los sistemas de gestión de catástrofes podemos diferenciar varios modelos:
_ Eslavo (máxima centralización), ej. Rusia.
_ Anglosajón (descentralización equilibrada). Planificación centralizada,
ejecución descentralizada (Canadá, Reino Unido...).
_ Mediterráneo (máxima descentralización). Los niveles inferiores (autoridades locales y regionales) tienen capacidad legisladora y redactan normas. Disponen de medios propios.
• Máximo empleo de oficiales de enlace (OFENS) en centros de operaciones. Posiblemente sea el mejor modo de hacer que la información necesaria para cada nivel u organismo/institución colaboradora circule con rapidez y en tiempo útil para su explotación. También ayuda a suplir (backup) las posibles deficiencias y/o incompatibilidades de los sistemas informáticos.
• Los servicios de catástrofes de los niveles 1 (local) y 2 (regional) deben compartir información de forma oficial.
Dada la urgencia y complejidad de todo lo relacionado con la gestión de catástrofes y las implicaciones de alto riesgo, es fundamental que la toma de decisiones de los responsables sea apoyada por un asesoramiento de calidad.
El intercambio de información entre los diferentes niveles de responsabilidad y actuación debe formar parte fundamental de la cultura de cooperación. La creación de una función de inteligencia, específica y profesional que sea reconocida como tal, mejoraría de manera cualitativa la capacidad de los gestores para hacer frente a la incertidumbre inherente a cualquier emergencia importante y se traduciría en una mejor gestión de catástrofes.
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